@BarbaraCabrera
“Una
sola cosa nos explica bien la historia y es en qué consisten los malos
gobiernos”
Thomas
Jefferson
Ante
unos 8,500 empleados de la burocracia federal, su “abnegada” y silenciosa esposa
Angélica Rivera e integrantes de su Gabinete, el inquilino de Los Pinos,
Enrique Peña Nieto peroro por casi una hora en razón al inicio de su quinto año
de “gobierno”. Entre otras cuestiones expreso: -“Nos quedan dos años por
delante, lo que tenemos que hacer es redoblar el paso, trabajar en alcanzar las
metas que nos hemos trazado. No es momento de estar descubriendo el hilo negro,
y de estar inventando, y de estar incorporando nuevas cosas; sino de
concentrarnos en esas tareas y en esos objetivos que están trazados, y por los
que hemos venido trabajando”- y continúo diciendo -“No les pido que hablen bien
del Presidente. Dejen que el juicio de la historia hable del Presidente. Pero a
ustedes, mis compañeros en el servicio público, sí les pido que hablemos y nos
multipliquemos en hacer saber a otros lo que desde el Gobierno entre todos
estamos haciendo”-
Abro paréntesis debido a que de dicho
discurso, las preguntas son bastantes ¿Cuáles objetivos? ¿A qué metas se
refiere? ¿Qué tareas? ¿Algún mensaje directo a los peñabots? digo porque aquello de “Mover a México” suele
causar escozor, incluso desde la palestra ciudadana se reconoce como “Joder a
México” [http://bit.ly/2fe2hFp] Cuando EPN alude al “hilo negro” ¿Querrá decir que esa fue su
“filosofía” los años que antecedieron? ¿Acaso eso incluye a las polémicas
reformas estructurales? ¿Entonces su sexenio se ha tratado de un vulgar
experimento? Cierro paréntesis dejando éstas interrogantes para la reflexión.
En
dicho acto, donde solo los aplaudidores fueron convocados, se vio a un Enrique Peña
Nieto activo, saltándose el protocolo sin importarle el que dirá el Estado
Mayor Presidencial; se tomo selfies con los asistentes, sonrío, brinco, celebro
como aquel Rock Star que fue durante
su precampaña y campaña rumbo a la presidencia de la República.
Peña
Nieto insiste en que las reformas estructurales son sus grandes logros,
enfatizó la de telecomunicaciones, energía, educación y la de seguridad, las
que desde su imaginario colectivo y desde la perspectiva del peñismo abstracto
[http://bit.ly/29ozYkc] han aportado
beneficios al país.
Son
tantos los vítores que EPN hace de “su gobierno” que tal pareciera que a fuerza
de repetición dicho personaje anhela que “su realidad” sea verdad, implorando
con discursos le crean, le aplaudan y con ello ser lo que nunca ha sido: legitimado
y querido por el pueblo de México. Esto no pasará, estamos ante un sexenio desde
sus inicios deslegitimado, desacreditado, vilipendiado.
¿No
hay quinto malo EPN? no lo creo. Tratándose del inicio de este enigmático año del
sexenio, será que dicha expresión popular, cobre otro significado.
Y
no, no dejemos que exclusivamente el juicio de la historia juzgue a quien hoy
se ostenta “presidente”. Hablemos hoy,
juzguemos hoy; cambiemos las cosas hoy. ¡Ya basta de decir que no se puede!
Es todo.
¡Hasta la próxima Nornilandia!