11 nov 2014

ÉRASE UN PAÍS… #YaMeCansé

@BarbaraCabrera

“Sería magnífico, yo creo, ayudar a hacer de México un lugar feliz”
Pancho Villa

¡Cuánta belleza tiene este país! Con ciudadanos en la búsqueda constante de la democracia y de mejores instituciones.
En Argentina, Francia, Irlanda, Colombia, España, China, sin olvidar México y demás latitudes, compartimos visiones y problemáticas que laten al unísono, en unos con más intensidad que otros. Cada cual intenta resolverlos o tal vez perpetuarlos, según sus intereses y necesidades.
Ya lo dijera alguna vez Julio Cortázar “No me creas demasiado optimista; conozco a mi país, y a muchos otros que lo rodean. Pero hay signos, hay signos”
Circunstancia coincidente en estos tiempos convulsos en este #MéxicoLindoyHerido, donde a partir de las adversidades, los ciudadanos comienzan a despertar. Hay signos, en efecto, de que podemos rescatar lo que nos queda de país. Lo importante es que no caigamos en provocaciones, como la acontecida hace unos días, en una evidente infiltración de un grupo violento en la manifestación sobre el caso Ayotzinapa, que grafiteo e intento quemar la puerta de Palacio Nacional, la cual en un santiamén goza de cabal salud; no así #MéxicoLindoyHerido. En lo que debemos caer es en acciones que nos permitan estar unidos y seguir hacia adelante.
Actualmente, estamos ante “autoridades” consternadas. Como olvidar el #YaMeCansé de Murillo Karam aquél 7 de noviembre, dicho en plena conferencia para “informar” sobre el caso de los 43 normalistas desaparecidos; quien reculando su desafortunada expresión ha tratado de justificar arguyendo que no se trata de un problema de vigor, sino de sentimiento. Este país tiene un “Presidente” que se dice “dolido” por el caso de los normalistas de Ayotzinapa, pero “tiene que seguir trabajando para que México no pierda oportunidades” dijo el vocero Eduardo Sánchez; por eso en medio de una crispación social se fue de gira por China y Australia. ¡Que más le dan los problemas que ha heredado y generado! ¡El extranjero no puede esperar!
¡No permitamos que esas y otras conmovedoras actuaciones, nos mantengan en este continuismo que ha estancado el progreso que anhelamos!
Los pesimistas dirían, tal cual lo expresó James Joyce “Ya que no podemos cambiar de país, cambiemos de tema”, yo diría todo lo contrario, hoy más que nunca es trascendente actuar, difundir, involucrarse; dejar atrás esa visión reduccionista de que el poder hay que entregarlo/delegarlo sin más y no saber nada más. De hacerlo, seríamos cómplices, por omisión, de la corrupción e impunidad y de todo lo que ahí derive.
Por fortuna, avanzamos, aunque no como quisiéramos y como el país nos lo demanda; y será así cuando la vida sea de tal forma que quienes lo habitemos no queramos dejarlo.
Los hechos que hemos vivido en los últimos días –y los que faltan- nos demuestran que otro México sí es posible, aunque llegar a él no será sencillo, la tarea es ardua y la comprenderemos cuando racionalicemos que no estamos ante un México sino ante muchos Méxicos.
¿Acaso tendremos que llegar al extremo irónico de colocar un letrero grande que diga lo expresado por Alberto Vázquez Figueroa: País a la deriva necesita renovar a todos sus políticos de todas las ideologías. Imprescindible no tener experiencia. Se garantiza que aprenderán a robar en un plazo de seis meses. Futuro garantizado? Como puede verse se estaría ante un círculo vicioso/tortuoso, ya que la corrupción pasaría de unas manos a otras.
¿O será que todos nosotros somos muy injustos?, ¿Deberíamos estar agradecidos con nuestros políticos que muestran, con sus lujos, que estamos en jauja? Un ejemplo lo tenemos en “La Casa Blanca” que aguarda el retorno de EPN y familia una vez concluido el sexenio; por cierto, una morada que bien podría ser de interés social, no por sus dimensiones y características, sino porque esclarecer como se adquirió, es un asunto que a todos atañe.
En un mundo paralelo, seguramente esa casa sería el premio que resulta de un “esfuerzo” inusitado por mover a México, que incluye:
·        La bienaventurada elección transparente, austera y democrática con la que el señor Peña llegó a Los Pinos.
·        La legitimidad y aprobación ciudadana que respalda al actual gobierno.
·        La certera firma del Pacto por México, donde todos fueron uno mismo, que derivó en 11 adecuadas reformas estructurales.
·    Por su ardua y efectiva guerra contra el crimen organizado, herencia de su par Felipe Calderón.
¡Muchos logros, una casa como premio y recompensa! Tal vez yo esté equivocada y no somos un país de tercer mundo y bajando; por ellos, debemos decir que estamos a la altura del primer mundo.
La realidad es que vivimos en una telenovela sexenal, tan real como la vida misma. Para muestra baste ver que una actriz jubilada ejerce el cargo de “primera dama” y que quien se asume como “Presidente” fue erigido a partir del poder de la televisión ¿queremos seguir así?
Para entender México, además de conocerlo y analizarlo; hay que vivirlo.
¿Este país tiene esperanzas? Tomemos en cuenta que el edificio democrático debe tener como principal cimiento un gobierno legítimo y efectivo, con una ciudadanía que se asuma y ejerza como tal. Avancemos, sin maquinaciones, ni simulaciones.
Por hoy es todo.
¡Nos leemos la próxima Nornilandia!