21 may 2013

FUEGO “AMIGO” #Calderonistas vs #Maderistas


@BarbaraCabrera

“Acostumbrados a ser obedientes, porque siempre os ha de tocar obedecer”
Maintenon

Que del PAN solo quedan las migas, dicen.
Para muestra veamos el acontecimiento más reciente que ha motivado a analistas, columnistas y medios de comunicación a centrar su atención en dos personajes que forman parte del multifacético mundo de la política: Gustavo Madero y Ernesto Cordero. Ellos se ostentan, respectivamente, como Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN  y el otro como Senador de la República por el mismo instituto político, quien hasta hace poco fungiera como Coordinador de sus correligionarios y culmina en agosto de este año la Presidencia de la Mesa Directiva.
Los dimes y diretes de uno y otro bando no se han hecho esperar. Después de una clara desbandada de militantes del PAN y alguno que otro asunto espinoso; Calderonistas y Maderistas han desatado una lucha mediática que hizo que el líder de los primeros lanzará un tweet con un claro mensaje a quien dirige los destinos de un partido que, de haber tenido la Presidencia de la República, pasó a ser la tercera fuerza política y cito textual:
“Vieja regla del PAN: los asuntos internos se ventilan internamente. Cuando los presidentes la preservábamos el partido avanzó notablemente”
Se dice que el pleito dio inicio cuando Cordero Arroyo presentó una iniciativa político-electoral a nombre de los senadores del PAN, aunado a su imprudencia de ir -con sus declaraciones y acciones- contra el Pacto por México, del cual Madero amagó una y otra vez salirse (al final quedó como amigo de este y sus patrocinadores, hasta convertirse en promotor plenipotenciario del addendum del pacto)
Tal parece que los personajes más visibles del PAN están acostumbrándose a accionar el fuego amigo a la provocación de “quien se queda con los restos” (léase Calderonistas) o “como quedar bien con el gobierno en turno” (entiéndase en este sector a los Maderistas). Recordemos que esta práctica no es nueva, ni les es ajena; la tuvieron Josefina Vázquez Mota y el mismísimo Ernesto Cordero, quienes al aspirar a la candidatura por la Presidencia de México, se enfrascaron en memorables ataques que pronosticaban lo que hoy queda del panismo. También se vivió en los inicios del Pacto por México.
Madero ha expresado “el legislador busca denostar y confundir a los panistas con sus críticas” dijo además que era uno de sus brazos políticos, pero estaba “dislocado” Y remata al advertir que Cordero “tiene más de la agenda de Andrés Manuel López Obrador que la del PAN” y que ese fue uno de los motivos para destituirlo.
Cordero no ha guardado silencio; dijo públicamente “me parece inoportuno hacer este relevo de cara a las elecciones” y sentencio “el PAN no puede ser un satélite del PRI, sino que debe seguir siendo responsable y no perder su capacidad de denuncia y contrapeso”. Cabe señalar que este actor político no está solo, ya que 24 de 38 de sus compañeros senadores ha signado una carta de apoyo (véase texto íntegro aquí http://eleconomista.com.mx/sociedad/2013/05/20/carta-senadores-pan-gustavo-madero) motivo que no fue suficiente para que Gustavo Madero reculara y dijera al estilo peñanietista “aguanta Cordero”. Hoy, ni su mantra “valor, determinación y coraje” salvaron a Ernesto Cordero de ser destituido.
Lo cierto es que ahora el PAN toma como rehén a la Cámara Alta del Poder Legislativo ¿no sería mejor que los propios senadores eligieran a su coordinador? Con los hechos, el mensaje es que ante todo y por encima de todo más vale tener un gen inamovible de disciplina partidista donde la obediencia es valor fundamental ¡que más da si los sentados en una curul deben representarnos! Para ellos, eso parece ser lo de menos.
Lo que es preciso no perder de vista es el estilo hosco, tendencioso y ambivalente de hacer política de Gustavo Madero; y que decir de los intereses a los que obedece Ernesto Cordero ¡cómo olvidar los 6 mil pesos y su premio de consolación como Senador Plurinominal patrocinado por el auto exiliado Felipe Calderón! Si acaso ocurre, la nómina que pagamos con nuestros impuestos nos lo recordará.
En palabras orwellianas, lo que sucede en el Partido Acción Nacional se antoja como una bizarra representación de la rebelión en la granja.

Por hoy es todo.
¡Hasta la próxima Nornilandia!