@BarbaraCabrera
Ni de izquierda ni de derecha, soy una ciudadana en pleno
goce de mis derechos constitucionales.
Estas líneas están dirigidas a ti que como yo,
eres un ciudadano más en este #MéxicoLindoyHerido, con especial dedicatoria a
aquellos que todavía no despiertan, que están muy cómodos en su sillón de status quo. A ustedes que consideran que
no los afecta la lamentable y penosa situación por la que atraviesa este país, situado
en este mundo caótico. No seré extensa pero si contundente, iré al punto.
Horas, horas y más horas sin aparente descanso
fueron suficientes para que la mayoría de los señores legisladores (Senadores y
Diputados) cada uno en sus recintos, curules y día, aplicaran una técnica que aunque no es
sorpresiva, ni moderna; si es ofensiva para quienes demandamos una
representación palpable y en armonía con la realidad imperante y no solo atendiendo
los intereses de una élite; me refiero a la aplanadora.
Estarás de acuerdo tú que me lees, que “la
soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder
público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo
tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de
su gobierno”; no se trata de una mera declaración de amor constitucional
plasmada en el artículo 39, sino un principio rector que debería regir nuestro
actuar y el poder decisorio que el constituyente nos ha otorgado.
¡No!, digámosle al señor Diputado Manlio Fabio
Beltrones y a su camarilla, que no los tenemos secuestrados; nos estamos
manifestando y les decimos que no estamos de acuerdo con sus tropelías, ni con
las maneras en que, una a una y sin descanso, se imponen las reformas
estructurales dictadas desde el escritorio del Señor Peña.
Hagámosle saber a la élite política que estamos
presentes, exijamos cuentas a quienes dicen representarnos.
A ti ciudadano, te convoco para que no caigas
en manipulaciones; infórmate, analiza, genera tu propia opinión, te sorprenderá
lo que como resultado de ese ejercicio encontrarás. Luego te invito a actuar, a
defender con argumentos lo que consideres mejor para este país que nos toco
vivir y que hoy tenemos que padecer.
No seas agachón, no te dejes intimidar, ni
manipular; no recibas dádivas a través de una despensa o una tarjeta
electrónica o con promesas que sabes no te van a cumplir. Mejor todos asumamos
el papel de ciudadanos proactivos y no perdamos de vista que el futuro está en
nuestras manos.
¡Ya basta de políticas públicas de papel!, ¡ya
basta de una justicia selectiva!, ¡ya basta de permitir que se legisle con prisa,
dispensado procedimientos, sin que el clamor ciudadano sea escuchado! ¿A poco
el Señor Peña no se cansa de tener que vivir altamente resguardado y no poder
acercarse al pueblo que dice lo eligió?; ¿acaso entrar a hurtadillas a sus respectivas Cámaras no les dice nada a
los señores legisladores?; ¿Por qué la impartición de justicia parece aplicarse
con sin razones y simulaciones?
A propósito de las reformas estructurales
aprobadas y de las que están por venir, es preciso que tú y todos los
ciudadanos, exijamos, recibamos y estemos atentos a un debate serio, con
argumentos de una y otra parte; que tengamos un proceso legislativo adecuado
observado con pulcritud en cada una de sus etapas.
Es cierto, la aritmética legislativa se ha
impuesto. Las manifestaciones de un sector del pueblo que valientemente sale a
manifestarse, ha sido ninguneado. ¿Vamos a seguirlo permitiendo? ¿Hasta dónde y
hasta cuándo?
En efecto, hoy algunos de ustedes tienen buenos
puestos, ganan muy bien, tienen y disfrutan canonjías; no obstante, las
reformas nos alcanzarán a todos, ni sus partidos, ni sus jefes políticos, ni nadie podrá salvarlos. ¡Al tiempo!
¡Hasta la próxima Nornilandia!