19 jun 2024

PODER REFORMADOR

 

Dra. Bárbara Leonor Cabrera Pantoja | Entre letras, con mi café y a un “x” de distancia me encuentran como @_BarbaraCabrera

  


“La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno”

Artículo 39 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

 

El obradorismo cosechó su segundo gran triunfo. El pasado domingo 2 de junio de 2024, el pueblo de México se manifestó masivamente en las urnas. Es posible afirmar que el arrollador triunfo de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo para ser la primera Presidenta de México, así como la primera mujer en ocupar tan alto cargo en América del Norte, se debió a varios factores, entre los que destacan: su buen desempeño como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México; contar con un Proyecto de Nación sólido, propositivo y con métricas que ofrece continuidad de la Cuarta Transformación con sello propio; además, la elección fue una especie de referéndum al Presidente Andrés Manuel López Obrador, por su buen gobierno. Suman a lo anterior, una campaña política donde se escuchó al pueblo, manteniendo en todo momento la cercanía con él. Todo esto es un bono democrático nunca antes visto en la historia contemporánea de México.

Con el 61% de participación ciudadana, la Dra. Claudia Sheinbaum con la coalición Sigamos Haciendo Historia –conformada por el Partido Movimiento de Regeneración Nacional, el Partido del Trabajo y el Partido Verde Ecologista de México- obtuvo el 59.7% de la votación, lo que representan 35 millones 924 mil 519 sufragios.

En suma, ¡el mandato del pueblo se escuchó fuerte y claro el 2 de junio!; es decir, la Cuarta Transformación tendrá un segundo piso, se consolidará con el sexenio de Claudia Sheinbaum el anhelado cambio de régimen inaugurado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, tras décadas de luchas y movimientos sociales.

Para que siga la transformación y seguir haciendo historia, le conferimos a la Dra. Claudia Sheinbaum el poder reformador, para hacer realidad el Plan C, esto es, al obtener mayoría calificada en la Cámara de Diputados, una amplia mayoría en el Senado de la República, así como la mayoría en 27 Congresos estatales; además de sumar la mayoría de las gubernaturas, un total de 24 gobiernos estatales donde se ha optado por la transformación; tenga la posibilidad de llevar a cabo las reformas legales y constitucionales necesarias para forjar el país que la mayoría anhelamos: de oportunidades, igualitario; un Estado de Bienestar donde se procure la felicidad del pueblo, y ante todo donde por el bien de todos, primero los pobres.

En este orden de ideas, es importante recordar de que va el Plan C y luego explicar de qué trata el poder reformador. Iniciemos por el Plan C, el cual describe de la siguiente manera el Presidente López Obrador:

“500 diputados, son 300 de mayoría y 200 plurinominales: 500. Para poder reformar la Constitución se necesitan 334, hay que ir por los 334 en la próxima elección, para poder llevar a cabo reformas constitucionales. Ese es el Plan C, que cuando se vaya a votar se piense en eso, si se está en contra del clasismo, del racismo, de la corrupción que se piense a la hora de votar que sea no solo para el Presidente o la Presidenta, parejo, porque si se tiene el triunfo en la Presidencia, como ahora ganamos la Presidencia, ganamos la mayoría en el Congreso, pero como no se tiene dos terceras partes en el Congreso se han dedicado a bloquearnos. Y ahora con la complicidad de un poder faccioso al servicio de la corrupción, que es el Poder Judicial. Y si se puede alcanzar, si hoy fueran las elecciones se alcanza, porque en las encuestas la gente está a favor de la transformación”

En cuanto al poder reformador, se trata de una institución jurídico-política, traducida en un mecanismo en virtud del cual se reforma y se adiciona la Constitución. Si es un atributo de la soberanía, entonces el poder reformador es un poder inherente al pueblo.

Y el poder del pueblo soberano en tiempos de transformación es uno de los protagonistas de la escena socio-política; y es lo suficientemente poderoso para mandatar las impostergables adecuaciones constitucionales que den sentido y rumbo a la Cuarta Transformación de la vida pública.

Entonces, algunos se preguntarán ¿a qué se debe que no se hubiese propuesto un nuevo texto constitucional si estamos ante un cambio de régimen? Al respecto, el Presidente Andrés Manuel expresó como la Constitución vigente de 1917 está muy parchada, muy reformada. Apenas estamos logrando regresarla al espíritu y la letra como lo quiso el pueblo de México que luchó en la Revolución por la justicia, la libertad y la democracia.

