Dra. Bárbara Leonor Cabrera
Pantoja | Entre letras, con mi café y a un “x” de distancia me encuentran
como @_BarbaraCabrera
“Estos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros”
Groucho Marx
Érase una vez un
personaje que se movía como impoluto por el escenario de la política nacional,
a pesar de carecer de una buena fama entre la clase dinosáurica a la cual pertenecía.
Él andaba muy ufano y quitado de la pena. Lanzaba trepes y maldiciones en
contra de la transformación llevada a cabo en México. Salía sobrado de
autoestima queriendo convencer de que “solo sus chicharrones tronaban”, por más
que sus huestes, las más rebeldes del pricámbrico tardío lo azuzaban para que
“ahuecara el ala”; eso no ocurrió, sino todo lo contrario, se aferró al poder
hasta tal punto que en esta Nornilandia les hablaré de ese personaje cuya
etiqueta es la de “Don Perpetuo”.
De esa figura desbordada
en botox perteneciente a la vieja política, disociada de la realidad, que sigue
sin entender que México ha cambiado, mucho podemos decir, baste una muestra
representativa para entender lo moralmente derrotado de dicho impresentable.
¡Vamos a ello!
Los
escándalos. Suman a los aquelarres de Don Perpetuo
los pagos millonarios por 2.5 millones de dólares al publicita español, Antonio
Solá; las extorciones a proveedores para surtir materiales a la campaña del PRI
en Campeche; los 25 millones de pesos que el PRI entregó a Cinépolis para las
campañas en Michoacán; cuando señaló que a los periodistas hay que matarlos de
hambre y acto seguido los llama sus brothers;
la evasión de impuestos y el ocultamiento de la compra-venta de unos terrenos,
es otra de sus cuitas, así como el desvío de recursos públicos para falsas
capacitaciones a las mujeres; entre otros tantos.
La
dirigencia. Bajo su presidencia, ha llevado al
partido político que alguna vez fue hegemónico a la peor hecatombe de su
historia, además de ser la primera ocasión en que no tuvo candidato
presidencial, consumando el amasiato PRI-PAN, lo que hace varios años anticipó
AMLO, son el PRIAN.
El
pueblo, ni los topa. El PRI se ha ganado el descrédito
nacional, asumiendo el liderazgo como el partido por el cual poco se querría
votar, así lo reveló la Encuesta Nacional presidenciables 2024 realizada por la
casa encuestadora Enkoll dada a conocer el 28 de mayo de este año; donde se
preguntó ¿por cuál partido político nunca votaría para elegir presidente o
presidenta de la República? El 45% apuntó al Partido Revolucionario
Institucional, el PRI.
El
amasiato. Con la complicidad de otro par de impresentables de
la escena política, que son sus pares, pues son presidentes de sus respectivos
partidos; se suscribió el Pacto Coahuila, donde se entregaba de todo y sin
medida al PAN, incluida la candidatura presidencial a cambio de recibir otros
beneficios, como un curul para conservar el fuero y así no se tocado con el
pétalo de una denuncia bien habida.
La
debacle electoral. Con una de las candidaturas más erráticas
en la historia contemporánea de México, el PRIAN pierde estrepitosamente las
elecciones, el PRI no gana gran cosa. El personaje de esta historia entregó al
tricolor al mejor postor.
La
imposición y la impostura. Después del desastre electoral en
que sumió al PRI, este personaje operó astutamente para modificar los estatutos
de dicho instituto político y así poder reelegirse hasta por dos ocasiones, de
dicho evento realizado a puerta cerrada el domingo 7 de julio de 2024,
resultaron sombrerazos, puertas rotas y militancia manipulada para satisfacer
los intereses de Don Perpetuo. Mientras unos furibundos gritaban ¡no
reelección!, otros entusiastas vociferaban su nombre.
Farsa
consumada. El impresentable del que les hablo, ejecutó la farsa
el domingo 11 de agosto de 2024, cuando se convocó a la LXXII sesión
extraordinaria del Consejo Político Nacional del PRI para llevar a cabo la
“Jornada electiva del proceso interno ordinario de elección de las personas
titulares de la presidencia y la secretaría general del Comité Ejecutivo
Nacional y toma de protesta para el periodo estatutario 2024-2030” Los expresidentes
del PRI, quienes no se caracterizan precisamente por su honestidad y
honorabilidad, lamentaron que por primera vez en la historia del tricolor se
relige “a puerta cerrada, sin propuestas ni debate, ni proyecto de futuro y
donde la militancia ha estado ausente”. Bastaron 440 votos para que Don Perpetuo
continúe –junto con Carolina Viggiano como Secretaria General- hasta 2028 al
frente del PRI, con la posibilidad de una reelección más.
Soy
pluri y agusto. A pesar de todo y ante cualquier
circunstancia, todo apunta a que el personaje de esta bizarra historia tendrá
su escaño, acaparando el poder por donde se pueda, será uno de esos Curuleros
que desde el Senado de la República entorpecerá las reformas en beneficio del
pueblo de México, así se advierte de su post en X lanzado el 11 de agosto de
2024, el cual dice y cito textual: ¡El PRI será un feroz opositor! Seremos
críticos y escrutaremos cada paso del nuevo gobierno para señalar cuando sus
acciones eludan al interés de los mexicanos, defenderemos las instituciones, la
república y la democracia. ¡No hay que tenerle miedo al gobierno!
¿Quién es el
personaje del que estoy hablando? ¿quién será? ¿acaso el que se cree
veinteañero, tal como lo dijo jocosamente ante medios de comunicación pretendiendo
ser cercano y hacerse el chistosito? “yo tengo 48 años, aunque parezca de 20
como ustedes”
O tal vez tal vez
lo recuerden por declaraciones bochornosas como: “estos son momentos de tomar
definiciones en el país, salieron primero muy varoncitos y luego les hicieron
falta carácter y hay que decirle a Máynez que si le hacen falta huevos yo le
presto porque hay que defender a México, esto es por México; esto no es una
borrachera en un palco de futbol, esto es el país, hay que defender la
libertad, la democracia”
En efecto, me
refiero a Alejandro Moreno Cárdenas, alias “Alito”, quien sigue sin entender,
México ya cambió y somos mucho Pueblo y personajes como él, ya no son
requeridos en la época de transformación que nos está tocando vivir, así que
¡ahuecando el ala, Don Perpetuo!
Es todo por hoy.
¡Hasta la próxima
Nornilandia!