@BarbaraCabrera
“¡Viva
México, hijos de la Chingada !
verdadero grito de guerra, cargado de una electricidad particular, esta frase
es un reto y una afirmación, un disparo dirigido contra un enemigo imaginario,
y una explosión en el aire”
Octavio
Paz
Septiembre, no
solo es el noveno mes del año, ni la antesala donde comenzamos a sentir que el
año se está marchando a pasos presurosos. Septiembre, es el mes en que la
mexicanidad brota por los poros; es cuando la mayoría se siente bien patriota.
Época en que la vendimia de banderitas y objetos de tocho morocho [de todo un poco] que conmemoran el sentir
nacional, inundan nuestras existencias; prueba de ello son las principales
avenidas que son engalanadas con adornos luminosos, donde los políticos
–algunos mas canijos [malas
personas] que otros– compiten para ver quien tiene la mejor idea y los más
grandes e iluminados ornamentos, como si eso fuera prueba de sus quereres por
un país que a gritos silenciosos quisieran ser dirigido por mentes menos
malévolas y corruptas a aquellas que lo tiene maniatado.
¡Viva México
cabrones! es la máxima que algunos enarbolan por todo lo alto, para celebrar,
festejar y manifestar su amor por México. Mientras tanto viven en el ya merito [en un momento
(indeterminado)], se echan un coyotito
[duermen la siesta] entre tanto llega la próxima celebración; situación que
quienes ejercen el poder aprovechan y se regodean para hacer de chivo los tamales [tranzar, engañar] al pueblo.
Y aunque esta
Nación esta chida [bonita, padre],
tenemos por ahí políticos chingaquedito
[alguien que fastidia con insistencia] que nos han puesto, a través de la
historia y cada vez con más intensidad a parir
chayotes [sufrir para hacer algo o hacerlo con extrema dificultad] y las
Reformas Estructurales, lo saben. La época que nos toca vivir está cañon [está difícil]
Dilucidemos ¿que
tan real es ese amor a la
Patria ? ¿Una ceremonia de grito de independencia en el Zócalo
capitalino es suficiente para celebrar México?
Los males de
#MéxicoLindoyHerido no son pocos. Constancia de ello lo vemos en los diarios,
en las noticias; en las redes sociales, en las calles, en la vida diaria; que
nos muestran instituciones desgastadas, gobernantes y representantes lejanos a
la realidad; ante la aún somnolencia de un porcentaje poblacional que considera
no puede incidir en las decisiones públicas, o que creen que no les
corresponde; esos que conforman el gremio de sepa la bola [no lo sé] y a los que les vale un reverendo cacahuate lo que acontece [no les importa];
aunado a los malhoras [mala gente]
que aplauden a su político preferido, sin pedirles que rindan cuentas de su
actuar y omisiones; no obstante, aún tengo la esperanza
Seguiré
insistiendo, hagamos algo hoy para rescatar lo que nos queda de país, antes de
que chupe faros [se pierda, muera],
de lo contrario ni yendo a baliar a
Chalma [algo imposible, sin solución], lo recuperaremos. Lo dejo a la
reflexión, invitando a celebrar verdaderamente a México con acciones. ¡A darle que es mole de olla! [de prisa
que no hay tiempo]
Por cierto, suscribo
la convocatoria de no asistir a la ceremonia del grito este 15 de septiembre en
el zócalo; para el Enrique Peña Nieto, sus secuaces y aplaudidores, dejen de hacerse guajes [hacerse los tontos, los
que la virgen les habla, los desentendidos]. Es necesario llevar a cabo actos
de desobediencia civil, no permitamos mantener el status quo que no solo ha dañado a este de por sí
#MéxicoLindoyHerido, sino que lo lleva en retroceso.
Es momento de
hacer manifiestas dos situaciones al mundo entero: a) lo bello que es México; y
b) balconear [poner en evidencia] la
corrupción auspiciada por políticos, instituciones y gobernantes, para actuar
en consecuencia.
Faltan dos
años para que concluya en Peñato; no obstante, sus ruinas, las padecemos todos,
todo es cuestión de cantidades.
Ahí nos vidrios [nos vemos después]
Hasta la
próxima Nornilandia.