10 feb 2016

EL AVIÓN PRESIDENCIAL

@BarbaraCabrera

“Dicen que el poder corrompe, pero hay que ver siempre quien es el que llega al poder, a tener poder. Quizá no es que lo corrompió el poder, sino que siempre estuvo corrompido”
Luca Prodan

¡Ya llegó, ya esta en el país José María Morelos y Pavón! ¡Que emoción! ¡Es justo lo que necesitamos y merecemos como Nación! ¡La vida será mucho mejor! No mis lectores, estas eufóricas exclamaciones no es un dejavú independentista; me refiero al nombre del avión que estará al servicio de las múltiples giras presidenciales del preciso en turno, para cumplir de manera chic con la ajetreada agenda nacional e internacional.
Pues nada, hace unos días y de madrugada –como los ladrones suelen ingresar a las casas para saquearlas- aterrizó en tierras mexicanas –específicamente en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México- el controvertido avión presidencial, demos gracias al señor Felipe Calderón [anterior habitante de Los Pinos] por tan magnánimo obsequio a su predecesor Enrique Peña Nieto, quien sin duda es irrefutable merecedor del palacete aéreo, dirían los aplaudidores.
Con esta atinada e inexcusable adquisición demostramos –de nueva cuenta- ser un país de primer mundo. Veamos porque lo digo: contamos con un avión que hará que Barack Obama nos envidie; tenemos gobernantes que viven derrochando dinero [no propio, sino del erario] y cual pachás disfrutan en mansiones que harían sonrojar a sus homólogos en otras partes del mundo; y, por si fuera poco, sus vástagos son [in]dignos herederos de ese poderío y merecedores de lo mejor [incluidos viajes a lugares exóticos, ropa de marcas exclusivas, concurrencia a restaurantes y antros de moda, más lo que se sume]. En esta tesitura, nos harán saber que si somos pobres y paupérrimos es culpa nuestra. ¡Mea culpa diremos al unísono e imploraremos perdón a nuestros considerados y bienhechores políticos y gobernantes!
Después de este breviario, veamos algunos datos a destacar del avión José María Morelos y Pavón:
El Boeing Dreamliner 787-8 podrá transportar hasta 80 pasajeros, 20 más en relación al actual “Benito Juárez”. Tiene un alcance de 13 mil 900 kilómetros, lo que hace posible realizar vuelos transcontinentales, sin necesidad de hacer escalas.
De acuerdo a la Presidencia, el avión dispone de equipos de telecomunicaciones satelitales e Internet, para permitir al Ejecutivo recibir y transmitir información de forma permanente.
Alrededor del polémico avión, hay un costo total de $6,769.9 millones, en el que se circunscribe: operación, mantenimiento y arrendamiento. Siendo que solo la aeronave, tuvo un costo real de $2 mil 952.4 millones, incluido su equipamiento.
A esos costos hay que sumar 348.5 millones de pesos que el año pasado el gobierno destinó para remodelar el hangar presidencial, dando un gran total de $977 millones gastados en dicha obra.
Hasta el momento, el gobierno ha pagado 796.4 millones de pesos. Y el plan de pago es: $517.3 [2016]; $517.3 [2017]; $517.3 [2018]; $44,634.8 [2019 en adelante], léanse todas las cifras anteriores en millones de pesos. [Fuente: Presupuesto de Egresos de la Federación 2016, SEDENA, INFOMEX, Presidencia de la República y CNN expansión]
Imagen que circula en Redes Sociales
Su vida útil será de 25 años; es decir, hipotéticamente hasta 2040.
Ese lujoso avión que aún no tiene fecha exacta para que el inquilino de Los Pinos y agregados culturales, lo estrenen –solo se ha dicho que será en dos semanas después de su arribo a México- tiene de suyo una certeza: su uso será una experiencia virreinal ante un pueblo empobrecido.
¡Hay que venderlo! ¡Es indigno! ¡Es un exceso! ¡México no está para esos gastos! Cierto, cierto, aunado a que en un país como el nuestro [corrupto, impune, violento, con autoridades que se rigen por las ansías del poder desmedido] no es extraño que el debate se centre en ese cúmulo de opiniones.
Y en toda esta macrocefalia geopolítica, los que padecemos los estragos somos los ciudadanos de a pie; y es así ante la inacción, complacencia y falta de participación ciudadana más activa y contundente; si somos más, entonces ¿Por qué no lograr resultados más benéficos y visibles? Lo tuiteé hace un par de días y lo repito aquí para la reflexión: ¿Existe algo peor que un político corrupto? ¡Sí! el ciudadano que lo defiende.
Más allá del avión que ya llegó para quedarse, debe ocuparnos no perder de vista la reciente prisión domiciliaria a Elba Esther Gordillo ¿pago de favores? ¿Desde ahí será su control de mando hacia el SNTE?; los pasos del impune Humberto Moreira, no vaya a ser que en un descuido sea nombrado Fiscal Anticorrupción; la desfachatez de Javier Duarte de Ochoa que tan lastimado tiene al hermoso Estado de Veracruz, ahora con el golpe bajo que intenta dar a la Universidad Veracruzana, sin olvidar que la violencia va in crescendo; así como los cambios en el “Club de Peña” en PEMEX, IMSS y Secretaría de Salud.
Y dicho lo anterior, cierro esta columna diciendo ¡Adiós Presidente Juárez, las autoridades te jubilaron porque tenías signos inevitables de añejamiento y obsolescencia –si hablarás cuantas anécdotas nos contarías- hola José María Morelos y Pavón –símbolo y antítesis de tu historia-!
PD. ¡Que más da, estamos en febrero –mes del amor y la amistad- sea ese avioncito un detallito de los mexicanos como agradecimiento a las acertadas políticas públicas peñanietistas!
Por hoy es todo.
¡Hasta la próxima Nornilandia!