@BarbaraCabrera
“Cuando oigo que un hombre tiene el hábito de la lectura,
estoy predispuesto a pensar bien de él”
Nicolás Avellaneda
Leer, libros, lectura… tres palabras tan fáciles de pronunciar y tan difíciles de llevar a la práctica. Se ha demostrado a través de diversas encuestas nacionales e internacionales que México no es un país de lectores. ¡Vaya contrariedad, dicen que leemos 2.9 libros por año! (Cfr. “Bibliofilia en México… ¿será? http://columnanornilandia.blogspot.com/2010/11/bibliofilia-en-mexico-sera.html) Datos fulminantes para los que nos dedicamos a la academia e investigamos y nuestra fuente principal son los libros.
No hay campaña publicitaria que baste, ni será esta Nornilandia la que cambie la situación; no obstante, mis lectores lo saben, me gusta generar el pensamiento crítico y en esta ocasión no será la excepción.
¿Cómo hacer entender a cada mexicano, con posibilidad de hacerlo, que la lectura es una herramienta para toda la vida? ¿De qué manera piensan que pueden lograr mejores oportunidades sino es preparándose? ¿Las políticas públicas son suficientes para la consecución de este fin? ¿La culpa de la falta de lectores la tiene el gobierno o la sociedad? ¿A quién le corresponde promover el hábito de la lectura?
Sin duda, las preguntas son muchas más y las respuestas serán diversas: que si falta presupuesto, que si el gobierno no diversifica la apertura de nuevos centros bibliotecarios, que si en las universidades dejan mucha tarea y no hay tiempo para leer y “n” ocurrencias más surgen en el imaginario colectivo para pretextar una y otra ocasión el desinterés por los libros y la lectura.
En este orden de ideas, y como ya se han divulgado datos, anuncios, campañas, propuestas, invitaciones a llevar a cabo tan maravillosa actividad; hoy viernes comparto con ustedes información difundida a través de un correo electrónico que se llama “todo depende de la posición”. Espero les sirva para generar un poquito de conciencia de lo trascendencia de leer para trascender. Les invito a pasar más tiempo leyendo y menos en la televisión:
Según estudios recientes:
hacerlo parado fortalece la columna;
boca abajo estimula la circulación de la sangre;
boca arriba es más placentero;
hacerlo solo es rico, pero egoísta;
en grupo puede ser divertido;
en el baño es muy digestivo;
en el auto puede ser peligroso...
hacerlo con frecuencia desarrolla la imaginación;
entre dos, enriquece el conocimiento;
de rodillas, resulta doloroso...
En fin, sobre la mesa o sobre el escritorio, antes de comer o de sobremesa,
sobre la cama o en la hamaca, desnudos o vestidos,
sobre el césped o en la alfombra, con música o en silencio,
entre sábanas o en el closet:
hacerlo, siempre es un acto de amor y de enriquecimiento.
No importa la edad, ni la raza, ni el credo, ni el sexo, ni la posición económica...
¡¡ Leer es un placer!!!
DEFINITIVAMENTE, LO MEJOR ES LEER Y DISFRUTAR DE LA IMAGINACIÓN, Y TÚ LO ACABAS DE EXPERIMENTAR.
¡¡ENRIQUECE TU HÁBITO POR LA LECTURA!!
Y RECUERDA QUE CADA VEZ QUE LEEMOS UN LIBRO, MUERE UN BURRO.
Por hoy es todo.
¡Nos leemos la próxima Nornilandia!