@BarbaraCabrera
“No me preocupa el grito de los
violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética. Lo que más
me preocupa es el silencio de los buenos”
Martin Luther King
A D V E R T E N C I A:
Esta es una
columna para la desmemoria, la cual constituye un listado de aquellos políticos
que de suyo tienen por “cualidad” ser corruptos y vanagloriarse de ello. Es
imprescindible hacer notar que esta columna, constituye una muestra de ese abanico
de posibilidades que ofrece el reality
show de la política mexicana, a partir de la cual cada quien podrá agregar
y tomar nota de aquellos que merecen formar parte de la nada venerable galería
de íconos de la corrupción, para actuar en consecuencia; comenzando por las
urnas y dando continuidad desde la palestra ciudadana, para dar marcaje
personal a este tipo de personajes tóxicos para México.
Porque
habemos ciudadanos que libres de corrupción, nos atrevemos a lanzar la primera
piedra, en esta ocasión, desde #Nornilandia va esta contribución:
Enrique Peña Nieto, quien desde
el peñismo abstracto [http://bit.ly/29ozYkc]
comanda y consecuenta a un grupúsculo de corruptos, lo cual lo convierte en un
“líder de manada”. Por sí mismo, recuérdese por el caso de conflicto de
intereses conocido internacionalmente como “La
Casa Blanca ”, sin olvidar las formas a
partir de las cuales llegó a la
Presidencia de la República : candidato auspiciado por televisa,
apoyado por la compra de votos a través de Monex y Soriana #monexgate y
#sorianagate.
El dizque innombrable que está en boca de todos,
así es, adivinaron, se trata de un corrupto de pedigrí llamado Carlos Salinas
de Gortari, personaje de la vieja dinastía de dinosaurios de piel gruesa al que
aún le dan sus fuerzas para mover los hilos de la de por sí desgastada clase
dinosáurica, la cual dicho sea de paso, no es exclusiva del Partido
Revolucionario Institucional, sino que se extiende a otras fuerzas políticas
¿Verdad PAN? ¿No es así PRD? Sin olvidar los partidos satélites al tricolor.
Los góber: este
selecto grupo lo conforman múltiples actores, todos tienen en común: ser
corruptos y algunos de ellos aún gozan de las mieles de la impunidad. ¿Sus
nombres?: Manlio Fabio Beltrones Rivera (Sonora), Mario Marín (Puebla), Andrés
Granier Melo (Tabasco), César Duarte (Chihuahua), Rodrigo Medina (Nuevo León),
Tomas Yarrington (Tamaulipas), Humberto Moreira (Coahuila), Arturo Montiel
(Estado de México), Fidel Herrera (Veracruz), Ángel Aguirre Rivero (Guerrero),
Guillermo Padrés (Sonora), Roberto Borge (Quintana Roo), [Anoten ustedes las
decenas restantes]
Javier Duarte de Ochoa, merece
mención honorífica y referencia aparte del grupo de los “góber”, personajazo
que aunque actualmente esta agazapado y con licencia en su encargo; es una
muestra vergonzante y viviente del icónico personaje conocido como el ciudadano
Vargas. Cuya filosofía es burlarse del pueblo sin oír, ni escuchar y eso sí
vociferando que “se van a acordar de mí el día que entregue el Poder en
Veracruz”. Entre sus dagas encontramos una escandalosa malversación de fondos y
un cinismo exacerbado.
Los incómodos: Felipe
Calderón (después de su guerra contra el narco cuando fuera titular –espurio-
del Ejecutivo, se va del país, luego regresa como si nada hubiera pasado para
colocar a su esposa en el mismo puesto), Emilio Gamboa Patrón (es un corrupto
todo terreno y atrápalotodo), Enrique
Ochoa Reza (cuya consolidación en el grupo data de la jugosa liquidación al
dejar de laborar en CFE para irse a arriar el rebaño tricolor), Genaro García
Luna (seguro lo recuerdan por sus autopromociones en García Luna Productions, así como de sus recurrentes abusos del
poder), Luis Videgaray Caso (político cercano a EPN que después de encabezar la Secretaría de Hacienda
y Crédito Público y ser protagonista de conflicto de intereses, está en la
banca esperando su próximo hueso), René Bejarano (conocido como el señor de las
ligas, el que después de un tiempo vuelve a moverse con soltura en la palestra
pública), Carlos Romero Deschamps (a quien de erigírsele un monumento sería al
tráfico de influencias y el enriquecimiento ilícito), Raúl Salinas de Gortari
(hermano incómodo, símbolo de corrupción e impunidad), Carlos Hank Rhon (sus
delitos son varios), Manuel Añorve Baños (señalado por sus vínculos con el
narco), Rosario Robles Berlanga (política camaleónica que es señalada por
propiciar actos de corrupción y luego por generarlos)
Los juniors:
se trata de una generación cuya principal “virtud” es ser parientes, amigos e
hijos de los políticos de la vieja guardia, que ven en ellos la continuidad y
tapadera de sus corruptelas. Entre ellos se encuentran: Sylvana Beltrones
Sánchez (hija de Manlio Fabio Beltrones Rivera); Pablo Gamboa Miner (hijo de
Emilio Gamboa Patrón); Jorge Emilio González Martínez (el niño verde); Enrique
de la Madrid Cordero
(primogénito del ex presidente Miguel de la Madrid Hurtado ); Claudia Ruiz
Massieu Salinas (hija de José Francisco Ruiz Massieu y sobrina de Carlos
Salinas de Gortari); René Ricardo Fujiwara Montelongo (Nieto de Elba Esther
Gordillo); Manuel Velasco Coello (nieto del ex gobernador de Chiapas Manuel
Velasco Suárez); Mariana Gómez del Campo Gurza (prima de Margarita Zavala); y, Alejandro
Ismael Murat Hinojosa (hijo del ex gobernador de Oaxaca José Murat) A esta
camada poco les importa si están preparados o no, si poseen sensibilidad
política o no, si conocen la realidad del país o no; lo que rifa es que tienen
el pedigrí suficiente para formar parte de ese círculo de los enquistados en el
poder.
PD. ¿Es posible modificar dicha
situación? ¿De qué manera? ¡Cuidado! porque los oficiosos, aplaudidores y
gacetillas al servicio del poder, harán saber que nada cambiará desde la
ciudadanía, que solo gobernantes y representantes tienen el poder; que es mejor
aceptar la realidad, que las reformas son por nuestro bien… ¡nada más alejando
de la realidad!. Lo primero es no olvidar, de ahí la necesidad de estar
informados, generar opinión y tomar nota para la desmemoria; luego, es
imprescindible eliminar el fuero, para evitar casos como los enunciados; a la
par que utilizamos todos aquellos mecanismos que están a nuestro alcance para
difundir y sumar voluntades. ¿Si numéricamente somos más, porque no unirnos y
atrevernos a provocar un cambio? Lo dejo a la reflexión.
Es todo por
hoy.
Nos leemos la
próxima Nornilandia.