@BarbaraCabrera
“El
futuro no está escrito, porque sólo el pueblo puede escribirlo”
Adolfo
Suárez
Érase un país
muy, muy, muy lejano cuyo parecido con #MéxicoLindoyHerido créanme, no es mera
coincidencia.
Sepan ustedes
que esa innombrable nación ha vivido, vive y vivirá una época que se antoja de un
voraz apetito plebiscitario, traducido como de hambruna electoral.
En tiempos de
hambruna electoral: las descalificaciones se hacen presentes.
En tiempos de
hambruna electoral: las acusaciones de unos hacia los otros están a la orden
del día.
En tiempos de
hambruna electoral: los acarreos, son la constante.
En tiempos de
hambruna electoral: la compra de votos, se va gestando.
En tiempos de
hambruna electoral: se alistan los grupos de choque para reventar eventos de
los disidentes, o de aquellos que el Sistema considere sus enemigos.
En tiempos de
hambruna electoral: los políticos de siempre corren, corren, corren tras el
hueso.
En tiempos de
hambruna electoral: pululan las candidaturas independientes junto y muy cerca
del ocaso de los partidos que sobreviven con respirador artificial y costales
de dinero ciudadano.
En tiempos de
hambruna electoral: los partidos políticos se aferran a sus prerrogativas.
En tiempos de
hambruna electoral: estamos ante el bombardeo de noticias falsas.
En tiempos de
hambruna electoral: algunos venden caros sus “quereres” para hacer alianzas y
seguir pegados a la ubre del poder.
En tiempos de
hambruna electoral: los políticos besan niños, abrazan al electorado, se toman selfies con sus fans y acarician perros.
Y saludan corto-corto largo-largo, cual reinas de belleza en pasarela.
En tiempos de
hambruna electoral: seguramente agarrarán a “peces gordos” para calmar las
aguas ¿será que caiga tras las rejas Javidú? si es así, de paso que regrese lo
que se robo.
En tiempos de
hambruna electoral: seremos bombardeados con tweets y post
promocionados que intenten vender a políticos de cara y manos limpias,
portadores de un halo de inmaculados y bienhechores.
En tiempos de
hambruna electoral: los políticos compran followers,
y a los bots, no les faltará chamba.
En tiempos de
hambruna electoral: sacarán raja política de donde y como puedan, llevando agua
a su molino y con ello, votos a su favor.
Y entonces… nosotros, los ciudadanos ¿qué podemos hacer ante esa
descomunal y hambrienta clase política?
- Despójense de fanatismos.
- Requerimos de una ciudadanía atenta, proactiva.
- Ineludible ser observantes, exigentes. Actuar en consecuencia.
- Hacer uso intensivo de las redes, para estar atentos y organizarnos.
- Dar marcaje personal a todos aquellos situados en la palestra pública, a esos que mantenemos con nuestros impuestos.
- Leer más, contrastar, generar nuestra propia opinión.
- No vender el voto al mejor postor: las despensas, los monederos y los souvenirs electorales, son efímeros. La dignidad no tiene clase social.
- Llevar a las plazas públicas la resonancia del llamado, para rescatar lo que nos queda de país.
- Evaluemos antecedentes, perfiles e intenciones de quienes suspiran por un hueso.
En tiempos de
hambruna electoral: luchemos para extinguir a los dinosaurios, así como a las
alimañas políticas que se alimentan de estos.
Hagámoslo
posible y pugnemos por llevar, a la realidad la máxima de que ¡nosotros, los
ciudadanos, mandamos!
Es todo por
hoy.
¡Hasta la
próxima Nornilandia!