@BarbaraCabrera
“La
tierra está dividida en tres únicos continentes: el de las víctimas, el de los
indiferentes y el de los comprometidos”
José
Ignacio González Faus
#MéxicoLindoyHerido:
corrupción, impunidad y abuso del poder vs
ciudadanía, participación, activismo y crítica al poder. Y en medio de todo
esto la política ejercida de uno y otro lado; un fenómeno del cual soy
observante y del cual participo activamente: mis letras, propuestas y llamados
están inscritos en cada #Nornilandia.
Por otro
lado, en cada aparición de la clase política en la palestra pública, me percato
de la necesidad de intensificar el llamado a ser más exigentes; construir
ciudadanía con acciones y propuestas, convocando a #NoRendirse [léase
http://bit.ly/1AZ0s0w] como una de
las máximas que como columnista he argumentado y ejemplificado; porque lo que
más anhelan los políticos de siempre es que no oigamos, no escuchemos y no discutamos
en su contra.
De ahí que en
esta ocasión hablaré de un arma ciudadana fundamental: el activismo hecho y
visto desde las Redes Sociales [RS] y que trasciende a la plaza pública, para
de esta manera -siendo consecuentes e insistentes- cambiemos e influyamos en la
cosa pública ¿es posible? ¡Por supuesto!, a continuación mis razones:
· El costo-beneficio es adecuado, toda
vez que influir en la cosa pública que a todos atañe, es más sencillo y
relativamente barato, utilizando las RS es posible dar marcaje personal a
políticos, gobernantes e instituciones.
·
En esta tesitura, son pocos los
políticos, instituciones o gobernantes que están fuera de estos espacios,
sabedores de la repercusión que las nuevas tecnologías tienen en la pérdida o
ganancia de su capital político.
·
El porcentaje de usuarios de Internet
va en franco crecimiento, aunado a que el uso de las RS con estos fines se
perfila como una manera de dialogar, señalar, dar seguimiento a los actores del
poder –políticos, gobernantes, factores reales de poder, figuras públicas, etc.-.
·
Tiende a construir puentes entre el
escenario físico y el virtual; en la que cada vez más, este último, tiene
presencia e influencia sobre la clase política, gobernante y vida
institucional.
·
Por el nivel de influencia que los
movimientos sociales han demostrado tener a través de diferentes hashtag complementados con algunas otras
y que en cierta medida han incidido en las políticas públicas.
· El nivel de audiencia de lo
acontecido a partir de las RS ha
generado que los medios tradicionales abrieran la puerta a dar seguimiento a
las agendas que desde ahí se impulsan.
· Éstas [léase las Redes Sociales] se
han convertido en una opción poderosa para impulsar temas, establecer agenda,
organizar, movilizar y buscar soluciones que beneficien al interés colectivo.
· Se potencializa la difusión masiva de
más y nueva información, con el objetivo de empoderamiento ciudadano para una
mejor toma de decisiones; ya que las TIC abaratan costos, diversifican y
descentralizan la generación y propagación de información.
· Finalmente, es preciso apuntar que las
diversas movilizaciones surgidas desde las RS que han logrado una adecuada
organización; no están necesariamente relacionados a procesos electorales, lo
que revela una nueva manera de hacer y entender el espectro político; y,
coadyuva en este entorno complejo vivido no solo en el país [México], sino a
nivel mundial.
Así que a
pesar de Peña Nieto y sus secuaces; del Duartismo desbordado; de las
corruptelas de Silvano Aureoles dando servicio de taxi áereo a la cantante
Belinda; del niño verde Chiapaneco que se ostenta como gobernador; del Moreirazo,
los independientes y fauna política por el estilo y de estirpe; sepan que
nosotros -los ciudadanos- contamos hoy en día con una herramienta poderosísima
llamada activismo, cuyo medio catalizador son las Redes Sociales y a partir de
ahí todo puede suceder, a pesar de los bots
y trolls a sueldo.
PD. No cabe
duda, algunos mexicanos alcahuetes y guiados por la mass media salieron a celebrar –en torno a monumentos emblemáticos-
el anhelado Oscar de Leonardo Di Caprio; en la euforia, lo nombraron mexicano.
Mientras tanto, EPN la libro un día más. ¿Hasta cuándo? ¡Será hasta que la
mayoría lo siga consecuentando, con acciones y omisiones!
Es todo por
hoy.
Hasta la
próxima Nornilandia.