29 nov 2011

“EL RECUENTO DE LA “MANIFESTITIS” DE LA UdeG”

@BarbaraCabrera


Ya escribía mi columna para este día, y como dicen en los periódicos “paren prensa”. Ya que cambie abruptamente de tema para dedicar esta colaboración a la megamarcha de la Universidad de Guadalajara.

Y comienzo acotando que, desafortunadamente, hay quienes afirman de manera tajante, y sin argumentos, que criticar las acciones de los dirigentes en turno de la Universidad constituye una defensa al Gobernador del Estado de Jalisco, Emilio González Márquez. Nada más alejado de la realidad.

A 30 días de “manifestitis” universitaria y después de 13 manifestaciones, las más de ellas en Casa Jalisco, se cumplió la promesa de los dirigentes universitarios, de movilizar a los alumnos a las calles y exigir más recursos. Y se hizo realidad la manifestación 14, es decir la megamarcha. Se dio de todo. Hubo jóvenes que durante la manifestación ingirieron bebidas alcohólicas.

Conatos de bronca menores. Y cuando llego Raúl “el Capo” Padilla, como quien adora una divinidad no permitieron que absolutamente nadie se acercará al líder moral y quien maneja todavía los destinos de una de las Universidades más importantes del país. Que ya he señalado por distintos críticos, se encuentra cooptada por el clan Padilla y sus lacayos.

El día de la marcha (29 de septiembre de 2010), los desplegados en los periódicos, referente al conflicto UdeG vs Gobierno del Estado, no se hicieron esperar. Se contabilizaron un total de 14 desplegados en 6 de estos medios de comunicación (Informador, Occidental, Ocho Columnas, La Jornada, Mural y Público). Aunado a la “guerra” de spots televisivos y de radio, pagados por ambas partes.

Prácticamente el centro de la capital del Estado de Jalisco se paralizó por más de 4 horas debido a dicho evento convocado por la Casa de Estudios. Salieron de distintos puntos 5 contingentes en total. Se afectó la vialidad en un radio de aproximadamente 10 kilómetros a la redonda partiendo del centro histórico.

Los usuarios del transporte público no contaron con este servicio, y para dar una idea de lo ocurrido de 250 rutas de camiones existentes, 95 tuvieron modificaciones en sus rutas. La Secretaría de Vialidad destinó 200 agentes de tránsito y 126 vehículos para resguardar la seguridad de los asistentes. 30 personas de esta misma Secretaría se encargaron de desviar las unidades de transporte público durante el evento.

La Cámara Nacional de Comercio, manifiesta que las pérdidas de los comercios del primer cuadro de la ciudad oscilan entre 50 y 70 millones de pesos en ventas.

La Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado, asignó a 5 visitadores, un médico y un psicólogo para atender a los asistentes y evitar, en la medida de lo posible, violación a los derechos humanos.

Se hicieron presentes en la megamarcha Presidentes Municipales de la Zona Metropolitana (Guadalajara, Tlaquepaque y Tonala). También estuvo el escritor Fernando del Paso.

La seguridad estuvo a cargo de la policía tapatía, ya que el Gobierno del Estado, a través de un boletín se deslindó de brindar este servicio aludiendo que la vigilancia le corresponde al Ayuntamiento de Guadalajara. La UdeG respondió con otro boletín lamentando que el Ejecutivo estatal personalice una marcha convocada por la institución.

Es importante hacer mención que vía twitter recibí infinidad de reportes de varios de mis followers, quienes estuvieron atentos a lo que ocurría, algunos de los cuales estuvieron en la marcha aludida. A todos ellos mi profundo agradecimiento.

Y este es el recuento de la “manifestitis” de la UdeG. Lo criticable en este sentido, es que existen “damnificados” con este tipo de movilizaciones. Los alumnos siguen perdiendo clases. Las partes en conflicto se polarizan cada día más.

Y la “manifestitis” dicen, dará para más ya que tal parece no hay más recursos para la Universidad lo que resta de 2010.

Les proporciono un link que señala el minuto a minuto de la manifestación: http://www.informador.com.mx/jalisco/2010/237382/6/megamarcha-de-la-udeg-sigue-minuto-a-minuto.htm



Es todo. Nos leemos la próxima Nornilandia.