@_BarbaraCabrera
“Aun cuando en política es más
peligroso subestimar la fuerza de los adversarios que sobreestimarla, sostengo
que hagan lo que hagan, no regresarán al poder los oligarcas; continuará
prevaleciendo, en nuestro querido México, una auténtica y verdadera democracia”
Así lo expresó el 18 de marzo el
Presidente Andrés Manuel López Obrador
El proceso de
transformación que actualmente vivimos en México a nivel federal bajo el
liderazgo del Presidente Andrés Manuel López Obrador con el acompañamiento del
pueblo soberano, ese que los conservadores se niegan a reconocer, pero que existe
y está presente, y cuando nos reconocen los conservadores es solo para mendigar
nuestro voto para inmediatamente maltratarnos y vilipendiarnos.
El llamado es no
dar ni un paso atrás, pues sabemos de qué están hechos esos que forman parte del
impresentable club de opositores moralmente derrotados que subidos en su “marea
rosa” dicen ser quienes van a salvar a México a través de un gobierno de coalición
(risas grabadas) Sí, así es; se agarran de las manos, se abrazan y acurrucan para
recuperar lo que creen suyo. Se han perdido el asquito y han perdonado sus
corruptelas, para sentirse inmaculados y merecedores de aquello que jamás fue
suyo: nuestro querido México.
En esta
vorágine, el cambio de régimen llamado Cuarta Transformación, no está exento de
vicisitudes ocasionadas por aquellas instituciones neoliberales de las que les platiqué
la Nornilandia pasada. De ello les hablaré en esta ocasión y así comprenderemos
cual es el Plan C.
Resulta que cual
encarnación del ciudadano Vargas –ese despreciable personaje de la Ley de
Herodes que extasiado resolvió cortar hojas a la Constitución para acomodarla a
su gusto, uno de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación llamado
Javier Laynez Positek
El aludido
personaje, quien ostenta el cargo de Ministro de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación; decidió de mutuo propio –sin que se lo pidiera el entonces
consejero presidente del INE Lorenzo Córdova- dejar sin efectos toda la reforma
en materia electoral conocida como plan B.
Al respecto, la
Consejería Jurídica de la Presidencia lanzó un comunicado al pueblo de México
el 26 de marzo de 2023 para hacer saber lo que está ocurriendo.
Leo textual
algunas de las consideraciones de dicho documento:
“Para conceder suspensión, ministro
Laynez arrancó hojas a la Constitución.
El artículo 105, fracción I de la
Constitución mexicana prohíbe las controversias constitucionales en materia
electoral.
En contra de lo que prevé
expresamente la norma fundamental, el ministro de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación (SCJN), Javier Laynez Potisek, decidió admitir a trámite la controversia
constitucional presentada por el Instituto Nacional Electoral (INE) y conceder
una suspensión total para que no surta efectos el decreto expedido por el
Congreso de la Unión que modifica diversas leyes en materia electoral, cuyo
objeto es reducir los costos burocráticos de las elecciones y afianzar los
principios democráticos para que los derechos político-electorales de la
ciudadanía sean verdaderamente respetados y no ocurran más fraudes, como en el
pasado.
El pueblo de México debe saber que
no es común que, en viernes por la noche y sin notificar formalmente a las
autoridades, la Corte anuncie públicamente una determinación tan relevante;
como tampoco es normal que se admita a trámite una controversia constitucional
en materia electoral porque la Constitución no lo permite y, menos aún, había
ocurrido en la historia de nuestro país que un solo juez constitucional dejara
sin efectos la totalidad de una ley electoral aprobada legítimamente por el
Poder Legislativo y ordenara revivir las disposiciones derogadas, lo cual sólo
puede determinarse, en su caso, mediante una sentencia definitiva aprobada por
al menos ocho ministros.
Es decir, se trata de régimen de
excepción que modifica los precedentes jurisprudenciales en la materia y anula
por completo la presunción de validez constitucional que toda norma general
posee, ya que la ley constituye la expresión de la voluntad popular a través de
sus representantes electos democráticamente.
La Constitución solo faculta a la
SCJN para conocer de las controversias donde se cuestione la regularidad
constitucional de las normas generales, actos u omisiones, con excepción de las
que se refieran a la materia electoral; esto es, existe una restricción
constitucional expresa para que no se discutan las reglas electorales entre los
órganos del Estado, pues no es función del árbitro electoral cuestionar las
normas jurídicas que el Poder Legislativo tuvo a bien expedir.
Es falso que se pongan en riesgo
los derechos fundamentales de la ciudadanía, así como la organización de las
elecciones, ya que no existe ningún proceso electoral federal en curso, por lo
que se trata de una resolución injustificada e innecesaria. El Estado de
derecho jamás ha estado amenazado con la aprobación de las reformas a las leyes
electorales y, por el contrario, con su aprobación se garantiza el ejercicio
eficiente de los recursos públicos para consolidar nuestro régimen democrático
a un menor costo para los contribuyentes.
Ante esta serie de arbitrariedades
y una vez que se notifique formalmente dicha resolución, el Ejecutivo federal,
a través de su Consejería Jurídica, impugnará la decisión del ministro Laynez
Potisek”
Hasta aquí el
comunicado del Gobierno Federal al pueblo de México.
Mientras tanto,
el Presidente López Obrador, al que respaldamos millones de mexicanos y que
goza de altos porcentajes de aprobación tanto en el país como en América
Latina, al mismo tiempo de ser considerado por Morning Consult como el segundo mejor presidente del mundo; afirmó
en La Mañanera del 28 de marzo de 2023 que si cancelan en definitiva el plan B,
que es una reforma electoral acotada –ya que no es la reforma constitucional
que hace falta- vamos con el plan C, que no va a ser bloqueado y ese no falla:
convocar al pueblo a continuar la transformación.
Como
acertadamente lo dice el Presidente López Obrador, sigamos trabajando desde
abajo y con la gente, sin descuidar la revolución de las conciencias, para
continuar avanzando en el cambio de mentalidad y seguir politizando al pueblo
cada vez más consiente, con el cual se ha avanzado mucho. ¡Exaltemos el
humanismo mexicano! Sumemos nuestra lealtad a la transformación de México,
porque el pueblo no traiciona.
Lo logramos en
2018, así que en las próximas elecciones y en las subsecuentes ¡acudamos
masivamente a las urnas y a través del voto hagamos posible que siga la
transformación!
No habrá nada:
ni conservadores, ni oligarcas, ni traicioneros al movimiento, ni odiadores a
ultranza, ni corruptos, ni “progres buena ondita” que detengan el poder del
pueblo soberano y empoderado.
Las bases están
sentadas, Andrés Manuel ha luchado por décadas para darnos el México de
bienestar y próspero que estamos alcanzando, sigamos su ejemplo ¡hay relevo
generacional! honremos su lucha, su liderazgo y legado. ¡Nada de zigzaguear!
¡Vamos con todo con el Plan C!
Es todo por hoy.
¡Hasta la
próxima Nornilandia!