“Si
levantas un muro, piensa en lo que queda fuera”
Italo
Calvino
La frase inicial de esta Nornilandia es lanzada como
reflexión ante el muro fronterizo que divide Estados Unidos de México. No para
que la racionalice el iracundo Donald John Trump y agregados, sino como
posicionamiento de los mexicanos de aquí y allá.
Pinche muro. Fue una de las expresiones que
escuché de viva voz de Ciro Gómez Leyva en una de sus emisiones televisivas de
su noticiero nocturno en Imagen TV, la cual me hizo recordar aquella
controvertida frase de Andrés Manuel López Obrador de hace ya algunos ayeres:
¡Al diablo con las instituciones!. Ambas flamígeras, contundentes; que revelan
parte de la realidad y sentir nacional.
De varios
plumazos el recién ungido presidente de Estados Unidos comenzó a cumplir sus
promesas/amenazas de campaña. Emitió –entre varias- una orden ejecutiva llamada “Executive Order:
Enhancing Public Safety in the Interior of the United Status” cuya
joya es la construcción del muro fronterizo, así como diversas medidas anti inmigrantes
[consultable aquí http://bit.ly/2jybzNG]
Dato cultural: ¿Qué es el muro fronterizo
Estados Unidos–México? la enciclopedia colaborativa Wikipedia señala que es una
valla de seguridad construida por Estados Unidos en su frontera con México. Su
objetivo es impedir la inmigración ilegal a los Estados Unidos. Su construcción
se inicio en 1994, durante el gobierno de Bill Clinton, bajo el programa de
lucha contra la inmigración ilegal conocido como Operación Guardián a cargo del
Fiscal General Janet Reno.
El
septuagenario Donald Trump [ese que se peleo con 46 países en dos semanas y
sumando] vociferó, a través de Twitter: pues si México no paga el muro que ni
venga EPN. Además, acusó a México de ser el único beneficiado con el Tratado de
Libre Comercio. Aseveró que Estados Unidos recuperará el control de sus
fronteras. Y le siguió y indudablemente continuará un bla, bla, bla tuitero sempiterno.
Ya se sabe, Donald es fanático del pajarito azul y sus 140 caracteres, desde
donde cree gobernar junto a su teléfono Android sin codificar.
Y aunque la
inminente [bueno, eso dice Trump] construcción de un muro fronterizo por los 3,200 kilómetros
que separan a México de Estados Unidos, parecen estar en marcha; es importante hacer
notar que México se mueve, se han dado mensajes de unidad nacional, de
solidaridad a Enrique Peña Nieto y todo parecía “estar bien” -#ayAjá- hasta que
el líder del peñismo abstracto [lean de que trata esta “filosofía”
por acá http://bit.ly/29ozYkc]
se le ocurre revivir a Virgilio Andrade [a quien seguramente recuerdan por
“limpiar” el escandaloso expediente de la
Casa Blanca de EPN y la Casa de Malinalco del ahora
aprendiz de canciller, Luis Videgaray Caso] aunado al lastre de falta de
credibilidad y legitimidad que trae a cuestas. Por ello y muchas cosas más, no habrá Trumpismo que lo borre, ni ayude.
No obstante,
el debate acerca del muro fronterizo no es nuevo, es cierto que recientemente
ha causado estridencia y miedo en las redes sociales [especialmente en Twitter]
Recuérdese que en 2006 el presidente George W. Bush firmó una Ley para
construir una valla de más de mil kilómetros en la frontera con México, la que
en medios de comunicación se conoció como “Ley de Valla Segura”, legislación
que fue aprobada tanto por republicanos, como por demócratas, incluidos los
entonces senadores Barack Obama y Hillary Clinton. #TomenNota
Aunque Peña y
Trump acuerdan no hablar públicamente sobre el muro -tómese con precaución esta
decisión-. Estemos atentos e informados. Días después de esta decisión -seguramente
unilateral- ambos personajes hablaron por teléfono y trasciende en los medios
de comunicación y las redes sociales que en ese comunicado Donald Trump le dice
a Enrique Peña –dicen que en tono casual y dicharachero- que él puede ayudarle
a combatir a los “bad hombres” que no
ha podido combatir.
Llamada que
fue confirmada, pero negado este asunto. A ese nivel hemos llegado y sucede
debido a la tibiedad de acciones, algunas de ellas simuladas y complacientes de
las autoridades mexicanas, así como a la creciente ola de corrupción e
impunidad.
Tomen nota,
aunque en apariencia parece estar ganando el establishment, es ineludible
pugnar porque un pinche muro no nos detenga. Actuemos. Sumemos, Propongamos.
Deliberemos. Lo que está prohibido, es quedarse inmovilizados, derivado del
miedo.
Es todo por
hoy.
¡Hasta la
próxima Nornilandia!