@BarbaraCabrera
“La cultura judicial, como no podía ser de otra forma
luego de vivir más de 70 años en un régimen autoritario,
no parece muy preocupada por el proceso de apertura democrática,
y mantiene viejos rituales de cerrazón, secretismo y sigilo
que no tienen demasiada justificación en la actualidad”.
Miguel Carbonell
Esta Nornilandia, la dedicaré a reflexionar sobre la transparencia en el Poder Judicial en México; donde al mismo tiempo que el proceso de autonomía de éste avanza, no se puede afirmar lo mismo respecto al derecho de acceso a la información pública, la rendición de cuentas y la transparencia en este Poder. Por el contrario, puede afirmarse que el Poder Judicial es uno de los mas opacos en el país y, por consecuencia, donde menos ha permeado el sentido de por qué debe haber transparencia y para qué.
Y es que al interior del Poder Judicial como bien señala Miguel Carbonell Sánchez:
"(..) por años, los jueces habían jugado un papel menor en la arquitectura del Estado. La dominación priísta había alcanzado también a acallar y mantener subordinado a un poder que contaba con pocos recursos y cuyos integrantes en su gran mayoría nunca lucharon por la entonces imposible tarea de hacer valer la Constitución frente a los designios presidenciales"
La cultura del secreto sigue siendo, en buena medida, parte de la vida de los juzgadores mexicanos. En el mundo jurídico mexicano todavía hay quienes afirman que el juez sólo debe hablar a través de su sentencia. O quienes piensan que el acceso a la información y la transparencia no es compatible con nuestro sistema legal.
La esperanza, no debe perderse; y es que con el surgimiento y posible consolidación de la Ley de Transparencia y acceso a la Información Pública Gubernamental; el Poder Judicial tiene la tarea imperiosa de ponerse al día e iniciar el proceso necesario para permitir el acceso a la información de la documentación pública que resguarda, siempre y cuando protega los datos personales; elaborando, lo que los especialistas en transparencia conocemos como versiones públicas.
Un tema importante y que continúa pendiente en la agenda nacional, es lograr poner a disposición la documentación judicial disponible en los sitios de Internet de este poder, en el ámbito estatal y federal, para enriquecer la interacción entre el trabajo del juzgador y los distintos sectores de la sociedad a través del vínculo de la información.
Porque no es posible articular un sistema básico de rendición de cuentas o de escrutinio social sobre el trabajo de los administradores de justicia si se desconoce qué deben hacer, qué esperar de la actuación de los jueces y bajo diretrices se conducen al emitir sus resoluciones o aplicar justicia.
¿Será acaso que a mediano o largo plazo la actividad jurisdiccional sea puesta en la vitrina pública, por supuesto con la respectiva protección de datos personales, para que los simples mortales conozcan el manejo de este importante Poder? Lo dejo a la reflexión.
Es todo por hoy.
¡Hasta la próxima Nornilandia!