@BarbaraCabrera
Siendo twitter una de las Redes Sociales con más auge en los últimos tiempos, y a 5 años de su creación; vale la pena traer en esta Nornilandia algunos consejos para proteger los datos personales en esta llamada “plaza pública”. Ya en diversas ocasiones, les he comentado sobre como salvaguardar este tipo de datos, las consecuencias que implica no llevarlo a cabo, así como las autoridades responsables de coadyuvar en esa defensa.
Suele ocurrir que por diversidad de factores algunos tuiteros comparten información confidencial, sin tomar en cuenta o racionalizar sus posibles consecuencias, así que ahí les van 5 tip´s de lo que, desde mi punto de vista no debe compartirse por esta Red:
1. Información personalísima. Es importante evitar divulgar por TW datos como fechas de nacimiento, números telefónicos, claves bancarias, fotografías y algunos otros que impliquen una vulnerabilidad a tu esfera de protección a la intimidad. ¿Acaso podemos tener control total de quien nos sigue? ¿Conocemos verdaderamente a todos nuestros followers? ¡Claro que no!, así que cuidado con esta situación.
2. Datos de geolocalización. La cual es una herramienta de twitter que permite compartir con otros usuarios, el punto exacto de nuestra ubicación. El riesgo de su utilización es obvio. ¿Es relevante que los demás sepan exactamente donde estamos?
3. Aspectos laborales. Si bien es cierto, a través de esta Red Social difundimos nuestra experiencia profesional desde diversos ángulos; existen situaciones irrelevantes de socializar: como los chismes, los desacuerdos internos, las ausencias injustificadas de las labores. Está demostrado, debido a ello hay personas que han perdido su empleo.
4. Actividades rutinarias. Sin más palabras les digo que al proporcionar estos datos, somos susceptibles de convertirnos en blanco de criminales.
5. Ofensivas personales a otros tuiteros. Es un hecho, TW no es un mundo solo de alegrías; existen intensos debates, desacuerdos y polémicas. Ante esta situación, hay que guardar la calma y no caer en provocaciones. Atacar a través de las palabras a otros usuarios, además de ser de mal gusto, demuestra la falta de tolerancia y educación de quien la esgrime.
Es trascendente mis lectores ser concientes de las implicaciones aquí señaladas. ¿Estamos dispuestos a ceder un derecho fundamental, como el de la intimidad, en aras de tener más followers? ¿Sabemos como manejar adecuadamente los tweets que subimos? ¿Estamos dispuestos a asumir las consecuencias si optamos por divulgar datos personales en la twittósfera? Los invito a reflexionar.
Es todo por hoy.
¡Hasta la próxima Nornilandia!