@BarbaraCabrera
“La
política es el campo de trabajo para ciertos cerebros mediocres”
Friedrich
Nietzsche
Era la
madrugada del 31 de mayo de 2017. Justo antes del amanecer. El reloj marcaba
las 5:09 am. A través de la red de los 140 caracteres, es lanzado un
desconcertante tweet por el
septuagenario Donald Trump, donde se reta a todos a descifrar el significado de
Covfefe.
¿Error
tipográfico? ¿Palabra clave para algunos? ¿O una simple ocurrencia-distractor
lanzada por un recalcitrante tuitero? Lo cierto es que Donald no ha dado
muestra de sensatez, y posiblemente Covfefe sea solo uno de los muchos, muchos
disparates que veremos de un personajazo llevado a la Casa Blanca.
Trump ha
llegado lejos y no solo me refiero a que los republicanos, tomándolo en
serio, lo dejaron ser su candidato presidencial, tampoco se relaciona con el desconcertante
Sistema Electoral norteamericano que le permitió salirse con la suya. Ahora,
dicho personaje toma decisiones desparramado en su silla ubicada en el Despacho
Oval. Podría decir, allá ellos; pero no lo haré, debido a que estamos en un
mundo globalizado y unido de múltiples maneras, cada cual con su soberanía;
cada cual con sus gobernantes. Pero al final, unidos y tan distantes. ¡No!, cuando
aludo la expresión: Donald Trump está llegando lejos, afirmo que el presuntuoso
y soberbio señor se está pasando de lanza. Veamos porque.
A escasos
meses de que el Trumpudo jurara como el presidente 45 de los Estados Unidos de
Norteamérica, se ha ensañado con los mexicanos, amenazando a medio mundo con
declaraciones estruendosas y tweets
mal redactados. Ha firmado diversos Decretos para imponer su desquiciada
voluntad. Ha declarado como Fake News
a los medios de comunicación que no lo alaban, ni favorecen. Aventó al Primer
Ministro de Montenegro, Dusko Markovic, para hacerse lugar al frente de un
grupo de mandatarios en una reunión en la OTAN.
Tapó a Angela Merkel en una fotografía del G7. Saluda toscamente
a sus homólogos, triturándoles la mano. Seguramente Donald considera lo
anterior poca cosa, minucias; vaya de que se quejan, si solo actúa conforme a
su naturaleza.
Recientemente
Trump asevera que Estados Unidos saldrá del Acuerdo de París contra el cambio
climático, por así convenir a los intereses de su Nación. Y lo hace en medio de
una crisis medioambiental sin precedentes. Se preguntarán ¿y que nos importa si
este personajazo abandona el Acuerdo? por una simple y contundente razón: aquel
país, es el segundo más contaminante del planeta.
Recuérdese, el
cambio climático es cosa seria y un ignorante como Trump solo ve la situación
con símbolos de dólar y desde el cerro de la ignorancia; de ahí la necesidad de
intensificar acciones -individuales y colectivas- para contribuir a un mejor
medio ambiente. Deliberemos ¿Estamos haciendo algo para rescatar al asfixiado
planeta? ¿O acaso anhelan ingresar al club de ecolocos donde Donald Trump tiene
membresía platinum?
Como va la
situación aquí y allá, nos irá del Covfefe y no habrá Declaraciones, Acuerdos,
Leyes y Días Mundiales, en pro del medio ambiente que nos salven.
Reflexionemos.
Actuemos. Aún es tiempo.
PD. Para
profundizar en estos tópicos, los invito a leer un artículo de mi autoría
llamado ¡Salvemos al mundo! el cuidado del
medio ambiente, en Revista Quaestionis, número 30, año 4, marzo-abril 2017 http://bit.ly/2nxtzws
Es todo por
hoy.
¡Hasta la
próxima Nornilandia!