@BarbaraCabrera
Cuando
describimos la realidad del fenómeno socio-político en Twitter y alguna que otra red social, es relevante advertir que no
estamos solos, de manera recurrente somos observados por aquellos que actúan
por iniciativa propia o alquilados para combatir y defender a cierto
gobernante, dirigente o político; que temerosos de lo que las Redes digan de
ellos, su gobierno o desempeño, lo cual incluye acciones u omisiones, se
arropan de encapuchados de la red para protegerse; a estos singulares
personajes los conocemos como trolls
y atacan sobre todo en el terreno político.
En el caso mexicano se conocen como peñabots,
los cuales surgieron a raíz de las elecciones 2012, constituidos como arma
política multifuncional; es decir, son rentables desde el apoyo brindado a su
político, hasta combatir a quienes se organizan y protestan, atacando así a
usuarios críticos. Cuenta la leyenda, que han llegado para quemarse y
quedarse.
En esta
tesitura, en esta Nornilandia, les explico de qué va la naturaleza de estos
personajillos, para estar alertas y saber como coexistir con ellos, dicho sea
de paso lo que leerán a continuación, es una de las tantas cuestiones que
abordo en mi nuevo libro llamado “ABC de
Twitter”.
¿Qué es eso de Troll?
¿En general, qué significa en Internet y en Twitter
en particular? Para esclarecer esta duda comento que trol o troll describe a una persona que publica
mensajes provocadores, irrelevantes o fuera de tema –en el caso específico que
nos ocupa, en Twitter- con la
finalidad de alterar a otros usuarios y lograr confundir, enfadar, provocar
sentimientos encontrados en los demás.
Aunque esta definición parece ser muy clara, lo cierto
es que si de trolles hablamos,
estamos ante un ente cuya definición es subjetiva, ya que unos pueden
calificarlo así, mientras otros consideran que se está ante un usuario que con
sus mensajes contribuye a un debate determinado, aunque sea causando
controversia.
Vayamos por partes, primero distingamos cuáles son las
características distintivas de estos personajes para que cada uno de nosotros
los cataloguemos y hagamos uso de la regla de oro muy extendida en Twitter que dice Don´t feed the troll traducida como no alimentes al troll, ¿preparados? Va a continuación la
información:
Por sus motivaciones los conoceréis, así que veamos
que mueve a estos sujetos a actuar como tales; sus estímulos son diversos,
intentemos comprender su comportamiento, pero no por ello lo justifiquemos.
Conozcamos algunos ejemplos de sus impulsos:
* Gustan de romper límites sabedores
que no hay consecuencias serias, ya que se guardan tras el anonimato.
* Buscan distraer la atención de algún
tema álgido y por ende, minimizar los efectos de ciertas informaciones.
* Aman ser el centro de atención y harán
lo que sea por conseguirlo, provocan para autopromoverse.
* Les parece jocoso hacer desatinar a
los demás con sus comentarios desafiantes.
* Gozan de hacer perder el tiempo a los
demás usuarios, incitando para que respondan a sus mensajes incendiarios.
* Pretenden modificar la opinión de
otros tuiteros/as.
* Su naturaleza en la vida real es
hostil y la suelen trasladar al mundo virtual, en este caso a la Twittósfera.
* Algunos suelen ser acosadores de
tuiteros/as en especifico, haciéndolos sentir incómodos por su simple
presencia.
* Salen en ayuda de otros, a veces de
manera gratuita; en ocasiones bajo sueldo.
* Constituye para ellos un desafío y
anhelan hacerse de un prestigio como trolles
“profesionales”.
Los ejemplos de motivaciones anteriores, nos encaminan
a saber que podemos englobar a los trolles
en dos grandes grupos:
Los disruptivos: Son aquellos cuya función primordial es causar rupturas en Twitter entre usuarios unidos en alguna
causa o ideología; lo intentan lograr a través de lanzar mensajes ofensivos o
sacar un tema de contexto.
Los que buscan atención: Este espécimen tuitero/a utilizará tweets provocadores/ofensivos para
llamar la atención de otros usuarios, buscando con ello tantas respuestas como
sean posibles y con ello atraer una cantidad desmedida de atención colectiva.
En definitiva, es posible resumir en los siguientes
puntos la manera en que podemos identificar a un troll, tomen nota:
- Suelen tener fijación hacia ciertos
usuarios y eso lo podemos constatar revisando su timeline.
- Se crecen cuando sus víctimas o
defensores de éstos les contestan, lo que les permite intensificar sus ataques.
- No tienen como objetivo establecer un
diálogo, solo provocar a través de sus tweets.
- Regularmente, dirigen sus ataques a
tuiteros/as con muchos seguidores, ya que si caen les generará audiencia y
notoriedad.
- En ocasiones suelen ser usuarios con
muy pocos seguidores y tienen como avatar un huevo.
Para finalizar este punto, veamos cómo se puede hacer
realidad esa regla de oro tuitera que implica no alimentar al troll, estemos atentos porque es muy
fácil caer presas de este tipo de fauna tuitera, van las siguientes
recomendaciones:
* Simplemente, si alguien te insulta;
evita contestar.
* En caso de duda, revisa el perfil y
los últimos tweets de quien busca
provocarte, para que determines si se trata de un troll o simplemente de alguien que no coincide con tus ideas y pasa
por un mal momento.
* Como este tipo de personajes gustan
de llamar la atención, apaga sus ánimos ignorándolos.
* En caso de un acoso constante y
persistente, recuerda que Twitter nos
da la opción de bloquear o silenciar usuarios; en casos más serios, repórtalos
como spam.
* Si estamos ante una situación grave,
lo conveniente es denunciarle ante la policía cibernética por la posible
comisión de un delito; y ante Twitter,
para que le suspendan la cuenta.
Sigamos caminando a través de este ABC de Twitter, donde los invito a que
platiquemos de tweets a tweets, convocando a que nos encontremos
en la Twittósfera , a mí me encuentran a un tweet de distancia como @BarbaraCabrera
Como este tema, en mi más reciente libro ABC de Twitter encontrarás tópicos
ágiles y novedosos para saber cómo sacar el mayor provecho a la red de los 140
caracteres. Pide el tuyo enviando un correo a paideiamx@gmail.com [si lo deseas con
autógrafo de la autora, no dudes en hacerlo saber]
Es todo por hoy.
¡Nos leemos la próxima Nornilandia!