@BarbaraCabrera
“Lo bueno del cine es que durante
dos horas los problemas son de otros”
Pedro Ruiz
Justo la semana
pasada compartí en este espacio una reflexión sobre San Pedro de los Saguaros,
ese lugar lejano que no dista de la realidad que permea en esta y otras partes
del orbe, por supuesto con sus debidas tonalidades. Varios de mis lectores,
ante la interrogante al final de aquella columna que decía ¿esta historia
continuará? generaron cierta expectativa para leer la continuación.
Ello ocasionó
actualizar ciertas hipótesis de la realidad nacional al recordar el filme
“Pachito rex” el cual presenté hace algunas Nornilandias (lean al respecto aquí
http://columnanornilandia.blogspot.mx/2011/03/la-politica-del-pachito-rex.html)
y saber cómo las inercias sociopolíticas se reciclan por motivos varios, sin
que los escenarios y personajes de las películas en mención posean derechos de
exclusividad que permitan al terminar la función retomemos nuestras actividades
cotidianas con determinada tranquilidad con miras hacia un porvenir donde
tomemos las riendas y decisiones a través de una efectiva participación
ciudadana en asuntos que a todos atañen.
Platicando estos
días con algunas personas, de esas charlas donde los temas se mueven de un
punto a otro; llamó particularmente mi atención el escaso interés a ser
proactivos, de repente alguien dijo “el gobierno tiene que resolverlo, no me
corresponde” un enunciado que sabemos se extiende por el territorio nacional e
incluso trasciende fronteras; ante lo cual pensé y manifesté “no se equivoquen,
atrás debe quedar ese gobierno paternalista al que acostumbrados estaba una
amplia mayoría a únicamente estirar la mano y pedirle resolución a sus
problemas”
Es importante
decirlo, de seguir así esto se convertirá en una permanencia involuntaria,
donde titulares como “Delincuencia organizada no nos detendrá, dice la SEMAR”
(cuando es evidente el clima de inseguridad que persiste en
#MéxicoLindoyHerido); “En las aulas se corregirán errores de los libros de
texto, dijo la Subsecretaría de Educación básica”; (recordar esas 117 faltas de
ortografía contenidas en los ejemplares; eso sí el show debe continuar, dicen. Por ello dan banderazo a últimos
camiones de libros de texto. ¡Es indudable la educación sigue siendo un proceso
de simulación!); “El Gobernador de Puebla adquiere una mega rueda de la fortuna
que forma parte de los Guinness World Records”
(es preciso decir que esta atracción cierra una semana después de inaugurada
por fallas mecánicas y está ubicada en una ciudad con un alto índice de
pobreza, según lo muestran los datos del CONEVAL -Consejo Nacional para la
Evaluación de las Políticas de Desarrollo Social-)
Políticas
públicas mal diseñadas y encausadas, factores distractores, diversión de
relumbrón y simulación, son las características de los ejemplos anteriores que
constituyen una muestra representativa de esa permanencia involuntaria.
En esta
tesitura, la respuesta a aquella pregunta que dio origen a esta columna, sobre
si la historia continuará; debo decir que la respuesta es preciso construirla
entre todos. ¿Tú que me lees qué opinas?
Nos leemos la
próxima Nornilandia.