16 dic 2010

PUNTO FINAL A GOBIERNOS IMPROVISADOS


@BarbaraCabrera

“Cuando alguien asume un cargo público,
debe considerarse a sí mismo como propiedad pública”
Thomas Jefferson



La tarea gubernamental es, en si misma, compleja. Y debiera ser analizada desde varias aristas. Así que en esta ocasión me voy a referir a la improvisación gubernamental; que dicho sea de paso, incide en los tres niveles de gobierno y necesariamente repercute en la calidad de vida de la ciudadanía.

En esta tesitura, gobierno, que proviene de kubernao saitam o “capitan de barco”; en general hace referencia a las autoridades que dirigen, controlan y administran las instituciones del Estado. Éste consiste, en términos llanos, en el ejercicio del poder del Estado.

Entonces, ¿en que consiste gobernar? Y es una pregunta que tal pareciera no se han planteado diversos políticos que hoy están al frente de tan noble labor. Y los que posiblemente si han racionalizado la cuestión que implica esta acción, puede ser que no diluciden su trascendencia. Por ello, yo les ayudaré a definir lo que es “gobernar”. Empiezo por decir que proviene del latín gubernáre; la Real Academia Española conceptualiza gobernar en diversas acepciones, y las que interesan para efectos de esta Nornilandia son: 1. Mandar con autoridad o regir algo. 2. Dirigir un país o una colectividad política y 3. Guiar y dirigir.

Otro elemento indispensable para esta Columna, es definir la improvisación; para ello de nueva cuenta acudo a la RAE, que hace alusión a improvisar, proviene de improviso como hacer algo de pronto, sin estudio ni preparación. Me parece que sobre este concepto no es preciso decir más. La palabra preparación es fulminante.

Ya desmenuzados los elementos: léase gobierno e improvisación. Podemos percatarnos que en un estudio concienzudo de nuestros representantes, autoridades y/o mandatarios, éstos se alejan en cierta medida de lo hasta aquí visto. Y no hace falta que los gobernados sean especialistas en medición de desempeño gubernamental para percatarse de dicha situación.

Los gobiernos que suelen ensayar con la ciudadanía, pretextan algunas ocasiones su falta de experiencia o bien, argumentando que porque la administración pasada dejo rezagos, deficiencias o adeudos. Ahora, si esto lo extendemos a cada uno de los 2,435 municipios; a los 31 Estados y el Distrito Federal y a nivel federal, tenemos una primera aproximación de porque México no avanza en sus estándares y calidad de vida.

Así que, en el ánimo de ser propositiva y como un primer momento invito a que hagamos uso de las distintas herramientas de participación ciudadana con las que contamos; una de las cuales consiste en las solicitudes de acceso a la información pública gubernamental, que sirve como un mecanismo que nos ayudará a tener documentación necesaria para la toma de decisiones desde la sociedad civil organizada. En consecuencia, de manera paulatina terminaríamos con la improvisación gubernamental que tanto daña a la sociedad y los resultados están ahí.

Finalizo haciendo alusión a una máxima que advierte “la ciudadanía tiene el gobierno que merece”; aseveración con la que no coincido por una sencilla razón: cada vez somos más los interesados en la res pública, así que los exhorto a que con independencia de los partidos políticos incidamos desde nuestra trinchera para construir ciudadanía y en consecuencia desterrar a los gobiernos improvisados.

Es todo por hoy, ¡nos leemos la próxima!