27 sept 2011

“REFUGIO ANTE LA INSEGURIDAD”

@BarbaraCabrera

“Tenemos que hacer planes para la libertad, y no sólo para la seguridad, por la única razón de que sólo la libertad puede hacer segura la seguridad”
Karl Popper

¿Qué es la seguridad? ¿Quién la ofrece? ¿Existe algún lugar en donde podamos protegernos cuando nos es arrebatada? ¿Cuáles son los niveles de inseguridad que vivimos en México lindo y herido? ¿Cómo se viven las consecuencias palpables de un país que enfrenta este tipo de problemáticas?
Sin duda, la seguridad es uno de los temas más sensibles de la agenda nacional. Para muestra, en los últimos tiempos se han escuchado de manera constante los “Ya basta”, “No más sangre”, “Estamos hasta la madre”; protestas que han sido motivo de movilizaciones tanto en Redes Sociales –en especial en Twitter– mismas que se han extendido por México lindo y herido. Los actores son varios, el nombre de cada movimiento varía. El hecho es que estamos unidos en el mismo clamor: recuperar la paz, tranquilidad y seguridad en el país.
Para contextualizar, haré alusión a la apreciación ciudadana respecto a la inseguridad en México. Veamos el reporte generado por Consulta Mitofsky:
  • 4 de cada 5 ciudadanos consideran que las condiciones en las que vivimos hoy, son menos seguras que las que teníamos hace un año.
  • 27% manifiesta haber vivido de cerca un delito.
  • 78% de los mexicanos dicen temer ser víctimas de robo a mano armada y 72% a ser víctimas de un secuestro.
  • 47% de los mexicanos consideran que los operativos establecidos por el gobierno federal para combatir al crimen organizado han sido un éxito y 36% que han sido un fracaso.
  • Un dato controvertido: el  74% está de acuerdo en que sea el ejército la institución que combata al narcotráfico.
  • El 39% de los encuestados dicen que va ganando el crimen organizado, mientras que un 37% afirman que es el gobierno.
  • La mayoría de las respuestas (42%) se inclinan a pensar que las cosas seguirán igual; 22% que la situación se pondrá peor. Solo 23% piensa que al final, el Presidente logrará ganar esta guerra.
  • 44% considera que los medios de comunicación reflejan lo que está ocurriendo; 18% cree que exageran en las noticias y 33% que están ocultando cosas aun peores a las que reportan.
Ahora bien, una vez revelados estos porcentajes; continuo esta Nornilandia analizando lo referente a uno de los efectos que causa el fenómeno de la inseguridad: el de los desplazados.
Para ello, recurro a un estudio presentado por Parametría.
De 5 años para acá, los números arrojan un total de 1 millón, 648 mil, 387 ciudadanos víctimas de desplazamiento forzado. Si lo vemos en ánimo comparativo, esta numeralia representa el 2% del total de personas mayores de 18 años. Esta situación, proviene principalmente de Chihuahua y Tamaulipas, consideradas como las entidades más afectadas por la violencia, hasta el momento. Únicamente en Ciudad Juárez cerca de 230 mil personas habían abandonado sus hogares. La mitad de los cuales se fueron a Estados Unidos.
2010 fue el año en el que la cifra de desplazados alcanzó su máximo nivel histórico –tomando en consideración que 1994 ha sido el año en que inició el desplazamiento forzado en el país–.
Un dato preocupante, es el que muestra un porcentaje de 17% de que quienes se movieron de residencia en México lindo y herido en los últimos 5 años, a causa de violencia desatada en el país.
Aunque pareciera que el número de desplazados forzados no es significativamente alto, en relación a la población total; sí se trata de un panorama creciente, tanto en los números duros como en la percepción ciudadana, lo cual vimos en los párrafos precedentes de esta Columna Nornilandia.
En un comparativo internacional, es importante señalar que hay otros países en el que existe el fenómeno, tal es el caso de Colombia, donde los datos indican que de 1985 a 2010 por lo menos 5 millones 195 mil 620 personas fueron desplazados por cuestiones de violencia, aproximadamente el 11% de la población. El gobierno colombiano acepta una cifra de 3 millones 573 mil 132 personas desplazadas entre 1997 y 2010.
Finalizo esta Columna reflexionado sobre este escenario de desplazamiento forzado con motivo de la inseguridad, mismo que se antoja propio de países en guerra; lo bueno es que quien encabeza actualmente el gobierno federal ha estructurado un discurso poco creíble donde como mantra repite “no se trata de guerra” y por otra manifiesta que vamos ganándole al crimen organizado y en medio de la necedad gubernamental llevamos más de 50 mil muertos y contando, dicho en sus propios términos: no se trata más que de daños colaterales.
¿Hasta dónde se van a restringir nuestras libertades? ¿Qué papel ejercen en este contexto los derechos fundamentales conquistados y plasmados en el texto constitucional producto de los ideales de un pueblo que nació grande y que hoy se nos desmorona entre las manos?

Es todo por hoy.

¡Nos leemos la próxima Nornilandia!