@BarbaraCabrera
“Es peligroso tener razón
cuando el gobierno está equivocado”
Voltaire
1° de diciembre
de 2012 se han cumplido dos años de aquél atropellado y poco legitimado
“triunfo” de Enrique Peña Nieto, cuyas manifestaciones antes y durante su
posesión no se hicieron esperar (para la desmemoria aquí algunas fotos y videos
de ese día http://bit.ly/1tFAxXW)
A dos
años, el panorama no ha cambiado, incluso las movilizaciones y protestas se han
intensificado exigiendo su renuncia y la aplicación del artículo 39
constitucional, el cual cito textual:
Artículo 39.
La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo
poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El
pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la
forma de su gobierno.
No
obstante estar rodeado de ello, el señor Peña se ha empecinado en no ver, no oír
y no escuchar; alrededor de él hay un cerco infranqueable para resguardarlo y
no permitir que el pétalo de una crítica despeine su cada vez más desangelado
copete; ese que ha sido utilizado por la mass
media para “venderlo” junto a su “Gaviota” como la pareja bonita que el
televidente añora al encender la TV
para dar continuidad a la novela rosa en turno.
Así es,
dicho personaje llegó para consolidar la telecracia, un modelo híbrido que
combina anquilosadas prácticas del priísmo con la benevolencia que le ha
brindado la televisora de Emilio Azcárraga Jean.
Fundamentalmente,
lo que va del sexenio peñanietista se ha caracterizado por la imposición, con
aplastante mayoría legislativa, de una serie de reformas que nos ha conducido a
un Réquiem por México http://bit.ly/1kzVi9F
y a una cada vez mayor inconformidad social derivada de éstas, la cual se ha
desbordado después de la desaparición forzada de los 43 normalistas de
#Ayotzinapa, a lo que se suman otras miles; sin olvidar el clima de inseguridad
que se vive en esta interminable guerra contra el narcotráfico y el crimen
organizado.
Sobre
el particular, otra perla legislativa más he remitido EPN al Senado, esta vez
se trata de una reforma estructural en materia de seguridad que permitirá crear
policías estatales únicas y mecanismos constitucionales para revisar a
gobiernos municipales cuando exista sospecha de que esté involucrado el crimen
organizado. ¿Será está una buena medida? No lo creo, se avizora un ambiente
represor más que garantista.
Todo
ello nos lleva a percatarnos que estamos frente a un gobierno encapsulado
porque cada vez más somos los ciudadanos proactivos que estamos todos los días
trabajando por un mejor futuro, para dejar un mejor país, un mejor mundo. Y el
#1DMX ha refrendado ese compromiso ciudadano, donde por primera vez integrantes
de la Comisión Nacional
de Derechos Humanos formaron una valla para resguardar a manifestantes de
posibles arbitrariedades de la fuerza bruta gubernamental.
Un
gobierno encapsulado debido a esa crisis de credibilidad, que se palpa en las
calles y en las crecientes manifestaciones y se ha plasmado en encuestas de dos
Diarios nacionales de amplia circulación: El Universal y Reforma, cuyos
resultados a destacar para efectos de esta Nornilandia son del primero que el
54% considera que el gobierno pasa por su peor momento y el 22% por el mejor. Mientras que el segundo medio
reporta que EPN bajó 11 puntos que lo deja con un
39% de aprobación, situándolo en el nivel más bajo registrado desde 1995; y que
ascendió a 62% los ciudadanos que consideran
que el país va por mal camino.
Opino
que merecemos tener mejores gobiernos, hagámoslo
posible.
Por hoy es todo.
¡Hasta la próxima Nornilandia!