@BarbaraCabrera
“La
política es el campo de trabajo para ciertos cerebros mediocres”
Friedrich
Nietzsche
Ha pasado con
más pena que gloria el 1 de septiembre, día en que se presentó el 4to. Informe
de gobierno del Peñismo. Parafernalia que antes se vivía entre aplausos, vítores,
alfombra roja, besamanos, transmisión televisiva ininterrumpida del discurso
del preciso en turno y carros alegóricos que recorrían calles de Los Pinos a
Palacio Nacional, en la que se veía al titular del Ejecutivo, saludando [corto
corto, largo largo], con la respectiva celebración post-informe. Hoy, y desde
hace algunos sexenios, el informe de gobierno y la figura que decora la
presidencia de la república, constituyen un acto de vulgaridad y cinismo.
Esta vez debido
a su baja popularidad, el señor Peña fue asesorado para emitir mensajes que
pretendían tocar las fibras sensibles de los corazones de los mexicanos,
utilizando personas que contaban sus historias y EPN remataba el spot arguyendo “lo bueno, casi no se
cuenta; pero cuenta mucho” y fue más allá al cambiar el formato de los tres
años anteriores, donde se le veía leyendo un telepronter para pronunciar su
mensaje a la Nación.
En esta
ocasión el #4toInforme se circunscribió a un diálogo -a partir de preguntas
directas que se sacaban de una tómbola- con 300 jóvenes del país, seleccionados
[a modo] por la Oficina
de la Presidencia ,
[acá la nota de los asistentes http://www.sinembargo.mx/02-09-2016/3087640] evento
moderado por Ezra Shabot que evidenció la puesta en escena, un acto de
simulación; un show montado con jóvenes
priístas de utilería con preguntas a modo, a las cuales sorprendentemente
Enrique Peña Nieto tenía la respuesta precisa, algunas de ellas con cifras; lo
que contrasta con otras de sus intervenciones donde trastabillaba o dejaba ver
su indiscutible ignorancia.
A
continuación comparto la numeralia del dudoso evento, con datos que los
mexicanos debemos tener presentes y no olvidar: [cortesía
de El Economista]
La
transmisión se llevo a cabo a través de Facebook Live y YouTube, con enlace a
la página de la
Presidencia de la República.
Facebook, es
la red social en la que se formalizó la convocatoria, a través de la página
oficial de Enrique Peña Nieto. Obtuvo únicamente 474 asistentes, de los casi 5
millones de fans de dicha página.
Sólo 7 de las
4,423 preguntas realizadas por Facebook fueron respondidas.
La
transmisión en Facebook Live transitó de la siguiente manera:
13,000
espectadores en los primeros 10 minutos.
17,000, a los
20 minutos.
34,000
facebookeros se reportaban 40 minutos después de iniciada la transmisión.
58,000, una
hora y media después.
La cobertura
concluyó casi 2 horas después con 53,000 conexiones.
El video se
compartió 132,929 veces y tuvo 17,824 comentarios.
¿Y cuál es el
resumen de las 132,916 reacciones al video del #4toInforme transmitido en
Facebook? la información la presento en la siguiente infografía:
En YouTube
[fuente de la transmisión oficial de la página del gobierno federal], los
registros son los siguientes:
3,800
espectadores los primeros 10 minutos.
6,000
visualizaciones pasada media hora de iniciado el evento.
7,000
asistentes se superaron a los 40 minutos.
7,300,
sumaron a los 50 minutos.
8,700
conexiones se registraron hora y media después y hasta la conclusión del
evento.
La mayoría de
aquellos que interactuaron en YouTube [un total de 455] manifestaron a través
de un clic “no me gusta este video”;
mientras que, únicamente 170 dieron clic
al botón “me gusta este video”
En Twitter,
el hashtag oficial #4toInforme registró
2,500 tweets a las 19:00 horas; 30
minutos después, se convirtió en trending
topic con un promedio de 3,000 tweets por hora. A las 20:00 horas se
contaban unos 22,900 tweets. Al
término del informe, los tweets
lanzados bajo el hashtag #4toInforme,
sumaron 28,000.
Advirtamos.
Lo que reflejan las minucias de los números anteriores son dos situaciones bien
diferenciadas: a) el reflejo del descrédito hacia el gobierno federal y quien
lo encabeza; y, b) la escasez del poder de convocatoria.
Entretanto,
los diputados federales –a los que no les quedo otra que hablar entre ellos y
pelearse en tribuna ante la no asistencia de Enrique Peña Nieto para rendir
cuentas y ser cuestionado, como deberían marcar los cánones- recibieron de
manos del agazapado Miguel Ángel Osorio Chong, una cajita blanca con un legajo
que dice contener el estado que guarda la administración pública federal.
Y aunque el
informe quedó entregado formalmente y las fotografías de rigor fueron tomadas; los
actos protocolarios subsecuentes serán una serie de comparecencias, cuyo
formato ha quedado rebasado debido a los altos porcentajes en el nivel de
simulación que supone la presencia de altos funcionarios que lejos están de dar
respuestas y encarar la realidad imperante en este #MéxicoLindoyHerido.
Y mientras
tanto…
La
inseguridad de apodera de este país. En México la violencia cuesta 17,000 pesos
por persona; así lo revela el índice de Paz México, elaborado por le Instituto
para la Economía
y la Paz [Consultable
aquí http://bit.ly/1Q4O3zb]
Las reformas
estructurales son parte del México de las simulaciones, la cuales se acompañan
del engaño de “Mover a México” auspiciado por el Pacto por México; todo como
parte del mismo ADN.
La revista
Proceso en su número 2078 lo resume así: “Peña Nieto arriba a su informe con el
índice de aceptación popular más bajo, jamás visto para un presidente, marcado
por la corrupción; manchadas de sangre las manos; incapaz de reducir los
índices de inseguridad pública; ineficaz para abatir la delincuencia organizada
y, en particular, el narcotráfico. Y lo peor, en materia social y económica su
gobierno arroja los peores resultados comparado con los tres que lo
antecedieron. Han sido insignificantes sus esfuerzos para bajar la desigualdad
social y la pobreza. La economía ha registrado el crecimiento más mediocre de
los últimos 25 años. El ejercicio del gasto público ha sido en extremo oscuro;
crece y crece, pero no contribuye al crecimiento de la economía”.
Desde mi
perspectiva, en el ajedrez peñanietista se ponen, quitan y permutan
funcionarios regularmente ajenos al entendimiento de las materias que debería
ocuparlos, pero muy cercanos a los cariños de Peña Nieto; se maquillan cifras
para presentar informe tras informe un México de fantasía, se crean sistemas e
instituciones que dicho sea de paso únicamente contribuyen a engrosar la nómina
y la estructura gubernamental; se chiquea con contratos multimillonarios a los
amigos. Los resultados son palpables: el jaque mate de cualquier estrategia
para sacar del pantano a este país.
En suma,
Enrique Peña Nieto, forma parte del nada prestigioso club de los políticos
vulgares de jabón chiquito, esos que venden sus quereres al mejor postor,
olvidándose de todo pudor, cuya membresía se paga con escándalos de corrupción,
conflictos de intereses y conductas antiéticas. ¿En serio México y nosotros los
ciudadanos merecemos sátrapas de esta índole enquistados en el poder? Lo dejo a
la reflexión, para llenarnos de acciones.
PD. Para la
desmemoria, téngase presente la
Nornilandia dedicada a exponer el Peñismo abstracto http://bit.ly/29ozYkc
Por hoy es
todo.
Nos leemos la
próxima.