20 abr 2011

“TASA DEL 0% A INTERNET: ¿suficiente?”


@BarbaraCabrera

“En este mundo no se puede estar seguro de nada, salvo de la muerte y de los impuestos”
Benjamín Franklin


El martes 12 de abril de 2011, los Senadores Carlos Navarrete Ruiz y Francisco Javier Castellón Fonseca, del grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática; presentaron iniciativa que contiene proyecto de decreto por el que se adiciona una fracción V al artículo 2° de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, cuyo objetivo es aplicar tasa del 0% a los servicios de acceso a Internet, a través de una red fija o móvil.

Por lo que esta Nornilandia la dedicaré a proporcionar elementos de comprensión para el análisis de la iniciativa en comento. La que ha sido turnada a la Cámara de Diputados, por ser un tema donde le compete a ésta ser la cámara de origen.

Comenzaré por definir que es un impuesto y porque se justifica su existencia. Éste consiste en el pago que una persona y/o empresa realiza al gobierno y se supone justifica su existencia porque el Estado le devuelve a la sociedad bienes y servicios públicos.

Se preguntarán ¿existe algún tipo de sistema para la recaudación de tributos en el país?, al respecto la doctrina refiere la existencia de un sistema progresivo cuya característica primordial es que quien gana más paga proporcionalmente más impuestos; a contrario sensu está el sistema regresivo donde se extrae proporcionalmente mayores recursos a quien menos ingresos genera; lo cual constituye una injusticia debido a su desproporcionalidad.

Se advierte del documento legislativo, diversos datos que denotan la importancia de bajar la tasa a 0% en el IVA a los servicios de Internet y tiene que ver, entre otros, con la importancia de que esta herramienta promueve la democracia en todo el mundo.

Según datos de la Asociación Mexicana de Internet, A.C. en México existen 30.6 millones de usuarios de Internet. El estudio refleja el tipo de actividad que llevan a cabo los usuarios de la Red: enviar / recibir correo electrónico (75%); enviar / recibir mensajes instantáneos (59%); entrar al chat (45%); ver/ bajar fotos o videos (41%); buscar / leer noticias nacionales (37%); subir videos o fotos para compartir (34%) buscar / leer noticias internacionales (33%); acceder / crear / mantener sitios de comunidad virtual / redes sociales o sitios propios (31%); enviar postales electrónicas (24%); leer diarios o periódicos (17%).

De acuerdo a datos de la OCDE en México los servicios de Internet son cinco veces más caros y 60% más lentos que el resto de los países que la integran. ¿Sorprende el dato? Ustedes digan.

Es importante recordar información de diversas Columnas Nornilandia, a saber:


• “México, sumido en el analfabetismo tecnológico” http://columnanornilandia.blogspot.com/2011/01/mexico-sumido-en-el-analfabetismo.html  



Es relevante decir que en 2009, se logró la eliminación del incremento al impuesto a los servicios de internet, derivado del movimiento que se gestó en las redes sociales mediante la consigna “Internet necesario” No obstante, hoy en día la tasa impositiva es muy alta para este servicio, sólo por concepto de IVA se paga 16% y en algunos casos hasta el 19% cuando no se cumple con los requisitos que de acuerdo a la ley lo exentan del pago del IEPS. Es evidente que estas medidas impositivas desincentivan su penetración y desarrollo, sumiendo aún más a un país de por sí analfabeta en este rubro.

Una afirmación llevada al texto de la iniciativa, compartida y divulgada por varios investigadores e interesados en estos temas es la que advierte que el acceso y uso de Internet no debe concebirse como un lujo sino, hoy más que nunca, como una necesidad.

Concluyo señalando que cualquier propuesta legislativa – administrativa en materia impositiva funcionará sí y sólo sí: a) la ciudadanía corrobora que su dinero recaudado vía impuestos se aplica de manera adecuada y eficiente; b) se simplifica el sistema tributario mexicano, el cual actualmente es complejo y sofisticado; y, c) se hacen esfuerzos para reducir la evasión fiscal, lo que incluye la simplificación administrativa.


Por hoy, es todo.



¡Hasta la próxima Nornilandia!