12 sept 2012

"MUCHOS MÉXICOS"



@BarbaraCabrera

“Mis primeros recuerdos tienen que ver con la revolución y éstos influyeron el resto de mi vida. Comprendí que no había un México sino muchos Méxicos”
Fernando Benitez

En plenas fechas patrias para este México lindo que continúa herido, pero que ahora se ha vuelto dividido; donde celebramos la independencia del país como consecuencia de haber transitado por un proceso político-social resuelto por las armas–periodo conocido como la guerra de independencia que dio comienzo el 16 de septiembre de 1810 con el famoso grito de Dolores y finalizó el 27 de septiembre de 1821 con la entrada del ejército trigarante a la Ciudad de México- se torna imprescindible hacer un ejercicio introspectivo acerca de la situación actual que impera en el país.
A través de las diferentes entregas de esta Columna, he presentado múltiples aspectos de crítica al poder para provocar el pensamiento crítico-analítico y reflexivo; y derivado de ello actuar en consecuencia; la meta, es lograr que la ciudadanía se levante de su cómodo sillón de status quo donde cada cual sea responsable de hacer lo que le corresponde ¡ni más, ni menos! ¿Suena sencillo, verdad? Entonces, ¿a que se debe que no terminemos por sacar adelante este país?
Al igual que ocurre en otras latitudes, hoy en día la división social esta presente en México; misma que se da por diferentes factores: las ideologías partidistas y religiosas; desigualdad económica; falta de acceso a las nuevas tecnologías y así podría seguir enumerando. Es un hecho, existen muchos Méxicos en los cuales confluyen elementos que de una u otra manera perjudican a todos quienes habitamos este territorio, a saber: tenemos instituciones carcomidas, con presupuestos que no terminan por alcanzar; con políticos que se reciclan una y otra vez.
¿Qué nos queda? Ser ciudadanos, lo he dicho y lo reitero. ¿Es acaso oportuna una nueva revolución? En efecto, pero distinta a la armada.; ya con esta guerra que no es guerra –según Calderón- suman más de 70 mil muertos y contando. ¡Ya no más!
Lo mejor que puede darnos una revolución en estos momentos, es aprender a pensar por nosotros mismos; a cuestionar a la autoridad y a decir no cuando el status quo comodón aparece ante nosotros para seducirnos y regresarnos al modo de simulación ciudadana, donde la pasividad es la cereza de las “cualidades”.

Es todo por hoy. ¡Nos leemos la próxima Nornilandia!

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