@BarbaraCabrera
“Todo es
política”
Thomas Mann
Política ocho letras, un acento. Distintas prácticas sobre la cual tenemos los ciudadanos puesta la mirada y los interesados en un cargo público fijas sus expectativas. Sobre estos tópicos vivimos una efervescencia que aparentemente prevalece después de aquella jornada electoral del 1 de julio, toda vez que están pendientes de resolución algunas controversias suscitadas de este proceso; no obstante, derivado de los XXX Juegos Olímpicos en Londres a celebrarse del 27 de julio al 12 de agosto de 2012, la atención sobre estos temas parece diluirse; es importante no les perdamos la pista a aquellos acontecimientos, ya que de ello depende el rumbo del país, no solo del sexenio, sino de los años venideros. Disfrutemos entonces de la justa deportiva sin permitir que nuestra atención este solamente ahí, combinemos Olimpiadas y política.
Por
fortuna, en esta época situada en la era digital es posible saber lo que ocurre
en este preciso instante en cualquier parte del mundo; donde sucesos van, acontecimientos
vienen. En el instante de llevarse a cabo un evento deportivo en Londres,
sabemos del desempeño de cada competidor y si obtuvo o no la anhelada presea
olímpica, todo a través de las Redes Sociales, ya no tenemos que esperar los
periódicos del día siguiente o el noticiero de la noche para enterarnos. Las
redes, son la misma herramienta que nos posibilita interactuar con un ejercicio
que antes parecía distante: la política. En la actualidad, es posible seguir,
señalar, reclamar, cuestionar y hasta evaluar a la clase política.
En otro
combo política-juegos olímpicos se tiene que mientras los partidos -plataforma
todavía indispensable para llegar al poder en este país- reciben financiamiento
público nada despreciable vía nuestros impuestos (dinero destinado aún para aquellos
partidos pequeños que alcanzan un discreto 2% de la votación); la otra cara de
la moneda tiene otra suerte, toda vez que el apoyo al deporte mexicano sigue
siendo tímido, raquítico; a pesar de ello, la obtención de una medalla es
celebrada con bombo y platillo por la clase política, cual si el triunfo
perteneciera a la federación y los apoyos fueran suficientes; este rubro
señores políticos deberá ser revisado con detenimiento y llevado a la agenda
nacional, para debatirse con toda seriedad y oportunidad; a igual que otro gran
listado de pendientes que cada día se suman a la realidad social imperante.
Cabe
mencionar que a pesar de las derrotas deportivas de la delegación mexicana,
derivadas de múltiples factores; al momento de redactar esta Nornilandia van
ganadas dos medallas de plata, ambas en la disciplina de clavados
sincronizados; los mexicanos triunfadores debido a su esfuerzo y dedicación son
Germán Sánchez e Iván García, así como Paola Espinosa y Alejandra Orozco
¡enhorabuena!
En
definitiva, los juegos olímpicos constituyen el mayor espectáculo deportivo que
presenciamos cada cuatro años. La política es un ejercicio de poder entre
actores situados en la palestra pública cuyo espectáculo no siempre resulta
gratificante.
Y ya
que estamos muy olímpicos estos días, finalizo esta Columna llevando a cabo una
ceremonia al estilo londinense para entregar medallas a grandes competidores,
así que en el podio, las posiciones
quedan de la siguiente manera:
Medalla
de oro para todos aquellos ciudadanos proactivos, participativos que aún en las
adversidades continúan trabajando desde sus trincheras en pro de México lindo y
aún herido; y aspiran en consecuencia a dejar un mejor mundo del que
encontraron.
La
medalla de plata en este otro estilo de juegos olímpicos, es para las
organizaciones de la sociedad civil que reúnen las coincidencias para obtener
el progreso necesario y dar oxigeno a esta incipiente democracia.
Finalmente,
la medalla de bronce y no por ello menos importante; se la han ganado a pulso
las redes sociales y de comunicación, por ser ese ingrediente necesario para
mantenernos informados, organizados y comunicados ¡larga vida a las redes
sociales! ¡Larga vida a Twitter!
Es todo por hoy.
Nos
leemos la próxima Nornilandia.
Mientras
tanto, continuemos el intercambio de ideas en Twitter, me encuentran como
@BarbaraCabrera