@BarbaraCabrera
"Con la manta de hoy, ha quedado claro el derecho de cualquier
legislador a manifestarse. Se acabó esta etapa. A otra cosa"
Diputado Gerardo Fernández Noroña 01/marzo/11
Recordemos aquél 01 de septiembre de 2006, en la apertura del primer año de sesiones de la LX legislatura; cuando el senador Carlos Navarrete, aludió al artículo 29 de la Constitución política del país para advertir que no se han suspendido las garantías individuales. Con ello recordó que el presidente está obligado a guardar y hacer guardar la Constitución. Ese presidente era Vicente Fox Quesada, quien había ordenado un operativo impresionante para cercar San Lázaro, por tierra y por aíre. Razón por la cual legisladores del PRD tomaron la tribuna; el tema de la protesta, era la reciente y polémica elección, bajo la voz de “voto por voto, casilla por casilla” hicieron valer su derecho de libre manifestación de ideas.
Y esta no fue la única ocasión en que se tomó la tribuna, ni sólo lo ha llevado a cabo el PRD; el Partido Acción Nacional hizo lo propio. La historia ahí está para ser consultada y ser valorada en su justa dimensión.
No obstante, no ha sido la única manera en que las minorías legislativas se han hecho escuchar. El derecho parlamentario es la herramienta de esas minorías para expresarse. Quien no recuerda aquella elocuente y memorable intervención de Porfirio Alejandro Muñoz Ledo y Lazo de la Vega, donde increpa al entonces Presidente de la República Miguel de la Madrid Hurtado, situación inusitada en el país, al ser el primer mandatario interpelado en México. O que decir de aquella peculiar y atípica intervención del entonces Diputado Marco Rascón al utilizar una máscara de cerdo para increpar al Presidente en turno, Ernesto Zedillo Ponce de León, lo cual desató rechiflas en el Salón de plenos de la Cámara de Diputados.
Como se observa, los legisladores; haciendo uso de su derecho constitucional irrenunciable a la libre manifestación de ideas, han utilizado diversidad de recursos para hacerse escuchar; sobre todo cuando se trata de minorías legislativas.
En este orden de ideas; en las recientes protestas en San Lázaro, se ha optado como técnica de protesta, la multifacética “manta legislativa” que han servido de inspiración desde mi primera Nornilandia.
Mantas van, mantas vienen. Este recurso se ha utilizado con regularidad tanto por el PRD, PT y el PAN. Donde su implementación, como mecanismo de expresión ha causado una fuerte controversia, sobre todo desde la expuesta por el Diputado Gerardo Fernández Noroña; quien desató los debates más acalorados al interior de la Cámara (para contextualizar léanse las Nornilandias respectivas: Columna del 23 de septiembre de 2010: De las tomas de tribuna al “mantagate” legislativo http://sdpnoticias.com/sdp/columna/barbara-cabrera-rechercher7/2010/09/23/1122194; Columna del 10 de febrero de 2011 “…Y sigue la manta dando” http://columnanornilandia.blogspot.com/2011/02/y-sigue-la-manta-dando.html y Columna del 07 de febrero de 2011 “Cuando despertamos el mantagate seguía ahí” http://columnanornilandia.blogspot.com/2011/02/cuando-despertamos-el-mantagate-seguia.html)
Ha llegado a tal grado el absurdo jurídico, derivado de la intolerancia de lo manifestado en algunas mantas, que se ha pretendido sancionar, con nuevo Reglamento de la Cámara en mano, al Diputado Fernández Noroña y compañía; no hay que perder de vista, los legisladores no pueden ser reconvenidos por la libre manifestación de sus ideas. ¿A poco ustedes consideran que un reglamento está por encima de la Ley fundamental de un país? ¡No señores!
Lo interesante en este sentido, es que el “mantagate” ha sido el parteaguas para demostrar una vez más, que el parlamento es la caja de resonancia de la pluralidad del país. ¿Qué pasará después del “mantagate” legislativo? Estemos atentos, una nueva era se avecina.
Por hoy, es todo.
Nos leemos la próxima Nornilandia.