3 nov 2021

SI EMILIANO ZAPATA HUBIESE TENIDO TWITTER…

@_BarbaraCabrera

 

“Mi personalidad y la de los míos han sido villanamente calumniadas por la prensa banal y corrompida de la Ciudad de México”

Emiliano Zapata

 

“Tal cual una plaza pública en Twitter transitamos, conversamos, observamos; nos organizamos, debatimos, disentimos. Y lo hacemos a través de los tweets.”

Bárbara Cabrera



A propósito de que el 20 de noviembre de 2021 conmemoramos 111 años de la Tercera Transformación de México, conocida como la Revolución Mexicana haré alusión a uno de sus protagonistas, Emiliano Zapata Salazar, lo cual enlazaré con la época actual de benditas redes sociales, así como de Cuarta Transformación de la Vida Pública liderada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Di inicio a esta Nornilandia con dos frases que representan el contenido de esta columna. Por una parte, lo referente al sentir de Emiliano Zapata acerca de los medios tradicionales y la manera en que distorsionan los hechos (cualquier parecido con los medios tradicionales que actualmente propagan Fake News a la menor provocación para apoyar a la decadente y minoritaria oposición moralmente derrotada, no es coincidencia; de ahí la trascendencia de conocer la historia, para no estar condenados a repetirla); y la segunda frase, relativa a lo que representa Twitter, una de las principales benditas redes sociales.

Comienzo por dilucidar ¿quién fue Emiliano Zapata y porque es considerado un personaje crucial en la historia de México? para efecto de esta columna haré mención de aquello que sintetiza su importancia en la vida pública de este país.

Conocido como El Caudillo del Sur, fue uno de los símbolos más importantes de la resistencia campesina en México que estuvo al mando del Ejército Libertador del Sur. Sus principales ideales giraron alrededor de la justicia social, libertad, igualdad, democracia social; así como el respeto a las comunidades indígenas, campesinas y obreras.

Cuando tenía únicamente nueve años, Zapata quedó impactado al presenciar un despojo de campesinos por parte de grandes hacendados de la zona, por lo que cuestiona a su padre quien le dice no se puede hacer nada, Emiliano responde: “¿No se puede? Pues cuando sea grande, haré que se las devuelvan”.

Con tan sólo 23 años, Emiliano Zapata ya había liderado un levantamiento en la ciudad de Yautepec para plantar cara a los desmanes que allí cometía el cacique Pablo Escandón. A los 30 años, se convierte en dirigente agrario de Morelos, donde analizó documentos que acreditaban los derechos de propiedad de los pueblos sobre sus tierras, los cuales habían sido negados por las Leyes de Reforma.

Al proclamarse el Plan de San Luis, que marca el inicio de la Revolución, a Zapata le llama la atención el artículo tercero, ya que ofrecía la restitución de las tierras a sus legítimos propietarios; es así que sostiene pláticas para la toma de armas junto con Pablo Torres BurgosRafael Merino y cerca de 60 campesinos más.

Zapata, que tenía una mentalidad mucho más abierta que otros revolucionarios mexicanos, formuló su propia Reforma Agraria, conocida como el Plan Ayala por haberse promulgado en la población de Ayala, en el estado de Morelos. La reforma buscaba colectivizar las grandes tierras y liberar así a miles de campesinos e indígenas de la opresión latifundista a la que estaban sometidos. Zapata quería ser consecuente con otro de sus célebres y reivindicativos lemas: “La tierra para quien la trabaja”.

Zapata era un hombre de profundas convicciones, también abogó por el derecho a la huelga y por la emancipación de la mujer.

No obstante, el 10 de abril de 1919 Emiliano Zapata fue engañado por Jesús Guajardo, quien le hace creer su descontento con Venustiano Carranza, por lo que quería unirse a él; para ello le ofrece armamento y municiones para continuar con su lucha. Así, en la Hacienda de Chinameca, Morelos, al cruzar el dintel, tiradores escondidos en las azoteas, abrieron fuego contra Zapata y su escolta de cien hombres. Una vez asesinado, Emiliano Zapata se convirtió en el apóstol de la revolución y símbolo de los campesinos desposeídos.

Vamos ahora con la época actual, donde las redes sociales resultan ser los servicios protagonistas que circundan el ciberespacio. Se estarán preguntando ¿Por qué Twitter y no otra red social en referencia al instrumento que hubiese utilizado Emiliano Zapata?

Debido a que es una plaza pública que no pertenece a una élite, lo que la vuelve democrática.

Twitter, es el espacio idóneo donde la expresión me lo dijo un pajarito adquiere un significado propio en la era digital; y si lo convertimos en una herramienta para propagar ideas, conocimiento y propuestas, esta Red la llevamos a otro nivel. Aunado a que su ecosistema es propicio para ello, en el entendido que algunos de sus rasgos característicos lo hacen único y atractivo para hacerlo nuestro para los fines aludidos; ya que es asimétrico, breve, descentralizado, global, hipertextual, asincrónico, intuitivo, multiplataforma, sincrónico, social y sobre todo, viral.

En este sentido, Twitter se constituye en una atractiva herramienta tecnológica para la generación y provocación de cambios socio-políticos; por ende, en la época que le tocó vivir a Zapata hubiera sido un interesante aliado para ganar adeptos y organizar de manera pronta y eficaz la restitución de tierras a aquellos que fueron vilmente despojados.

Veamos a continuación algunos ejemplos acerca de como El Caudillo del Sur hubiese utilizado los tweets, los retweets y los favoritos; por supuesto en todo momento acompañado del poder del hashtag que viralizado llegaría a Trending Topic.


  




Desde mi perspectiva si Emiliano Zapata –ese gran ícono que revolucionó la vida pública del México de aquellos ayeres- hubiese tenido Twitter, sin dudarlo lo hubiese usado como una poderosa herramienta tecnológica para pugnar por los derechos de los desposeídos, a partir de la consecución de grandes reformas legales a través de sus aliados.

Hoy, tenemos esta poderosísima red social y de comunicación que bien encauzada ha contribuido y continúa siendo un componente importante para desterrar los vestigios del anquilosado régimen neoliberal.

Las expectativas son altas. El cambio de régimen en México, está en marcha. Contribuyamos desde nuestras trincheras a consolidar la Cuarta Transformación para que juntos continuemos haciendo historia.

Es todo por hoy.

¡Hasta la próxima Nornilandia!