29 oct 2013

“PINCHES / FISGONES”

@BarbaraCabrera

“Siempre esos ojos que miraban, vigilantes. En vigilia o en el sueño, en el trabajo o comiendo, en casa o en la calle, no había privacidad posible”
George Orwell en 1984.

De la Era orwelliana a las filtraciones de Snowden, pasado por los cables de Wikileaks hasta llegar al espionaje cotidiano. Somos presas fáciles de fisgoneo. El de unos, se convierte en un verdadero escándalo mundial; el de la mayoría, pasa desapercibido como si se tratara de una capa de invisibilidad ¡nada más alejado de la realidad!
Todos estamos bajo el ojo expectante, vigilante, acechador de ese gran hermano que, erigiéndose en policía del pensamiento, nos tiene en la mira, nos observa y si es necesario actúa. En este sentido, estamos ante un fenómeno de privacidad amenazada.
Aunque es preciso advertir que el espionaje no se trata de un reciente descubrimiento, si causa malestar, sobre todo al percibirse la tibiedad de quienes dirigen los destinos de este país, al guardar silencio y luego salir discretamente con la perorata de que investigarán, aludiendo su “categórica condena por la violación de la privacidad de las comunicaciones de instituciones y ciudadanos mexicanos. Esta práctica es inaceptable, ilegítima y contraria al derecho mexicano y al derecho internacional”.
No se a ustedes mis lectores, pero esta línea discursiva me parece una parafernalia ocasionada por el berrinche de Felipe Calderón a través de tres tweets lanzados seguramente desde la comodidad de su oficina en la Facultad de Gobierno Kennedy de Harvard  -institución educativa que lo asiló después de concluir su accidentado sexenio-; mensajes donde se mostró indignado, sorprendido y pidió investigar los hechos de espionaje hacia él y su gobierno. ¿Por qué no condenó estas prácticas cuando ocupo Los Pinos? ¿En serio nos cree tan ingenuos como para creer que no lo sabía? ¿Cuáles son las verdaderas intenciones de saltar a la palestra pública exigiendo una explicación y las consecuentes investigaciones en estos momentos? Interrogantes para reflexionar.
Parece que después de dejar la silla presidencial la valentía y propuesta de mejora para rescatar un país resquebrajado salen a flote. Ahí tenemos a Vicente Fox, quien después de terminar su sexenio de fantasía, sale con cada ocurrencia traducida en propuestas, aportando ese humor involuntario que lo caracteriza. En estos tópicos, no podía ser la excepción al decir en entrevista para el periódico español Qué!: “siempre estuve consciente de que me espiraron cuando fui candidato y ya como mandatario mexicano” y “éste es el mundo del futuro y más vale que nos vayamos acostumbrando”. Cero y van dos. Fox exonera, Calderón condena, Peña guarda silencio.
Esta trilogía de acciones, expresiones y omisiones se antojan como ingredientes de sometimiento a los designios del gobierno estadounidense que ha mostrado y demostrado inmiscuirse en asuntos que le placen e interesan.
En este sentido, no se trata de conformarse con expresiones simplistas ante este tipo de cuestiones diciendo no tenemos nada que esconder, que más da si me espían. Sobre todo tratándose de la protección de los datos personales cuyos avances en la legislación han sido significativos, pero que distan de ser suficientes y ello ocurre debido a que se legisla con una visión reduccionista, sin observar ni incluir las necesidades y la vorágine derivada de una era tecnológica que continuará revolucionado el mundo y sus formas. No perdamos de vista, Internet puede ser (y de hecho es) el ojo del Gran Hermano.
De seguir así, no tengo más que coincidir con José Emilio Pacheco quien en el marco del VI Congreso Internacional de la Lengua Española, celebrado este año en Panamá, argumentó que pinche es la palabra que representa a este aún #MéxicoLindoyHerido. ¿Qué opinan?

¡Nos leemos la próxima Nornilandia!