¿Y
la transparencia… para quién? #SeanSerios
@BarbaraCabrera
Después de un
polémico transitar por el proceso legislativo, el 4 de mayo de 2015 se publicó
en el Diario Oficial de la
Federación la nueva Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública ,
cuya estructura es de 9 Títulos, 33 capítulos; 216 artículos permanentes y
trece transitorios. [Aquí pueden consultar el texto íntegro http://bit.ly/1AAF2b9] Ello
acompañado del ya tradicional evento lucidor de promulgación del señor Peña; de
esos que tanto le gustan, aunque no le aplaudan.
Cuando
hablamos de transparencia es oportuno irnos con cuidado; y si a esto le sumamos
que es gubernamental: pies de plomo y mente crítica, son elementos
indispensables para dilucidar de qué trata y sus alcances.
Lo he
manifestado en diversos foros: transparencia no es lo mismo que acceso a la
información; el primero es un concepto abusado en su uso; mientras que el
segundo, de solo mencionarlo a cualquier gobernante les causa un miedo
inusitado.
Comienzo por
hablar de transparencia: Cualidad de transparente; para seguir con transparentar:
Permitir que se vea o perciba algo a través de él; y finalmente transparente:
Que se deja adivinar o vislumbrar sin declararse o manifestarse / Claro,
evidente, que se comprende sin duda ni ambigüedad. Definiciones de las cuales
nos ilustra la Real Academia
de la Lengua Española.
Mientras que,
acceder a la información implica tener/conocer/reconocer técnicas que
hagan posible buscar, localizar, catalogar, solicitar, inquirir la
documentación deseada a través de distintos sistemas como bases de datos
tradicionales o utilizando las TIC.
Es decir,
transparentar es poner algo (lo que sea y en cualquier condición) en una
vitrina para que todos lo vean. Acceso a la información implica un siguiente
nivel; toda vez que no todo lo transparente es accesible, aunque lo parezca, ya
que esta tras una vitrina; y no todo es accesible, tratándose de información
gubernamental. Las pautas las establecen las leyes y reglamentación expedida.
[Para conocer más, desde una de mis
líneas de investigación, generación y aplicación del conocimiento aporto estos “Apuntes de Transparencia”, publicados en Quaestionis
Núm. 10. Año 1. Noviembre-diciembre 2013, abstrac
consultable en http://bit.ly/1jiDY7I
artículo donde, entre otros tópicos, explico los pasos necesarios para
implementar y consolidar estas temáticas en el ámbito gubernamental]
Y aunque el
IFAI se transformé en INAI por iniciativa peñanietista, habremos de estar
atentos si en verdad hacen frente a los retos que implica establecer un sistema
nacional de transparencia, entre muchas otras de sus funciones; o si únicamente
estaremos ante un solo cambio de letra: la
N por la F.
¿Transparencia
cuando el tema de la “Casa blanca” no ha sido resuelto y hasta la víctima se
hizo la ex actriz Angélica Rivera?
¿Transparencia
cuando la familia presidencial se da vida de pachá a costilla de nuestros
impuestos cada vez más altos y menos reflejados en un beneficio palpable?
¿Transparencia
cuando las casas de malinalco de Luis Videgaray, la de Osorio Chong en Las
Lomas, la recién adquirida de Rodrigo Medina de la Cruz en San Pedro Garza
García; y las que se agreguen, se suman a las fastuosas/opulentas residencias
de los enquistados en el poder, sin que las cuentas nos cuadren a nosotros los
ciudadanos, ni mucho menos aquellas correspondan a sus sueldos?
¿Transparencia
cuando se dejo fuera de la nueva Ley la posibilidad de conocer las
declaraciones patrimoniales de los gobernantes, dando con ello posibilidad de
que se enriquezcan sin percatarnos de ello?
¿Transparencia
cuando callan a los periodistas que buscando la verdad dan a conocer los
excesos de la clase gobernante?|
¿Transparencia
cuando este país en el ranking de la
corrupción esta situado en el lugar 103 de 177 países, tal como lo revela el
Índice de percepción de la corrupción 2014?
¿Transparencia
cuando México ocupa un deshonroso penúltimo lugar en materia de impunidad de 59
países que cuentan con información estadística suficiente para el cálculo del
Índice Global de Impunidad 2015?
¿Transparencia
cuando el señor Peña desestima públicamente la corrupción que padecemos
diciendo que se trata de un “fenómeno cultural”?
Lo cierto es
que con tremendos monumentos a la corrupción; con las evidentes complicidades
en conflictos de intereses; compadrazgos consolidados; desigualdad e
inseguridad; reciclaje político; impunidad en el ambiente; se vuelve urgente la
intervención ciudadana para detener los derroches institucionales; lo que
implica ciudadanos participativos, observantes y exigentes, que utilicen los
mecanismos de acceso a las informaciones existentes. Piénsenlo bien y verán
como al gobierno le gustamos callados, porque estaríamos como ausentes.
¿A qué juega
el gobierno? Sin duda alguna, en esta ocasión, a la transparencia. Desde estas
letras le digo al señor Peña y seguidores: los grandes problemas nacionales de
ninguna manera y bajo ninguna circunstancia se resolverán controlando la
información y simulando una de por sí opaca transparencia. El problema no es de
leyes, sino de voluntad política y de acción ciudadana.
Estamos en
una época de desafíos importantes. Recuerda, si alguien generará cambios para
rescatar lo que nos queda de país, seremos los ciudadanos. Por eso demos un
contundente paso y este 7 de junio #QuítaleElCongresoAPeña
Por hoy es
todo.
¡Hasta la
próxima Nornilandia!