@BarbaraCabrera
“El
voto es el instrumento más poderoso jamás concebido por el hombre para derribar
la injusticia y destruir las terribles paredes que encarcelan a hombres por ser
diferentes de otros hombres”
Lyndon
B. Johnson
12 de abril
de 2012 pronosticó el triunfo en las urnas de Enrique Peña Nieto, afirmando que
solo “un milagrito” hará ganar a Josefina Vázquez Mota; 25 de abril mismo año,
afirma que es hombre de compromisos y que su compromiso es con ella, la llama
mi Presidenta y le besa la mano. 3 de junio, pide a los mexicanos “cerrar
filas” con quien se perfila como un ganador en una clara alusión a EPN y
remata: el reto para Josefina es consolidar el
segundo lugar. ¿Quién es al autor de tan versátiles declaraciones? En efecto
mis lectores, se trata de Vicente Fox Quesada, hombre dicharachero, inculto,
bronco; que no teme ser portador de un síndrome que lo acompaña como su sombra:
el de la chimoltrufia porque un día dice algo y enseguida se desdice a si
mismo; ya no necesita vocero e interprete de lo que intento decir; ahora él es
su propio traductor. Lo que sea que eso signifique.
¿Traición
a su instituto político? ¿Alzheimer? ¿Conveniencia política? ¿Qué pasará por la
mente de este personaje de la política? ¡Las lecturas son varias! Se dice, es
una persona que se traiciona a sí misma, que sus
declaraciones son un contrasentido; algunos más aplauden sus dichos; otro
sector se regocija al verlo y escucharlo, cual si estuvieran viendo un programa
de comedia involuntaria. De manera insólita existirán quienes le hagan caso.
En este sentido y ante la intromisión -una vez más- de Chente
Fox alias “el chimoltrufio” en esta época electoral que está a unas semanas de
terminar, y derivado de que sus palabras son un intento para inducir el voto
por el candidato del canal de las estrellas –al igual que su par Manuel Espino
quien ha dado el espaldarazo completo a EPN- es oportuno dialogar sobre un
tópico que es necesario reforzar: el voto, esas cuatro letras que para algunos
parecieran insignificantes, para otros, constituyen una manera de lograr el
cambio en un país que nos urge -a nosotros los ciudadanos- de soluciones.
En las complejidades de un país como el nuestro, es evidente
que los tipos de sufragios también se dividen; de éstos podemos distinguir los
siguientes: voto del odio; voto del
miedo; voto informado (voto razonado); voto útil; voto de plástico; voto del
hambre; voto corporativo; voto de castigo; voto en blanco y voto nulo (el voto
blanco al final se convierte en voto nulo). Y tu ¿qué tipo de voto ofrecerás
por México? ¿Ya lo reflexionaste lo suficiente? ¿Cuentas con la información
necesaria para tomar una decisión rumbo a un #VotoRazonado?
Sumado a ello, a partir de la reforma electoral de 2009, en esta
jornada electoral los ciudadanos nos enfrentaremos a una forma de votar que
puede causar confusión; ya que a pesar de tener 4 candidatos a la Presidencia, habrá
12 formas válidas de votar por este cargo; al incluir en las boletas el
distintivo electoral de cada partido político; no será plasmado por coaliciones
como sucedió en la elección pasada. En esta tesitura, aunque el Tribunal
Electoral ya instó al IFE para que lleve a cabo una campaña para evitar dicha
situación, una medida para evitar esas confusiones es recomendar que voten por
el partido de su preferencia, por el candidato de su elección, y si acaso deciden
sufragar por dos partidos o más, tengan la certeza de que están coaligados.
Estemos atentos, informados y ejerzamos un #VotoRazonado el
próximo 1 de julio; se acerca la fecha para el segundo debate presidencial, un
elemento más para poder decidir o ratificar nuestro sufragio.
No perdamos de vista que a través de esta sencilla acción
–léase votar- estamos contribuyendo a provocar un cambio en una incipiente
democracia como la que vivimos en México.
Es
todo por hoy.
Mientras
llega la próxima entrega de Columna Nornilandia, intercambiemos ideas en la
Twittósfera.