25 feb 2014

“TROFEO SEXENAL”

“No es que los políticos sean malos, ni mal intencionados; lo que ocurre es que algunos tienen la moral distraída”
@BarbaraCabrera

En esta ocasión el tema de moda es: la recaptura del chapo. La cual ha sido oportuna para que las autoridades (voluntaria o involuntariamente) logren distraer la atención de grandes pendientes nacionales: las reformas estructurales que provocan malestar ciudadano y que están en la etapa de las letras chiquitas, por aquello de las leyes secundarias; la simulación del deteriorado Sistema Educativo, que por más reformado no se ve un cambio efectivo; el ineficiente combate a la pobreza, y la lamentable política pública “cruzada contra el hambre” que dista de ser realista y eficiente; el incremento al precio de la gasolina, que poco le falta por llegar en la estratósfera; y tantos más que de enumerarlos no terminaría.
En estos días, aquél personaje se ha convertido en el mito genial del gobierno federal, erigido (aunque lo nieguen) en el trofeo peñanietista. Mismo personaje que causo dolor de sexenio a Vicente Fox y Felipe Calderón, que hoy se vanaglorian de que Joaquín Guzmán Loera esté recapturado y tras las rejas. El primero llamando zonzos a quien cree que él lo dejo escapar hace 13 años; el segundo, tropezando en Twitter para ser el primero en felicitar al gobierno federal y sus dependencias por su captura, pero equivocándose de institución.
No obstante, para un país como el nuestro y en las condiciones que se encuentra, la del chapo es una parte pequeñísima de lo que se requiere para librar la guerra contra el narco, el crimen organizado y cuanto delito se sume. Lejos, muy lejos estamos todavía para recobrar lo que hemos perdido.
Cae un capo y otro asume la estafeta, ya se habla del Mini Lic como sucesor de Joaquín Guzmán. En la lista de la Procuraduría General de la República (PGR), entre los “peces gordos” del narcotráfico que continúan prófugos están: Ismael “El Mayo” Zambada García; Juan José Esparragoza Moreno, “El Azul”; Vicente Carrillo Fuentes, “El Viceroy”; Juan Pablo Ledezma; Héctor Beltrán Leyva; Fernando Sánchez Arellano; Servando Gómez Martínez, “La Tuta”; Ignacio Rentería Andrade; Enrique “El Kike” Plancarte Solís; Maxiley Barahona, “El 19”; y, Sergio Ricardo Basurto Peña, “El Grande”.
Actualmente, además del Cártel de Sinaloa, liderado por el chapo, coexisten, según datos de la PGR, 8 grandes organizaciones delictivas: Los Zetas, el Cártel del Pacífico, los Arellano Félix, la Familia Michoacana, Los Caballeros Temparios, el Nuevo Cártel de Juárez, el Cártel de la Barbie y los Beltrán Leyva; que a su vez controlan decenas de grupos, células y pandillas. (Vean en el siguiente link información complementaria http://contralinea.info/archivo-revista/index.php/2013/06/02/los-89-carteles-arrasan-mexico/)
Y aunque ha trascendido que la PGR ya negocia con el chapo para que, bajo el esquema de testigo protegido, proporcione nombres y apellidos de aquellos con los que tuvo tratos, buscando revele nombres de funcionarios y empresarios relacionados con su cártel. Por supuesto, sabemos que de ser cierto será para evitar que el capo sea extraditado. No descartemos que en ese listado solo serán apuntados aquellos que convenga al gobierno en turno; no obstante, ha saltado Miguel Ángel Osorio Chong, quien ostenta la Secretaria de Gobernación para negarlo todo. Ya veremos que ocurre, porque el teléfono descompuesto y la información contradictoria parece ser un común denominador, en este y otros asuntos.
Por otro lado y no muy separado de sumar adeptos al trofeo sexenal, están los políticos implicados en delitos que dañan y aderezan el estatus de #MéxicoLindoyHerido. Unos ya están la cárcel gozando de trato VIP (Elba Esther Gordillo y Andrés Granier) y otros muchos, impunes (Humberto Moreira, Mario Marín, Fidel Herrera, Genaro García Luna, Romero Deschamps, Gómez Urrutia; solo por mencionar unos ejemplos, la lista es inmensa);  derivado de la complicidad, complacencia y protección de sus benefactores sexenales. Los delitos son variados y esencialmente su naturaleza radica en el desfalco a las arcas públicas.
¿Cuál de las dos organizaciones es más peligrosa para el país? Una es claramente ilegal, la otra se escuda en la ley para ejercer un poder desmedido. Lo dejo a la reflexión.

Nos leemos la próxima Nornilandia.