@BarbaraCabrera
“Es mejor debatir una cuestión sin resolverla, que resolver una cuestión sin debatirla”
Joseph Joubert
Tiempo ha transcurrido desde aquel 12 de mayo de 1994 cuando en México se llevó a cabo el primer debate televisado entre los tres principales candidatos a la Presidencia de la República: Diego Fernández de Cevallos (PAN); Ernesto Zedillo Ponce de León (PRI) y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano (PRD). Un hecho que, aunque no hizo posible la alternancia en aquel sexenio, si contribuyó a fraguar una manera distinta de conocer a los suspirantes a la silla del águila. No obstante, en una democracia incipiente como la mexicana, pronto nos percataríamos que debatir no necesariamente otorga el triunfo en las urnas; recordemos que de aquel ejercicio resultó victorioso Diego Fernández de Cevallos quien se dice se vendió al mejor postor para dejarse vencer en lo que parecía un triunfo inminente y una alternancia anunciada a todas luces.
Cumplida la mayoría de edad de los debates y después de transitar por otros tantos; situémonos en 2012 -año resplandeciente para quien anhela llegar a la grande y apostarse en Los Pinos- para ser precisa el 6 de mayo a las 20:00 horas, se celebrará el primero de dos debates organizados por el Instituto Federal Electoral entre los cuatro contendientes a la Presidencia de la República; es decir, en esta ocasión no quedará fuera nadie ¡hasta Gabriel Quadri de la Torre estará presente para debatir y presentar sus propuestas! ¿Tiene algo de malo o raro? ¡Todo lo contrario!, en este país de libertades, a nadie se le niega el derecho a aspirar a cargo público alguno, siempre y cuando cumpla los requisitos.
El punto controvertido en esta ocasión, es la polémica que se ha suscitado previo al debate derivado de un tweet redactado en menos de 140 caracteres que dice y cito textual: “Si quieren debate, véanlo por Televisa, si no, vean el fútbol por Azteca. Yo les paso los ratings al día siguiente” ¿Quién es el autor de esta “bomba tuitera”? nada más y nada menos que Ricardo Benjamín Salinas Pliego, de 57 años, contador de profesión; así como dueño, presidente y Director General del Grupo Salinas; empresa entre las cuales se encuentra Televisión Azteca y amo y señor del equipo Monarcas, uno de los equipos que jugará contra Tigres a la misma hora en que se transmitirá el Debate.
En una respuesta comodona algunos dirían, para que tanto aspaviento; que cada quien vea lo que le plazca. Desde mi perspectiva, el asunto tiene mayor trascendencia y varias lecturas que es preciso compartir para reflexionar.
De entrada, reconocer al debate, como espacio idóneo para el intercambio de ideas, o por lo menos un ágora donde cada cual demostrará un poco de lo que pretende hacer en caso de tomar las riendas de México lindo y aún herido; puede ser que cumpla o no las expectativas que tenemos, pero es imperativo estar atentos de ello.
Otro punto relevante sobre ver debatir o no a los candidatos presidenciales, tiene que ver con el voto libre; el cual posee diversas implicaciones más allá de la secrecía. En este sentido, se encamina hacia un voto informado ¿y como se obtiene lo anterior? A través de obtener datos e inteligir propuestas. ¿Pambolear nos encaminará a dilucidar el camino hacia un voto razonado? ¡Estoy segura que no! Podrá distraernos, ser ocasión de reunión con los amigos, manera de cruzar apuestas para sentir la adrenalina de un posible triunfo; pero no ayudará a delinear la ruta deseada para todo un sexenio.
Por otra parte, la responsabilidad en las declaraciones del dueño de una de las televisoras más vistas en este país no es para simplemente denostar, ni para vivir en el constante asombro; ya sabemos son comerciantes y al cliente le darán lo que pida. Ante ello, es preciso actuar y la mejor manera es, demostrar el 6 de mayo que la ciudadanía esta interesada en escuchar a los cuatro contendientes tras la banda presidencial. Un partido de futbol estoy segura puede esperar; una ciudadanía proactiva, participativa e interesada en los asuntos públicos, sobre todo dadas las condiciones actuales sabe muy bien a lo que me estoy refiriendo. Con aquellos apáticos e inactivos, nos toca hacer labor a quienes ya estamos transitando el camino hacia un cambio de papeles.
En esta tesitura, es bueno comenzar a cavilar ¿Que esperamos de este evento los ciudadanos? ¿En verdad nos genera expectativas? Si un concesionario -como lo es Televisión Azteca- no está obligado por ley a transmitir el debate, según lo ha confirmado el Presidente del IFE ¿Cuál será una manera efectiva de dar publicidad al debate y que llegue al mayor número de ciudadanos?
Es todo por hoy.
¡Nos leemos la próxima Nornilandia!