@_BarbaraCabrera
“El poder
sólo corrompe a los corruptos, hace golfos e inmorales a los que ya lo eran
antes”
Juan Barranco
Hace algún tiempo (en 2014) vi
con expectación la película “La dictadura perfecta” y una frase llamó
poderosamente mi atención debido a que enmarca a la perfección al modelo de
gobierno que en aquél entonces mantenía en vilo a México: el neoliberalismo, sí
a ese que no me cansaré de etiquetar como vulgar, ramplón, salvaje y corrupto. La
expresión era: “la plenitud del pinche poder”. De hecho a dicha locución
dediqué una Nornilandia consultable aquí https://bit.ly/32Khmqe
Hoy, una ridícula minoría –que
hasta el sexenio pasado solían ser mayoría, refiriéndome a los enquistados en
el Poder, los cuales gozaban de privilegios y excesos– parece haber puesto de
moda dicha frase de nueva cuenta, pero por motivos distintos: para decir ¡adiós
y sálvese quien pueda!
¿Qué significa estar en la plenitud del pinche
poder?
Situarse en este espectro,
simboliza para los sátrapas un tipo de coronación de sus tropelías. Una forma
de decir “véanme, siéntame, pero no me toquen”. Estar en la plenitud del pinche
poder evoca impunidad, ser sinvergüenza, odiar a México, servirse del erario
como si fuera su cuenta bancaria. Hacer cochupos y utilizar a las instituciones
para enriquecerse sin fondo y hacer negocios personales.
¿Quiénes son las personas que ostentan estar en
la plenitud del pinche poder?
Veamos algunos ejemplos y
disculpen ustedes si la lista parece quedarse corta, pero es que esta
Nornilandia no puede ser infinita. Ahí les van algunos nombres, el resto, ya lo
saben: Felipe Calderón, Vicente Fox, Carlos Romero Deschamps, Emilio Lozoya
Austin, Luis Videgaray, Carlos Salinas de Gortari, Fidel Herrera Beltrán,
Javier Duarte de Ochoa, Miguel Ángel Osorio Chong, Rosario Robles, Elba Esther
Gordillo, Andrés Granier, César Duarte, Humberto Moreira, Manlio Fabio
Beltrones, Emilio Gamboa Patrón, Arturo
Montiel, Alfredo del Mazo, Carlos Hank, Fidel Herrera, Rodrigo Medina, Manuel
Añorve, Josefina Vázquez Mota, Genaro García Luna, Enrique Ochoa Reza, Gerardo
Ruiz Esparza, Jesús Murillo Karam, Aurelio Nuño, Virgilio Andrade y el
infaltable Enrique Peña Nieto. ¡Cómo olvidar a los texto servidores al servicio
de los neoliberales, esos que se enriquecieron a golpe de teclas, por ser sus
propagandistas en la tele o por poner el micrófono al servicio de esos
sátrapas!
Como ven, el PRIAN combinado,
creía ser invencibles.
¿A dónde van aquellos que pierden la plenitud del
pinche poder?
¿Ustedes que opinan? ¿Cuál es
el lugar al que merecen ir estos abusivos? ¿Cómo debiera ser su final? Sé que
muchos anhelamos verlos en la cárcel. Solo recuerden, esa medida implica
seguirlos manteniendo, y aunque algunos si deben estar ahí porque son un
verdadero peligro para México; desde mi palestra, pugno porque se les
investigue, se les lleve a juicio y una vez que quedé demostrado lo que ya
sabemos de ellos, regresen lo robado al pueblo.
Hoy debido a la instauración
de un nuevo régimen varios personeros neoliberales están obligados a decir
adiós a la plenitud del pinche poder. Unos lo hacen a regañadientes e hipócritamente.
Muchos otros –patas arriba– vociferan y amagan con lo que sea, para aferrarse a
las corruptelas y privilegios que ellos mismos crearon, para su satisfacción y
servicio.
Cierro esta Nornilandia
diciendo: no hay duda, perdieron la plenitud del pinche poder, simple y
sencillamente por la participación de millones de mexicanos, y desde luego por las
benditas redes sociales.
Es todo por hoy.
¡Hasta la próxima Nornilandia!