@BarbaraCabrera
“Yo
creo en el individuo, descreo del Estado. Quizás yo no sea más que un pacífico
y silencioso anarquista que sueña con la desaparición de los gobiernos. La idea de un
máximo de individuo y de un mínimo de Estado es lo que desearía
hoy”
Jorge Luis Borges
Constantemente
y de manera paulatina, cada vez más ciudadanos alrededor del mundo han [hemos]
experimentado ese fenómeno de desafección hacia todo aquello que huela a
política institucionalizada; ello no es producto de generación espontánea, sino
resultado de ese devenir de los tiempos que nos toca vivir, así como de las
circunstancias emanadas de dos componentes determinantes: corrupción e
impunidad, que traen consigo el descrédito y desmoronamiento de la credibilidad
y legitimación del Sistema.
En este
sentido, entendamos por Sistema, al conjunto ordenado de normas y
procedimientos que regulan el funcionamiento de un grupo o colectividad; Vgr. sistema político, sistema jurídico.
Estas son las
razones más representativas por las que afirmo que el Sistema ha muerto:
Ø Tenemos un texto constitucional
heredado por el México posrevolucionario, que lejos ha quedado de su esencia y
de representar las necesidades e ideales de una sociedad moderna, interconectada,
mundializada y desigual, en constante movimiento.
Ø Las reformas constitucionales –a
veces estructurales y otras coyunturales- se han convertido en el resultado del
plan sexenal en turno; con todo lo que ello implica.
Ø
El gobierno es cómplice y pareciera
que hasta complacido está con la violencia.
Ø
La filosofía de las instancias
gubernamentales es de “ojos cerrados” y su misión es “oídos sordos”, dando como
resultado la creación de “verdades históricas”, que incrementan el descontento
social.
Ø
Quien es inquilino de Los Pinos vive
en un entorno paralelo. Hace un tiempo lo dije: Enrique Peña Nieto padece una
evidente dislexia nacional: ignora y no le interesa la realidad de este país;
efecto que se replica a nivel estatal y municipal.
Ø
Debido al dispendio del erario por
parte de la camarilla enquistada en el poder, ante un pueblo empobrecido al que
poco le alcanza por más reformas estructurales, incluida la entusiasta invitación de un aplaudidor al servicio del
sistema para “chingarle más”.
Ø El Sistema, junto con sus
instituciones cooptadas por los políticos de siempre; están siendo rebasadas y
cada vez más actúan a la ofensiva por el temor que le tienen a una
participación ciudadana activa y demandante. [Recuérdese la Nornilandia “El
gobierno tiene miedo” http://bit.ly/1g6Um3k]
Ø Porque los políticos de siempre están
construidos con materiales de baja calidad.
…Y así podría
continuar enumerando razones; no obstante, considero al anterior listado como
representativo e ilustrativo, para reflexionar y llenarnos de acciones.
Los “comenzar
de nuevo” no son sencillos, pero si necesarios. Como ciudadana ¡me niego a
renunciar a lo que quiero! Y como tal, lo que anhelo y trabajo de manera
consecuente, es rescatar –con acciones, con llamados a través de mis letras;
con ejemplos- a rescatar lo que nos queda de país y dejar a las generaciones
venideras, un mundo más llevadero.
Ante la muerte del Sistema ¿Qué sigue? Crear una nueva
era, donde los ciudadanos reconfiguremos [con acciones, con propuestas] aquello
que ha sido cooptado por unos cuantos.
Por hoy es
todo.
Hasta la
próxima Nornilandia.