@BarbaraCabrera
“No hay democracia sin determinación”
Julio Anguita
Hace algunas Nornilandias escribí un texto cuyo título
fue “El gobierno tiene miedo” http://bit.ly/1g6Um3k
en donde enlisté varios ejemplos de por qué el sector gubernamental, teme.
Desde entonces, varios supuestos se suman a esa lista de temores.
Ahora en esta entrega de Nornilandia, comparto con
ustedes una reflexión de por qué considero que el gobierno se equivoca y los
ciudadanos, también.
El gobierno se equivoca por no abrir del todo los cauces
de participación ciudadana y hacer de las leyes un laberinto intransitable para
el ciudadano común.
El ciudadano se equivoca al no participar y permanecer
cómodamente sentado en su sillón de status
quo, dejando con ello de ejercer su ciudadanía.
El gobierno se equivoca al asumirse el pater familias y ejercer un exacerbado
control del país.
El ciudadano se equivoca al conformarse y estirar la
mano para recibir solo migajas.
El gobierno se equivoca al simular mejoras al sistema
educativo, por qué sabe que un ciudadano bien formado, piensa por sí mismo.
El ciudadano, con sus omisiones, se equivoca al formar
parte de los simuladores de una mejor educación.
El gobierno se equivoca al no ver, no escuchar y no
hablar con los ciudadanos que piensan distinto a él.
El ciudadano se equivoca al producir el gobierno que
tiene: al no ir a votar, al no exigir, al no participar, al no encontrar los
cauces para provocar un cambio.
El gobierno se equivoca al utilizar cuanta estrategia
de manipulación mediática tiene a la mano para hacer de las suyas.
El ciudadano se equivoca al permitir que la función de
teatro, continúe.
El gobierno se equivoca al proporcionar apoyos de
relumbrón.
El ciudadano se equivoca al no demandar, proponer y
generar las herramientas que forjen un futuro promisorio.
El gobierno se equivoca al no tener una perspectiva
distinta y competitiva ante el concierto de naciones.
El ciudadano se equivoca al tener únicamente una
visión local y reduccionista.
El gobierno se equivoca cuando crea y/o reforma
instituciones para combatir la corrupción, cuando hace (ab) uso de su
impunidad.
El ciudadano se equivoca al considerar que todo el
poder lo tiene el gobierno.
El gobierno se equivoca cuando dice que no hay
presupuesto que alcance y por otro lado contrata discrecionalmente para pagar
favores políticos, convirtiendo a la burocracia en una maquinaria manejada por
pigmeos.
El ciudadano se equivoca al no exigir de manera
contundente, una adecuada rendición de cuentas.
El gobierno se equivoca al endeudarse sinrazón y comprometer el futuro de
generaciones venideras.
El ciudadano se equivoca al contribuir puntualmente al
gasto de la nación, sin exigir mecanismos claros de rendición de cuentas.
El gobierno se equivoca al asumirse el todopoderoso en
decisiones de políticas públicas.
El ciudadano se equivoca al alejarse de la política y
dejar hacer a la clase política que gobierna.
…Y así podría continuar con el listado. Dejo solo esa
pauta representativa.
Mientras el binomio sociedad-gobierno continúe así,
seguiremos ante un #MéxicoLindoyHerido. Entonces ¿cuándo asumiremos que nos
estamos equivocando? ¿Qué hacemos? asumir responsabilidades y hacer lo que a
cada quien corresponda, sin simulaciones, ni pretextos. Ya lo he dicho en
reiteradas ocasiones, es así de simple.
Eso es todo en esta Nornilandia.