@_BarbaraCabrera
“La batallas por los derechos de las mujeres es de una larga data y
ninguno de nosotros debe apoyar todo aquellos que los socave”
Eleanor Roosevelt
El
8 de marzo es una fecha significativa debido a que se conmemora el Día
Internacional de la Mujer
y con ello la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el
hombre, en la sociedad y en su desarrollo tanto individual, como colectivo. La
fecha fue institucionalizada por la Organización de las Naciones Unidas en 1975.
A
45 años de distancia la lucha continua, aunque en algunos casos se ha
radicalizado, se ha sectorizado y utilizado a conveniencia, como bandera
política o como pretexto para vandalizar.
Este
año, 2020, se viralizó en redes sociales un llamado a #UnDíaSinNosotras
promovido por el Colectivo Brujas del Mar de Veracruz. Se invita a no consumir,
no comprar, no producir, a no moverse. Como si estas medidas fueran a detener a
quien violenta, veja, nulifica, mata o viola a las mujeres. No nos engañemos.
Es necesario emprender otro tipo de acciones y exigir otro tipo de políticas
públicas. ¡Es un hecho que es impostergable reivindicar el papel de la mujer y
pugnar por nuestros derechos, sin simulaciones, ni maniqueísmos!
A
continuación, comparto mis reflexiones.
Recurrentemente
leo o escucho algunas expresiones referentes al paro nacional, tales como: “Respetamos
el paro”, “Autorizamos a las mujeres para que falten y se sumen al paro”, “Nos
sumamos al paro”…
A
éstas se acompañan ciertos ejemplos de la falsedad de ciertos sectores que
ansían portar su careta de empatía, cuando no les queda. Veamos:
Zeferino
Salgado Almaguer, Presidente municipal de Nicolás de los Garza, Nuevo León dijo
que las apoya pero que tendrán que pagar su ausencia con horas extras.
El
sindicato de algún Congreso con resquicios neoliberales solicita facilitar la
manifestación de #UnDíaSinNosotras #ElNueveNadieSeMueve. Mientras el Pleno lo aprueba
a medias, y se apresura a aprobar aquellas iniciativas que no fueron importantes
sino hasta que llegó el momento de lucir para el evento y erigirse en
defensores de las mujeres y la no violencia contra el género.
Enrique
Alfaro, gobernador de Jalisco –al que tal vez recuerden por desaparecer el
Instituto de las Mujeres- manifestó que las mujeres que laboran en el Ejecutivo
podrían sumarse al paro nacional… pero con previo aviso.
Varias
Universidades se suman al paro mientras solapan, no investigan, ni sancionan a
los acosadores que cubre con el sagrado manto de su nómina.
Como
podrán ver, los casos enunciados no se tratan de una cuestión de empatía, sino
de conveniencia. Su objetivo es colgarse hipócritamente de cualquier movimiento
social que se les atraviese. ¿Se los vamos a permitir?
En
este sentido, la naturaleza de ese paro nacional, auspiciado por el Colectivo
Brujas del Mar de Veracruz –que se dice apartidista, pero mantiene estrechos
vínculos con el Borolismo- se ha visto desvirtuada.
Algunos
frotándose las manos lo consideraron rentable y lo han erigido en su estandarte.
Entretanto en las Entidades crece alarmantemente el número de feminicidios y
sus gobernadores optaron por desaparecer o nulificar los Institutos de las Mujeres,
reduciendo la defensa y protección de los derechos de la mujer a líneas
discursivas, eventos y entregas de reconocimientos cada 8 de marzo.
Recuérdese
cuando el olvidable diputado federal panista Luis Alberto Villarreal en estado
de ebriedad abrazaba y bailaba efusivamente con una mujer mientras se escuchaba
el ¡ánimo Montana! mientras sus compañeros aplaudían; o bien cuando Vicente Fox
se atrevió a comparar a las mujeres con “lavadoras de dos patas”.
Por
ello, mientras los Congresos no legislen para garantizar la equidad de género,
la erradicación de violencia contra las mujeres, así como la interrupción legal
del embarazo; la supresión de toda discriminación por la posición política,
ideológica, creencias u orientación sexual de las mujeres; sus discursos, son
demagogia y su adhesión al paro nacional, ¡no vale nada!
Mientras
los Ejecutivos de los Estados no tomen en serio la ejecución de políticas
públicas que sean realistas, medibles y alcanzables, lo que incluye el
nombramiento de mujeres en altos puestos en sus gabinetes; y en tanto algunas
instancias del Poder Judicial no juzguen con perspectiva de género, estamos
ante prosaicas simulaciones.
A
mí me importa el país, me interesa el bienestar general. Pugno por que entre
nosotros reine la paz y la tranquilidad. Así que cada día, sin descanso, salgo
y trabajo para rescatar a este México lindo y aún herido que nos dejaron los
buitres neoliberales, varios de ellos siguen rondando por ahí. ¡Atentos a ello!
Lo
digo fuerte y claro: ¡El nueve me mueve! y no, nadie me inmovilizará porque lo
que este país no necesita es un día sin mujeres o un día sin hombres. Necesita
una sociedad con valores.
Es
todo por hoy.
¡Hasta
la próxima Nornilandia!