“La Constitución se ha
convertido en el plan de gobierno del presidente en turno, convirtiéndola en una
agenda que deriva en reformas parciales que se circunscriben al Poder Ejecutivo
y su administración pública, observando tímidamente los requerimientos de una
sociedad cada vez más demandante y ávida de reglas del juego acordes a estos
tiempos”
@BarbaraCabrera en Nuevo Pacto Social para “Revista
Quaestionis”, Número 12, marzo-abril 2014.
Vivimos en un país donde la alta
burocracia es la mejor pagada de América Latina, donde sus salarios superan 13
veces el ingreso por habitante y 25 veces la remuneración promedio de un
trabajador formal; según un informe de la OCDE y el Banco Interamericano de
Desarrollo. Un país donde 6 de cada 10 trabajadores se desempeñan en la
economía informal, de acuerdo con datos del INEGI. Un país donde 53.3 millones
de personas -lo que representa un 45.5%- vive en la pobreza, de acuerdo con el
Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Un país con un gobierno que ha
vendido la idea -a través de los medios tradicionales de comunicación- de que
las simultáneas reformas estructurales, ahora intentando consumarse en las
letras chiquitas, transformarán y moverán a México.
Por ejemplo, este lunes por la mañana
se llevó a cabo el evento de promulgación de las leyes secundarias en
Telecomunicaciones, los discursos grandilocuentes estuvieron dirigidos a hablar
de las bondades de dichas regulaciones. Horas después, en la edición vespertina
del Diario Oficial de la Federación (DOF), se publicaron (http://dof.mx/nota_detalle.php?codigo=5352323&fecha=14%2F07%2F2014). Las prisas legislativas fueron
evidentes y es un secreto a voces que los tiempos se dictaron desde “Los Pinos”,
aquí el reloj legislativo tendiente a ir lento y detenerse tuvo que adelantarse
para trabajar a marchas forzadas. No se quiso –una vez más- escuchar al
ciudadano de a pie, por ahí hubo algunos foros al que acudieron algunos
privilegiados para refrendar un proceso legislativo cooptado por las mayorías y
ajeno a las minorías.
En el evento de promulgación, de lo
que omitió hablar Peña y sus secuaces es de los artículos 189 y 190 que
conforman el Título Octavo de la Ley Federal de Telecomunicaciones y
Radiodifusión denominado “De la colaboración con la justicia”, los cuales
invito a que lean con toda atención.
Desde mi perspectiva, y en
coincidencia con lo expresado por los defensores de las libertades digitales y los
derechos humanos de este país: nos dan migajas y nos inhiben libertades, toda
vez que no hay certezas de cómo serán utilizados los polémicos artículos. Si
antes ya nos espiaban, ahora se vuelve legal. Cualquiera desde la disidencia
podrá ser monitoreado y eventualmente callado.
No obstante, no todo esta consumado.
Vivimos tiempos extras en las Leyes Telecom gracias a que 219 organizaciones, a
través de una carta (http://r3dmx.tumblr.com/post//el-ifai-debe-presentar-accion-de-inconstitucionalidad) hicieron un llamado al IFAI para
que presente una acción de inconstitucionalidad en contra de estas
disposiciones que es obvio son violatorias del derecho a la privacidad y a la
protección de datos personales; dicha facultad le es otorgada al IFAI por el
artículo 105, fracción II de la Constitución Política de los Estados Unidos
mexicanos. ¡Ahora el tiempo extra esta en manos de este organismo! Estemos
atentos a lo que ocurra.
Cabe hacer mención que los dos
derechos aludidos –léase el de la privacidad y protección de datos personales- los
conquistamos no hace mucho. Recordemos: el viernes 20 de julio de 2007 se
publicó en el DOF reformas al artículo 6º Constitucional para sentar los
principios y bases para el ejercicio del derecho de acceso a la información,
dentro del cual encontramos en la fracción II, la protección a la vida privada
y datos personales, que se instrumentó hasta el 5 de julio de 2010 con la
expedición de la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de
los Particulares.
Hoy la pretensión es disminuirlos con
el pretexto de proteger nuestra seguridad, ya que no se establecen las reglas,
procedimientos y garantías de que no serán mal utilizados y vulnerados ¡vaya manera de utilizar las estrategias de
manipulación mediática!
Finalizo este texto diciendo que es
preciso reconocer realidades para avanzar, sigo sosteniendo la idea de que esta
generación necesita construir una mejor ciudadanía y tener un nuevo Pacto
Social que refleje los tiempos y necesidades que enfrentamos, requerimos una
nueva Constitución y no reformas que constituyen planes sexenales.
Vivimos esos tiempos extra,
aprovechémoslos.
Por hoy es todo.
¡Nos leemos la próxima Nornilandia!