26 nov 2011

“ENTRE EL SER Y EL DEBER SER DE LA UNIVERSIDAD”

@BarbaraCabrera

La Universidad es el espacio donde convergen ideologías distintas, un lugar donde se genera el conocimiento y el pensamiento crítico. En ésta, tienen cabida todas las ideas en el marco del respeto, la tolerancia y el disenso. Por tanto, la universidad no es sinónimo de intolerancia. La universidad no es dogma. La Universidad no reprime. La Universidad no insulta. La Universidad no debe ser reaccionaria ante la crítica. La Universidad no tiene la verdad absoluta.
A raíz del reciente conflicto entre la Universidad de Guadalajara (UdeG) y el Gobierno del Estado, se han desatado defensores y detractores de las movilizaciones llevadas a cabo por esta casa de estudios. Van 11 y prometen una megamarcha el 29 de septiembre de 2010. Están en su derecho, al igual que ofrecer una adecuada calidad educativa donde, entre otras cosas: los maestros cada vez falten menos, se dote de mejores herramientas a los salones y menos a las empresas parauniversitarias.
Algunos universitarios, son formados e ideologizados para no tocar a su casa de estudios, “ni con el pétalo de una crítica”, por ello guardan silencio y obedecen. Lo cual me recuerda una escena de uno de los clásicos de George Orwell en su 1984.
No obstante, pugno por ejercer de manera abierta el derecho fundamental a la libertad de expresión consagrado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, practicando en todo momento el respeto y la objetividad. Porque el silencio es el recurso de los cobardes, de aquellos que no se atreven a cambiar los paradigmas sociales que nos aquejan y que hacen del status quo una bandera.
El asunto de la UdeG vs Gobierno del Estado, va más allá de los 390 millones que dicen les adeudan, está encaminado a enarbolar el papel de los dirigentes en turno de una Universidad que a últimas fechas está más concentrada en dejar las aulas, salir a la calle y exigir más presupuesto, que en formar y construir conciencias críticas. Insisto en que muchos jóvenes no están de acuerdo, sea por desconocer el tema o en caso de conocerlo, dudan que vayan a ser beneficiados de manera directa.
Se anuncia que asistirán a la megamarcha, más de 50 mil estudiantes, que pasa si van 100 mil o sólo 500 universitarios ¿Qué pasará después de la multipublicitada megamarcha? ¿La historia de la Universidad será otra?
Y se reporta por un medio de comunicación impreso local, Periódico Público para ser exactos, fechado el 25 de septiembre de 2010; que “La UdeG está distribuyendo un documento de 28 hojas para informar a la comunidad universitaria sobre los argumentos de la disputa que mantiene con el gobierno del estado por más recursos. El documento titulado ´La deuda del gobernador Emilio González con la Universidad de Guadalajara´ explica en 14 puntos la postura de las autoridades universitarias para pedir 390 millones de pesos. Luego de los argumentos se invita a la ´Gran marcha por la educación´”… Entonces, ¿asume la Universidad con esta acción que en las 11 marchas llevadas a cabo la comunidad universitaria no sabía a ciencia cierta que se exigía en estos eventos? Lo dejo a la reflexión y sugiero entonces, que el nuevo lema de la Universidad sea, ¡Pienso, luego exijo!
Finalizo parafraseando al Diputado Federal y Catedrático Universitario Jaime Cárdenas Gracia, al señalar:
“La Universidad Pública es la única salida a la crisis de la sociedad y del Estado; el mejor antídoto en contra de la inseguridad; el mejor remedio en contra de la injusticia y la desigualdad. No obstante, la Universidad tiene grandes tareas pendientes”
Por ende, la Universidad tiene la obligación de empatar con la democracia, la igualdad, la libertad, la tolerancia, el pluralismo, la crítica y la soberanía del pueblo origen y fin de las instituciones.

Por hoy es todo.

¡Hasta la próxima Nornilandia!