@BarbaraCabrera
Los temas de coyuntura están en su punto álgido: transitamos de las majaderías de Juan Molinar Horcasitas hacia los Diputados y por ende a la ciudadanía; continuamos con las desavenencias entre la Universidad de Guadalajara y Gobierno del Estado de Jalisco que se ha convertido en un tema nacional al intervenir Alonso Lujambio a nombre de la SEP, así como dos o tres Diputados Federales que lo han llevado a la Tribuna de San Lázaro; tuvimos y sin duda dará para más, el asunto del Brozogate y sus amenazas a un twittero desconocido y más recientemente vivimos y somos testigos de la guerra sucia de Calderón contra Andrés Manuel López Obrador.
La historia de 2006 parece repetirse. El miedo del mundo mágico llamado “Calderolandia” persiste. Y si lo vemos desde un punto de vista positivo, en efecto: AMLO sí es un peligro para México, pero para el México de quien tomo por asalto la Presidencia de la República. Para el México que se resiste a cambiar y que se empecina en mantener un status quo comodón. Para el México intolerante que no quiere aceptar los errores de quienes dicen gobernarnos. (Muertos colaterales, Guardería ABC, falta de empleo o salarios paupérrimos, sistema educativo deficiente…)
Felipe Calderón, ya se “placea” abriendo la posibilidad de entregar en 2012 la banda presidencial a un priísta ¿es acaso el monólogo de un fracaso que existía aún antes de tomar la Presidencia de la República? ¿Acaso ya se “negoció” la sucesión presidencial con el ala “GelBoy” del nuevo PRI?
¿Por qué a partir de este momento el aparato del Estado se ha volcado contra AMLO? ¿Cuántas situaciones orquestadas desde el gobierno tienen miedo que se den a conocer una vez que AMLO sea Presidente?. No cabe duda, la lista sería interminable. Y esto apenas inicia.
A nivel nacional e internacional se ha escuchado a FECAL titubeante al señalar a AMLO como un peligro para México, lean parte de las falacias textuales esgrimidas en entrevista radiofónica con Pablo Hiriart y Salvador Camarena (y esto se debe a que no puede sostener su dicho con argumentos sólidos):
-¡Sigue siendo un peligro para México (AMLO)? (preguntó Salvador Camarena en entrevista transmitida)
-Pues ojalá y no.. no sé, ojalá se… mira, la verdad, lo dije entonces y lo estoy diciendo ahora: me parece una persona con muchos atributos y muchos defectos, como cualquiera, pero el mayor defecto es que le hizo un daño terrible a México con su campaña de rencor y de odio, antes y después de las elecciones. ¡Y el primer damnificado fue él! ¿Por qué? Porque la gente es sensata, hombre, la gente tiene sentido común, a la gente no le gusta eso. Le gusta a sus fanáticos, le gusta a un extremo superradical, le gusta a esta especie de feligresía, pero no le gusta al mexicano común que trabaja, lleva a sus niños a la escuela y quiere vivir en paz y tranquilidad. En la medida que corrija ese va a poder sacar a relucir los talentos que como cualquier persona tiene y ojalá le vaya bien”
¡Ops!, vaya manera de expresarse de Felipe de Jesús, preguntémonos entonces, ¿Cómo mide Calderón ese supuesto odio y rencor? ¿Será acaso que considera las propuestas razonadas de AMLO de esa manera? ¿No será que el rencor y el odio lo demuestra Calderón con sus acciones de todos los días?
Baste recordar el cambio de slogan de Calderón durante su campaña de “manos limpias” a “manos firmes”, ¡hasta la mirada le cambio! Ya era un presagio de lo que a los mexicanos nos esperaba y el tiempo lo ha dicho todo.
Va un llamado al señor Calderón Hinojosa, para que termine con esas faltas de respeto a millones de mexicanos que disienten de él. Envíenle vía twitter tus protestas (@FelipeCalderon).
Le exijo una disculpa pública a millones de mexicanos que trabajamos, que queremos vivir tranquilos y en paz. Algunos de esos mexicanos ya no están vivos por ser parte de esos “daños colaterales” que tanto refiere.
Insisto en lo que sostuve en mi columna del día de ayer “PRI y PAN” no fueron capaces de gobernar el país, el cual se nos está desmoronando y eso lo constatamos a diario, no solo a través de las noticias, sino a cada paso que damos por el territorio nacional.
Es todo por hoy.
¡Nos leemos la próxima Nornilandia!