11 mar 2011

“HABLEMOS DEL PENSAMIENTO CRÍTICO”


@BarbaraCabrera

“Todo lo que somos es el resultado de los que hemos pensado;
está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos”

Buda

En diferentes Nornilandias he manifestado la necesidad de generar el pensamiento crítico, como una pauta imprescindible para convertirnos en ciudadanos observantes, participativos, proactivos y, por ende en protagonistas de la historia, por supuesto desde la trinchera donde nos toque estar.

Varios de mis lectores me han pedido escriba algo al respecto. Así que, en esta Columna charlaré con mis lectores acerca de lo que representan estas dos palabras.

En una primera instancia, algunos consideran a este tipo de tendencia, consistente en criticar o señalar lo que, desde su óptica no es correcto. ¡Nada más alejado de la realidad!. Este razonamiento va mucho más allá, engloba una actitud intelectual que llevará a analizar, escudriñar, evaluar la estructura de aquellas opiniones, afirmaciones, razonamientos o comentarios aceptados como verdaderos en la vida cotidiana. Conlleva tintes de escepticismo.

Ahora bien, ¿de que manera es pertinente llevar a cabo este conocimiento? La respuesta, aunque parece sencilla, necesita constancia y aplicación diaria: y es a través de la observación, de la experiencia, del análisis o basada en el método científico.

Contrario sensu al pensamiento crítico nos topamos con el pensamiento único, descrito así por Arthur Schopenhauer allá por el año 1819. ¡192 años han pasado y tal parece que algunos sectores se esmeran en sostener el reinado de este tipo de pensamiento! Dirán algunos ¡viva el status quo! Yo sostengo ¡fuera dogmas! ¡no vivamos con paradigmas!

¿En nuestro andar cotidiano nos sirve el pensamiento crítico? ¿Qué pasos tenemos que seguir para desarrollarlo? ¿Existen características a adoptar para ser un pensador crítico?

A ver, utilizaré la mayéutica, con los elementos hasta aquí proporcionados ¿será útil el razonar de manera crítica?...

Ya que somos concientes de su importancia; vamos por partes, paso a paso y veamos los que tenemos que escalar para llegar a ello y son los enumerados a continuación:

1. Adoptar la actitud de un pensador crítico, lo cual nos lleva a contestar la interrogante de cuales son sus características, a saber: a) mente abierta; b) escepticismo sano; c) humildad intelectual; d) libertad de pensamiento; y, e) una alta motivación.

2. Reconocer y evitar las barreras y sesgos cognitivos, como los prejuicios, la falta de lógica, el uso del lenguaje; por enumerar algunos.

3. Identificar y caracterizar argumentos, lo cual no quiere decir entrar a polemizar o discrepar; sino presentar una razón que soporte, respalde o apoye una conclusión.

4. Evaluar las fuentes de información, las cuales deben ser creíbles, precisas y sin sesgos.

5. Evaluar los argumentos, este paso implica tres escalas necesarias: a) corroborar la validez del argumento; b) tasar y suficiencia del razonamiento en cuestión; y, c) corroborar que no se han omitido argumentos convincentes.

Eso, mis lectores, es a grandes rasgos lo que constituye el pensamiento crítico. Les proporciono el siguiente link donde podrán hacer suya la “mini guía del pensamiento crítico” http://www.criticalthinking.org/resources/PDF/SP-ConceptsandTools.pdf sugiero la impriman, la lean, la analicen, la saboreen como un exquisito manjar intelectual, para que juntos ustedes y yo caminemos por el mundo practicando el pensamiento crítico. Verán como haremos la diferencia.

¡¡Digan NO al pensamiento único!!


Es todo por esta Nornilandia, nos leemos la próxima.