19 abr 2023

PLAN C

@_BarbaraCabrera


“Aun cuando en política es más peligroso subestimar la fuerza de los adversarios que sobreestimarla, sostengo que hagan lo que hagan, no regresarán al poder los oligarcas; continuará prevaleciendo, en nuestro querido México, una auténtica y verdadera democracia”

Así lo expresó el 18 de marzo el Presidente Andrés Manuel López Obrador

 


El proceso de transformación que actualmente vivimos en México a nivel federal bajo el liderazgo del Presidente Andrés Manuel López Obrador con el acompañamiento del pueblo soberano, ese que los conservadores se niegan a reconocer, pero que existe y está presente, y cuando nos reconocen los conservadores es solo para mendigar nuestro voto para inmediatamente maltratarnos y vilipendiarnos.

El llamado es no dar ni un paso atrás, pues sabemos de qué están hechos esos que forman parte del impresentable club de opositores moralmente derrotados que subidos en su “marea rosa” dicen ser quienes van a salvar a México a través de un gobierno de coalición (risas grabadas) Sí, así es; se agarran de las manos, se abrazan y acurrucan para recuperar lo que creen suyo. Se han perdido el asquito y han perdonado sus corruptelas, para sentirse inmaculados y merecedores de aquello que jamás fue suyo: nuestro querido México.

En esta vorágine, el cambio de régimen llamado Cuarta Transformación, no está exento de vicisitudes ocasionadas por aquellas instituciones neoliberales de las que les platiqué la Nornilandia pasada. De ello les hablaré en esta ocasión y así comprenderemos cual es el Plan C.

Resulta que cual encarnación del ciudadano Vargas –ese despreciable personaje de la Ley de Herodes que extasiado resolvió cortar hojas a la Constitución para acomodarla a su gusto, uno de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación llamado Javier Laynez Positek (al que tal vez recuerden por ser un fichaje de Calderón y Peña. Durante los tiempos de Felipe Calderón fungió como Subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales en la Procuraduría General de la República, así como Consejero Jurídico Adjunto del Ejecutivo Federal. De ahí dio un gran salto al ser ratificado por el Senado como Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en diciembre de 2015, es decir, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto. Además de estar envuelto en escándalos como cuando fue detenido aquel 9 de octubre de 2021 a las 2:05 de la madrugada por conducir en estado de ebriedad, situación de la cual quedó libre el mismo día con la condición jurídica de libertad supervisada por dos o tres meses. Cierro paréntesis)

El aludido personaje, quien ostenta el cargo de Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; decidió de mutuo propio –sin que se lo pidiera el entonces consejero presidente del INE Lorenzo Córdova- dejar sin efectos toda la reforma en materia electoral conocida como plan B.

Al respecto, la Consejería Jurídica de la Presidencia lanzó un comunicado al pueblo de México el 26 de marzo de 2023 para hacer saber lo que está ocurriendo.

Leo textual algunas de las consideraciones de dicho documento:

“Para conceder suspensión, ministro Laynez arrancó hojas a la Constitución.

El artículo 105, fracción I de la Constitución mexicana prohíbe las controversias constitucionales en materia electoral.

En contra de lo que prevé expresamente la norma fundamental, el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Javier Laynez Potisek, decidió admitir a trámite la controversia constitucional presentada por el Instituto Nacional Electoral (INE) y conceder una suspensión total para que no surta efectos el decreto expedido por el Congreso de la Unión que modifica diversas leyes en materia electoral, cuyo objeto es reducir los costos burocráticos de las elecciones y afianzar los principios democráticos para que los derechos político-electorales de la ciudadanía sean verdaderamente respetados y no ocurran más fraudes, como en el pasado.

El pueblo de México debe saber que no es común que, en viernes por la noche y sin notificar formalmente a las autoridades, la Corte anuncie públicamente una determinación tan relevante; como tampoco es normal que se admita a trámite una controversia constitucional en materia electoral porque la Constitución no lo permite y, menos aún, había ocurrido en la historia de nuestro país que un solo juez constitucional dejara sin efectos la totalidad de una ley electoral aprobada legítimamente por el Poder Legislativo y ordenara revivir las disposiciones derogadas, lo cual sólo puede determinarse, en su caso, mediante una sentencia definitiva aprobada por al menos ocho ministros.

Es decir, se trata de régimen de excepción que modifica los precedentes jurisprudenciales en la materia y anula por completo la presunción de validez constitucional que toda norma general posee, ya que la ley constituye la expresión de la voluntad popular a través de sus representantes electos democráticamente.

La Constitución solo faculta a la SCJN para conocer de las controversias donde se cuestione la regularidad constitucional de las normas generales, actos u omisiones, con excepción de las que se refieran a la materia electoral; esto es, existe una restricción constitucional expresa para que no se discutan las reglas electorales entre los órganos del Estado, pues no es función del árbitro electoral cuestionar las normas jurídicas que el Poder Legislativo tuvo a bien expedir.

Es falso que se pongan en riesgo los derechos fundamentales de la ciudadanía, así como la organización de las elecciones, ya que no existe ningún proceso electoral federal en curso, por lo que se trata de una resolución injustificada e innecesaria. El Estado de derecho jamás ha estado amenazado con la aprobación de las reformas a las leyes electorales y, por el contrario, con su aprobación se garantiza el ejercicio eficiente de los recursos públicos para consolidar nuestro régimen democrático a un menor costo para los contribuyentes.

Ante esta serie de arbitrariedades y una vez que se notifique formalmente dicha resolución, el Ejecutivo federal, a través de su Consejería Jurídica, impugnará la decisión del ministro Laynez Potisek”

Hasta aquí el comunicado del Gobierno Federal al pueblo de México.

Mientras tanto, el Presidente López Obrador, al que respaldamos millones de mexicanos y que goza de altos porcentajes de aprobación tanto en el país como en América Latina, al mismo tiempo de ser considerado por Morning Consult como el segundo mejor presidente del mundo; afirmó en La Mañanera del 28 de marzo de 2023 que si cancelan en definitiva el plan B, que es una reforma electoral acotada –ya que no es la reforma constitucional que hace falta- vamos con el plan C, que no va a ser bloqueado y ese no falla: convocar al pueblo a continuar la transformación.

Como acertadamente lo dice el Presidente López Obrador, sigamos trabajando desde abajo y con la gente, sin descuidar la revolución de las conciencias, para continuar avanzando en el cambio de mentalidad y seguir politizando al pueblo cada vez más consiente, con el cual se ha avanzado mucho. ¡Exaltemos el humanismo mexicano! Sumemos nuestra lealtad a la transformación de México, porque el pueblo no traiciona.

Lo logramos en 2018, así que en las próximas elecciones y en las subsecuentes ¡acudamos masivamente a las urnas y a través del voto hagamos posible que siga la transformación!

No habrá nada: ni conservadores, ni oligarcas, ni traicioneros al movimiento, ni odiadores a ultranza, ni corruptos, ni “progres buena ondita” que detengan el poder del pueblo soberano y empoderado.

Las bases están sentadas, Andrés Manuel ha luchado por décadas para darnos el México de bienestar y próspero que estamos alcanzando, sigamos su ejemplo ¡hay relevo generacional! honremos su lucha, su liderazgo y legado. ¡Nada de zigzaguear! ¡Vamos con todo con el Plan C!

 

Es todo por hoy.

¡Hasta la próxima Nornilandia!