28 jul 2015

FÁBRICA DE POBRES

@BarbaraCabrera


“El problema de ser pobre es que te ocupa todo el tiempo”
Willem de Kooning

Se escucha en el radio una voz en off: “Trabajamos con los más pobres entre los pobres”, seguido del testimonio de una persona que dice tener el apoyo del gobierno. Culmina la misma voz: “Mover a México para tu prosperidad. Gobierno de la República” y termina el spot con el mantra hablado rápidamente “Este programa es público, ajeno a cualquier partido político. Queda prohibido el uso para fines distintos a los establecidos en el programa”
La primera acepción del Diccionario de la Real Academia Española, define pobre con un adjetivo y dice se trata de un necesitado, que no tiene lo necesario para vivir.
Hace unos días se presentaron la cifras oficiales de medición de la pobreza, correspondientes al periodo 2012-2014 -de las primeras en este rubro, desde que el señor Enrique Peña Nieto llegó a habitar Los Pinos- y lo hizo el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, conocido como Coneval; cuyos estándares para construir el índice de pobreza, es multidimensional: ya que calcula el ingreso y carencias sociales; incluidos: la seguridad social, acceso a los servicios de salud, servicios de vivienda –calidad y espacio-, alimentación y rezago educativo.
En síntesis, en dos años, el número de pobres aumentó de 53.3 [2012] millones a 55.3 millones [2014], lo que representa dos millones más de personas que como lo dice la definición, no cuentan con lo necesario para vivir.
Las Entidades Federativas que registran más pobreza son los del sur: Chiapas [76.2%], Oaxaca [66.8%], Guerrero [65.2%]; y, Puebla [64.5%]. Mientras que los Estados con porcentajes menores son: Sonora [29.4%], Baja California [28.6%], Distrito Federal [28.4%]; y, Nuevo León [20.4%]  (Véanse datos completos aquí http://bit.ly/1OzQtI2).
Por si esto fuera poco, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México “es el único país latinoamericano que registra una tendencia regresiva en materia de reducción de la pobreza”
Dados a conocer estos números, las reacciones no se hicieron esperar: El PRI dice que no está de acuerdo con su metodología; el PRD, dice que éste se trata de un resultado catastrófico para gobierno. Movimiento Ciudadano criticó el incremento de la pobreza en el país.
Rosario Robles –la polémica y caradura Secretaria de Desarrollo Social del peñanietismo, a quien seguramente recuerdan por el “aguanta Rosario” dicho por EPN- minimizó las cifras arguyendo que no es más que una fotografía de 2014, afirmando osadamente que este 2015 empiezan a reflejarse los primeros resultados de las reformas estructurales “porque la gente paga menos por la luz, la telefonía, ya ha aumentado el consumo y se han creado empleos en una cifra histórica y que resulta ser la más importante de los últimos 10 años”. Culmina enfatizando que falta mucho por hacer por lo que: “primero, se deben seguir profundizando las reformas para que empiecen a dar resultados; y, segundo, es que el Sistema de Focalización permite ir ahí donde verdaderamente se necesita”
Lo que no dice Doña Rosario, es que en efecto hay más empleos pero mal pagados, lo que imposibilita a millones de mexicanos acceder a una mejor calidad de vida. Que decir de aquellos que por las condiciones en que se encuentran no tienen acceso al servicio eléctrico, ni hablemos de la telefonía. Baste ver las cifras en http://www.inegi.org.mx/. Otra realidad es que el dólar estadounidense in crescendo y la economía mexicana, estancada.
Las referencias advierten como el nivel de la pobreza –desde la llegada de EPN- se ha incrementado. Algunos lo llaman, el inventario de pobres y no es para menos; ya que desde las instancias gubernamentales dedicadas al desarrollo y asistencia social, está demostrado una y otra vez como se utilizan sus padrones y “ayudas” a mantener controlado y cooptadas las tendencias electorales.
¿A qué se debe que las instancias gubernamentales no puedan combatirla? ¿Por qué México tiene cada vez más pobres? Existen dos palabras que bien pueden dar respuesta a las anteriores interrogantes: corrupción y desigualdad. Ambas auspiciadas por la complacencia de unos y la impunidad de otros.
Aunado, a como lo detalló en una nota CNN Expansión, las causas más representativas de que la pobreza en México aumentará –y me temo que está se incrementará- están asociadas a que los ingresos cada vez son menores, menor crecimiento económico, dinámica poblacional en aumento, mayores carencias y ni alcanza para la canasta alimentaria.
La línea oficial de bienestar está fijada por Coneval en los $1,281.05 en el ámbito urbano y $898.78 en el rural, ambos mensuales y por persona; el absurdo es que se ha dicho que es suficiente para obtener la canasta alimentaria y no alimentaria; es decir, incluido todos los satisfactores. ¡Vaya!, esto nos debe hacer recordar aquel exabrupto de que con seis mil pesos alcanzaba –cortesía del ahora Senador panista Ernesto Cordero-. Solo en un mundo de irrealidades es posible hacer tan temerarias e ignorantes declaraciones.
Lo que es un hecho, es que la fábrica de pobres en este aún #MéxicoLindoyHerido solo ha cambiado de nombre en a través de los sexenios, veamos:
Solidaridad [con Carlos Salinas de Gortari: 1988-1994]
Progresa [con Ernesto Zedillo Ponce de León: 1994-2000]
Oportunidades [Comparten denominación Vicente Fox Quesada: 2000-2006 y Felipe Calderón Hinojosa: 2006-2012]
Prospera [Enrique Peña Nieto: 2012-presente]
Sea cual fuere su nombre, en palabras de Nelson Mandela, erradicar la pobreza no es un acto de caridad, es un acto de justicia. No obstante, al Sistema -movido por el gobierno en turno- le conviene intensificar la producción de esa vergonzosa fábrica de pobreza y lo hace sigilosamente, a través de la entrega de migajas, de televisores, de despensas; generando necesidades, en lugar de proporcionar herramientas viables que conduzcan al progreso, como por ejemplo, un mejor sistema educativo y no la simulación en la que estamos; dejar de usar la “ley del garrote” y pasar a la prevención, no a la represión.
Una fábrica que intenta tapar con líneas discursivas. Solo así puede ejercer sus dotes de Estado paternalista y controlador.
Es todo por hoy.
Nos leemos la próxima Nornilandia