25 ene 2011

“MÉXICO, SUMIDO EN EL ANALFABETISMO TECNOLÓGICO”


@BarbaraCabrera

“La democracia sólo es posible con el acceso fácil a la información y las buenas comunicaciones. Y la tecnología es una forma de facilitar las comunicaciones”

Tom Clancy


Inicio con un dato escalofriante: ¡tenemos 17 años de atraso tecnológico en el país!. Lo anterior nos llevaría a una conclusión primigenia: somos un país rezagado y analfabeta en este tipo de cuestiones. No obstante, importante es saber a qué se refiere esté término y como es que llegamos y podemos salir de esto.

¿Qué es un analfabeta?, y aunque es un concepto utilizado a diario; vale la pena recordar a que se refiere. Para tal efecto la Real Academia de la Lengua Española es ilustrativa, y en esta ocasión solo interesa la segunda acepción: “ignorante, sin cultura, o profano en alguna disciplina”. Eso es precisamente lo que ocurre en materia tecnológica y México está atrasado en la cantidad de años que ya advertía al inicio de esta Columna. La cuestión es no generalizar e intentar nivelarnos con respecto a otros países.

Debido a esa situación, mi Nornilandia de este día está dedicada al análisis de un tipo de analfabetismo que va más allá del clásico ¿sabes leer y escribir?.

En este orden de ideas, ¿a qué se refiere el analfabetismo tecnológico?, y la teoría consultada coincide al señalar que se trata de la incapacidad para utilizar las nuevas tecnologías, ya sea en el ámbito laboral o en nuestra vida cotidiana. Es trascendente dejar sentado que este tipo de analfabetismo, no está reñido con el nivel académico de una persona, ni tiene relación con la clase social o el poder adquisitivo, es decir, cualquiera puede ser un analfabeta tecnológico.

Debido a la vorágine en que está inmerso el mundo científico, hoy una persona puede no ser un analfabeta de este tipo y mañana puede entrar en este rango. Por lo que es importante estar actualizados y mantenernos todos los días a la expectativa de los nuevos criterios y maneras de aplicar este tipo de tecnologías en la medida de nuestras posibilidades.

¿Cuáles son sus consecuencias?, éstas van desde dificultades para encontrar empleo, hasta problenas para desenvolverse en la vida diaria. Imaginemos que tenemos una oportunidad laboral y nos solicitan en ese momento el envío de un correo electrónico con la documentación necesaria como archivo adjunto y convertido en PDF. Y este es solo un ejemplo muy sencillo; sin embargo no todos cuentan con un correo electrónico y otros tantos no saben cómo convertir un archivo de word al formato requerido.

Analizado lo anterior, surge la interrogante siguiente ¿Cómo solucionar este tipo de problemáticas? Una propuesta sería que, además de la existencia de bibliotecas públicas, sería un buen avance que se crearan centros para la difusión del manejo de las nuevas tecnologías; otra más la constituye que se abra el acceso a internet en lugares públicos, y en una segunda etapa poner en lugares estratégicos computadoras con internet incluido sin costo para quien lo desee consultar. Todo ello requiere: disposición política, luego presupuesto y más adelante establecer las reglas para su utilización. Ese trinomio de esfuerzo institucional, no será suficiente, si los posibles usuarios no están convencidos de su utilidad.

Debe quedar claro que las nuevas Tecnologías de Información y Comunicación (las famosas TICs) han modificado no solo la forma en que México hace negocios con otros países o rige su economía, o la forma en que se gobierna o se compromete políticamente, - situación que está íntimamente relacionada con la democracia-. Sino la manera en que la ciudadanía piensa, comunica, actúa, trabaja o bien se divierte.


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Es todo por hoy, ¡Nos leemos en la próxima Nornilandia!