“Si los ciudadanos no prestan atención a la política se corre el
riesgo de que lleguen al poder aquellos políticos que no se interesan, ni
prestan atención a los ciudadanos, y eso representa un alto costo para la democracia.
Para muestra algunos gobernadores locales que son altamente nocivos para el
progreso y el bienestar”
@_BarbaraCabrera
Últimamente he
tenido varias charlas acerca de las acciones del gobierno federal encabezado
por Andrés Manuel López Obrador. De repente muchos parecen interesarse en todo
lo que ahí ocurre. Y no es para menos, ya que el Presidente de México es un
líder, un luchador y activista social que no pasa desapercibido. La Cuarta Transformación
está en la mira de México y el mundo.
Tanto partidarios
como detractores están atentos a cada paso y palabra de Andrés Manuel; los
segundos, erigidos en oposición odiadora y sin argumentos aprovechan cualquier
oportunidad para sacar a relucir su rupestre personalidad atacando sin medida
los esfuerzos llevados a cabo para recuperar la seguridad, tranquilidad y hasta
la dignidad de un país que perdió bastante durante el periodo neoliberal.
A López Obrador
lo quieren hacer responsable de todo, hasta de lo que jamás dijo o de lo que
otros hacen. Los moralmente derrotados parecen extasiarse al producir y
propagar Fake News; no obstante, pese
a sus esfuerzos, los ciudadanos informados no se dejan manipular y las benditas
redes sociales continúan haciendo lo suyo, a pesar de los bots y trolls pagados que
tienen a su disposición.
Y así con las
convicciones bien puestas y con argumentos sólidos he sostenido con distintas
personas intercambios de puntos de vista acerca de AMLO y la 4T. Unas más
acaloradas que otras. Algunas propositivas y otras donde el interlocutor cree
que el Presidente de México debe resolverlo tooooodo y a la vez. Como si
décadas de abusos, empobrecer y ensangrentar el país pudieran desaparecer por
arte de magia o de un plumazo. ¡Nada más alejado de la realidad!
Ante tan
temerario pensamiento y exigencia, mi pregunta es ¿y los gobernadores apá? Digo
porque hay quienes solo están de florero, algunos nadan de muertito y utilizan
a su congreso local para endeudarse, tener vida de jeque y seguir saqueando al
pueblo cual “ciudadano Vargas”, otros gustan de mentarle la madre a los
ciudadanos, firmar convenios para decir NO al derecho a la salud garantizado
por el gobierno federal e inclusive solicitan la portación de armas por su
seguridad y cada que hablan hacer gala de su lenguaje de sicarios; varios, tienen
arrodillado ante sí a los congresos locales y exigen se les confeccionen leyes
a modo; ¡y que decir de quienes al viejo estilo neoliberal se alejan de la
ciudadanía con camionetas blindadas de por medio, guaruras mal encarados y
verdaderas mansiones conocidas como casas de gobierno, pero amuralladas para
que los comunes no nos acerquemos mas de la cuenta!
Dicho esto, dejo
aquí algunas preguntas para la reflexión y la provocación; con el objetivo de
que la ciudadanía se llene de acciones, para no continuar permitiendo que los
gobiernos locales sigan haciendo de las suyas sin rendirnos cuentas:
¿Sabes cuál es el
proyecto y plan de gobierno de tu entidad?
¿El gobernador es
cercano a la población o se la pasa rodeado de su séquito de guaruras? ¿Escucha
a la ciudadanía?
¿Percibes que las
acciones y declaraciones de quien gobierna la entidad donde vives te
representan?
¿Cómo es la
relación del gobernador con los otros poderes y organismos autónomos?
Tratándose de
seguridad ¿la fiscalía estatal hace su trabajo o se observa ausente?
¿El gabinete que
lo acompaña está haciendo lo suyo o solo cobran altos sueldos?
Y finalmente, ¿Qué
tanto estás haciendo por mejorar tu entorno? ¿Te mantienes informado o te vale?
¿Utilizas algún mecanismo de participación ciudadana para dar marcaje personal
a las acciones de gobierno? No se pierda de vista, no interesarse e informarse
de los asuntos públicos que a todos atañen no es una opción viable si se quiere
mejorar la calidad de vida.
La ciudadanía es
una condición que debe ejercerse de manera total, responsable e informada todos
los días. Solo así lograremos hacer la diferencia en los tiempos que nos está
tocando vivir. Desde nuestras trincheras contribuyamos a su construcción.
Es todo por hoy.
¡Hasta la próxima
Nornilandia!