13 jun 2018

GOOOOOL… llegó la fiebre futbolera


Dra. @_BarbaraCabrera

“Un país habrá llegado al grado máximo de su civismo cuando en él se celebren partidos sin árbitros”
José Luis Coll

Ahora que tengo su atención. Los invito a seguir leyendo.
Pasaron los tres debates presidenciales. La alineación se hizo presente en la cancha donde cada jugador hizo lo suyo: Andrés Manuel López Obrador finteo bien a sus adversarios, corría hacía la portería para anotar un gol, mostrando quien va primero en las encuestas y preferencias. Sus lejanos adversarios José Antonio Meade y Ricardo Anaya, a ratos desesperados, se metían zancadillas entre ellos para tirarse y tal vez lograr que el árbitro les concediera un tiro libre directo, como si eso los fuera salvar de la goliza de su principal rival. Meade pretendió hacer su jugada maestra y resultó que al hacer tiro de esquina, golpeo el balón con el poste. Ricardo Anaya con su peculiar estilo intentó golear, y lo suyo terminó en un rudimentario autogol.
¿Y Heliodoro Rodríguez? bueno, el candidato sembrado por el TRIFE estuvo ahí, a media cancha, representando su papel de “El Bronco”. Mientras que los árbitros en esta ocasión intentaron (y lo lograron más que en los debates anteriores) llevar a los candidatos para que contestarán las preguntas de la afición; es decir, llevaban las tarjetas amarillas y roja bien afiladas.
Este tercer y último debate presidencial se vislumbraba un partido de alto riesgo, no fue así. A pesar de las rabietas de Ricardo Anaya contra López Obrador, que al estilo de esos jugadores que gritonean al árbitro por ser amonestados, se mostró poco deportivo en la escena político-electoral. Por cierto, a quien estuvieron a punto de sacarle la tarjeta roja fue al autodenominado “Bronco”, quien valiéndole las reglas del juego, sacó su celular. Cuando le fue llamada la atención, en su rudimentario comportamiento solo atinó a decir: “estaba viendo la hora”
Mientras desde el palco, nosotros los ciudadanos, expectantes tuiteamos los mejores momentos.
Es el 1 de julio, día cero en que tenemos la posibilidad de elegir a quien nos representará y gobernará. Contrario a lo que opinan algunos, considero que estos días pueden ser decisivos; es preciso no confiarnos y seguir haciendo llamados para que todos informados y en libertad, salgamos a votar. Si nos descuidamos y no lo hacemos, estamos lanzando a México, al precipicio.
El 14 de junio comienza el mundial y con el silbatazo inicial los ánimos estarán dirigidos al deporte de la patada, sin importar que de la patada estamos en un país futbolero que grita gooooool con una pasión exacerbada, donde a pesar de la situación algunos suelen guardar silencio ante los llamados que implican la construcción de una ciudadanía proactiva, propositiva, revolucionaria, contestataria. De esa que no se deja inmovilizar por políticos que se creen dueños del poder.
Y en esta fiebre futbolera, vale la pena llamar la atención de los pamboleros que solo sueñan, comen y viven del fútbol. Decirles que a la par de las porras a su selección de preferencia, hagan lo suyo en la palestra socio-política. Salir a votar es hoy un acto que se debe volver impostergable, por el rescate de este aún #MéxicoLindoyHerido.
No sean solo espectadores, los invito a que juguemos y lo hagamos bien. Pues en estos días no solo se disputa una copa del mundo, sino el destino de un país entero. Luego no digan que no se los advertí. Reflexionemos. Actuemos.
 Es todo por hoy.
¡Hasta la próxima Nornilandia!