14 jul 2015

El 441 vs #ElChapoGuzmán [Tour de Francia con #EPN]

@BarbaraCabrera

“Ya no podemos confiar en que las instituciones gubernamentales nos guíen en la dirección correcta”
Peter Joseph

El reloj estaba cercano a dar las campanadas para anunciar las 21 horas de un 11 de julio de 2015. Parecía que un día cualquiera estaba por concluir, cuando ¡Oh sorpresa! Por segunda ocasión Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “el chapo” se fugaba de un penal de máxima seguridad en el país. En 2001, lo hizo de Puente Grande (ubicado en Jalisco) al que en lo sucesivo y ante tal acontecimiento se le llamó con ironía “Puerta Grande”, cárcel donde permaneció 13 años. Dicen los que saben que salió en un carrito de lavandería, previo pago de sobornos y bajo la bota protectora de quien entonces hacía de Los Pinos, su rancho extendido; así es, me refiero a Vicente Fox. La inminente presión y coscorrones internacionales, no se hicieron esperar.
Años después, y sin olvidar la excitada celebración del señor Peña –ahora inquilino de Los Pinos- aquél 22 de febrero de 2014 cuando “el chapo” fue recapturado tras un 'pulcro' y 'atinado' operativo de las 'fuerzas de inteligencia', la promesa fue que jamás de los jamáses se volvería a escapar, “ni en 300 años”, apunto Jesús Murillo Karam –entonces Procurador General de la República- Las palmaditas y aplausos de Estados Unidos reconfortaron a EPN.
Para asegurarse de cumplir su promesa sin firmar, el capo fue llevado el penal del Altiplano (ubicado en el Estado de México) desde donde y a 17 meses de distancia “el chapo” Guzmán aplicó mismo tratamiento a un débil y corrupto Estado: ¡se dio a la fuga!; posiblemente ante la mirada atónita de EPN y secuaces, ya que desde mi perspectiva, lo que menos conviene al deslegitimado peñanietismo es un revés de esta magnitud, sería como brindar con una copa con cicuta. [Como dato cultural, “el chapo” es el primer reo que se fuga de esa cárcel].
“El chapo” fue visto por última ocasión dirigiéndose a la regadera de su celda; posteriormente, casualmente se dieron cuenta que había un túnel, envidia de la ingeniería y de los constructores que ofrecen sus servicios al mejor postor, que sirvió para irse sin decir adiós; nadie sabe, nadie supo como tan acabada obra fue hecha en pocos meses y con tal eficiencia, sin dejar rastro, ni hacer aspavientos. Y sobre todo de uno de los penales –supuestamente- más seguros de este aún #MéxicoLindoyHerido. Entonces, ni HIGA, ni OHL, ni los grandes y consentidos contratistas de los diferentes niveles de gobierno deberían ser requeridos jamás, que sean quienes construyeron el túnel para “el chapo” los que amplíen la línea 12 del metro en el DF o la línea 3 del tren ligero en Guadalajara; por mencionar algunas.
Peña guardó silencio, ni un tweet lanzó, siquiera para decir que algo haría 'su' gobierno respecto a la nueva fuga del capo. Unas horas antes de la espectacular fuga, EPN voló a Francia junto a una comitiva que sumaron 441 personas; país desde el cual rompió el silencio después de un tiempo prologado, aludiendo a que esta se trata de una “afrenta para el Estado mexicano y que ha instruido a las áreas correspondientes para su pronta recaptura” y asestó que se queda a concluir su histórica gira por Francia.
Miguel Ángel Osorio Chong, el hombre fuerte de Peña y 'plenipotenciario' secretario de Gobernación, uno de los integrantes de la numerosa comitiva que a aquél país europeo acompañaron a Enrique Peña, una vez que se supo y el escándalo estalló, no tuvo más que tomar un vuelo a México: el 441 regresó para dirigir el armado del escabroso rompecabezas de la nueva fuga de Guzmán Loera.
Y en todo este entramado, los medios nacionales hicieron alusión a la gran cacería y movilización institucional para reaprender a quien fuera el máximo trofeo del peñanietismo en materia de seguridad y de combate frontal al crimen organizado. Medios que repitieron una y otra vez: quien es “el chapo” y cómo es el túnel por donde escapó, creando y recreando escenas; parecía que estábamos ante un guión digno de una trama televisiva o de película de bajo presupuesto. Por su parte los medios internacionales coincidieron que éste es un duro golpe en la lucha contra las drogas en México y demerita –aún más la imagen de Enrique Peña Nieto-.
Lo cierto es que este país se ha convertido en un burlesque internacional.
En fin, estos dos casos: el de la numerosa comitiva del Tour de Francia con #EPN y la vergonzante nueva fuga de Joaquín “el chapo” Guzmán son una muestra representativa de la debilidad institucional, con tintes de corrupción e impunidad inusitada que de manera estrepitosa están conduciendo a este país a un lugar donde mejor no les cuento y de donde quien sabe si podremos regresar.
Quedan tantas dudas, a innumerables preguntas. Éstos solo son dos ejemplos que acrecientan el sospechosismo de los ciudadanos hacía todo lo que huela a política, gobierno e instituciones.
Merecemos y necesitamos un nuevo Pacto Social.
Por hoy es todo.
¡Nos leemos la próxima Nornilandia!