Asimismo, manifestó durante la ceremonia de conmemoración por el 102 aniversario de la Constitución que “no hay condiciones para elaborar una cuarta Constitución porque tenemos otras tareas, sin embargo, se optó por hacer propuestas de reformas a la actual que consideramos tienen la misma importancia, la misma profundidad de una nueva”

En este sentido, el Presidente López Obrador recibió el 10 de junio en Palacio Nacional a la Presidenta electa, la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo para, además de hablar de la transición, plantear la pertinencia de aquellas las reformas constitucionales necesarias para que siga la transformación. No se pierda de vista que el Presidente Andrés Manuel el 5 de febrero de 2024, en el marco del 107 aniversario de la Constitución, presentó un paquete de 20 reformas constitucionales, para devolverle a la Carta Magna el humanismo y espíritu público. (Véase de que tratan en el siguiente enlace https://lopezobrador.org.mx/20-iniciativas-de-reforma-a-la-constitucion/) 

Para priorizar, el Presidente Andrés Manuel y Claudia, Presidenta electa, acordaron como temáticas prioritarias para ser enviadas como iniciativas en el mes de septiembre, que es cuando inicia la nueva Legislatura, cinco reformas legales y constitucionales que versarán sobre la Ley del ISSSTE; otorgar pensión a las mujeres de 60 a 64 años; becas universales para todos los estudiantes de educación básica pública; la no reelección; además de la tan esperada reforma al Poder Judicial.

De esta manera, mientras la oposición continúa buscado el voto oculto que nunca existió; nosotros, el pueblo, le dimos a Claudia Sheinbaum el poder transformador.

Poder reformador para llevar a cabo una inaplazable reforma al Poder Judicial que optó –durante el sexenio de López Obrador- ser comparsa de la oposición moralmente derrotada, desenfundado el lawfare para frenar la transformación; así como otras adecuaciones al texto constitucional para regresar a la Constitución el espíritu humanista; es decir, la Suprema Corte de Justicia de la Nación y la mayoría de los Tribunales, se pusieron al servicio de la oligarquía, ¿y el pueblo? ¡muy bien, gracias!

En suma, haremos posible que el poder reformador se instituya para consolidar el Estado de Bienestar, auspiciado por la Cuarta Transformación de la vida pública; baste ver –además de los casi 36 millones de votos para que siga la transformación- los resultados de las recientes encuestas levantadas por dos firmas encuestadoras: Enkoll y De Las Heras Demotecnia, a las que se unió la Comisión de Encuestas de Morena. De dichos ejercicios demoscópicos destacan los siguientes datos, expuestos por la Dra. Claudia Sheinbaum en su Conferencia del 17 de junio:

Ante las interrogantes ¿Cómo cree que deben ser elegidos los ministros de la Suprema Corte? Entre el 68 y 75% considera que debe ser por elección del pueblo de México. Porcentajes similares se dan cuando se preguntó ¿Cómo cree que deben ser elegidos los magistrados y jueces del Poder Judicial?

Al preguntar si ¿estaría de acuerdo o en desacuerdo con la creación de un órgano independiente al Poder Judicial de la Federación que vigile, investigue y sancione a los ministros, magistrados y jueces que incurran en alguna falta o en actos de corrupción? Al respecto, entre el 85 y 89% está de acuerdo.

Por lo que sabe o ha escuchado, ¿considera necesario que se lleve a cabo una reforma en el Poder Judicial o no? Entre el 77 y 83% contestó que sí, es necesaria una reforma al Poder Judicial. Finalmente, asociada a la anterior pregunta destaca la siguiente cuestión de las encuestas: si tuviera la oportunidad de votar para que se llevara a cabo una reforma al Poder Judicial ¿votaría a favor o en contra de reformarlo? Los porcentajes para un decisivo sí oscilan entre el 81 y 85%.

Con estos resultados es posible constatar que el mandato del pueblo es claro y contundente ¡la reforma al Poder Judicial va! Estemos atentos.

Para cerrar esta Nornilandia no se olvide y que quede registro para la historia cuales fueron los cuatro triunfos del 2 de junio de 2024:

¡Triunfó el pueblo de México!

¡Triunfó la democracia!

¡Triunfaron las libertades!

¡Triunfó la Cuarta Transformación de la vida pública!

Y agrego una más: ¡triunfará el poder reformador y transformador!

 

Es todo por hoy.

¡Hasta la próxima Nornilandia!