“He
llegado a la conclusión de que la política es un asunto demasiado serio para
dejarlo [solo] en manos de los políticos”
Charles
De Gaulle
@_BarbaraCabrera
Durante 36 años México ha tenido un régimen neoliberal
que se consolidó en los sexenios más recientes, resultado de las reformas
estructurales que lejos de mejorar la calidad de vida de la ciudadanía
–garantizando sus derechos básicos-, derivó en un retroceso en el país en
diversos rubros: inseguridad, desapariciones forzadas, pobreza, sistema
educativo simulado, robo de combustible conocido como huachicoleo, falta de
oportunidades, corrupción, andamiaje institucional obsoleto, son los
componentes clave de los equívocos generados por el neoliberalismo, auspiciado
y consolidado a través de los sexenios.
Pese a ello,
desde hace varios años he tenido la convicción de que el poder ciudadano es
crucial para sacar adelante este país. A partir del triunfo de Andrés Manuel
López Obrador esta afirmación ha cobrado vigencia. A pesar de los bots, los trolls, uno que otro aplaudidor, así como pese a las resistencias
de los pregoneros del neoliberalismo ramplón, corrupto salvaje, vulgar y en
decadencia, los ciudadanos que codo a codo hemos luchado –desde nuestros respectivas
trincheras- logramos mostrar nuestro músculo para llegar al punto en que ahora
estamos situados: contribuir a la Cuarta Transformación
de este aún #MéxicoLindoyHerido.
El uso de las
redes sociales en este sexenio será destacado y desde mi perspectiva poseen y
seguirán teniendo un papel protagónico, ya que son tal como lo dijera Andrés
Manuel López Obrador, la noche del 1 de julio en su mensaje de agradecimiento
ante su inminente triunfo en las elecciones presidenciales en México: las
benditas redes sociales y esto es así debido a que son herramientas poderosas
al alcance de todo aquel que tenga acceso a Internet e incluso tienen
influencia en quienes no las utilizan, ya que lo que se dice en las redes
trasciende a la plaza pública y a los medios de comunicación tradicionales.
Lo sabemos,
la tarea no es sencilla. La situación a veces se torna borrosa. Seguimos
teniendo entidades federativas cooptadas por los amantes de las políticas
neoliberales y la demagogia; así es, me refiero a las que aún son gobernadas
por el PRIAN, lo que queda del PRD y el cártel naranja. Los cuales están
representados por personajes altamente abucheados cada que se presentan en la
plaza pública; ¡no es para menos!, para muestra baste ver el nivel de
aceptación de algunos de ellos, mostrado en el más reciente estudio de Arias
Consultores: Javier Corral Jurado 11.4% [PAN. Chihuahua]; Carlos Joaquín
González 20.7% [PRI. Quintana Roo], Francisco Vega de Lamadrid 20.8% [PAN. Baja
California], Jaime Rodríguez Calderón 24.2% [ex priísta, hoy “independiente”. Nuevo
León]; Alfredo del Mazo Maza 24.2% [PRI. Estado de México], Silvano Aureoles
Conejo 25.6% [PRD. Michoacán], Enrique Alfaro Ramírez 26.4% [MC. Jalisco] y Omar
Fayad Meneses 30.7% [PRI. Hidalgo]
Aun así,
Andrés Manuel es estadista y conciliador. En un reciente evento en Puerto
Vallarta, Jalisco (12 de mayo de 2019) donde el Presidente de México anunció
diversos apoyos de mejoramiento urbano y obras de infraestructura para reducir
la desigualdad, los presentes mostraron su descontento con el gobernador de
aquella entidad, lo abuchearon (como era de esperarse), por lo que López
Obrador convocó una vez más a la unión y la reconciliación, a tener altura de
miras, en pocas palabras a ejercer ciudadanía de una manera responsable, respetuosa
y a disentir con argumentos; cito textual:
“Ya chole con
los gritos y con la falta de respeto a las autoridades. ¿Saben que es eso?, con
todo respeto es politiquería, es lo que en el pasado régimen se llamaba y no
debe de existir, la llamada grilla. Vamos a hacer política que es distinto,
tenemos que levantar la mira, pensar en el interés general”
Si bien es cierto que
Andrés Manuel estará al frente del gobierno federal 6 años, los pilares de la Cuarta Transformación
constituyen los cimientos para el renacer de un país como México que ha estado
sumido en la corrupción y la impunidad. Téngase en cuenta que las décadas de
neoliberalismo no serán borradas de un plumazo, los cambios serán radicales y
paulatinos, para lograrlo se requiere la participación activa de la ciudadanía.
Las
expectativas son altas. El cambio de régimen en México, está en marcha. Los
problemas con que el nuevo gobierno recibe el país no son menores.
Como alguna
vez lo dijo Andrés Manuel, estamos rompiendo el molde con que se hacia la vieja
política y hay que hacer una nueva forma de hacer política. Es cambio de
régimen. La
Cuarta Transformación va, y está en marcha.
Continuemos el intercambio de ideas, entre letras, con
mi café y a un tweet de distancia me encuentran como @_BarbaraCabrera
¡Hasta la
próxima Nornilandia!