4 feb 2014

“¿UN NUEVO PACTO SOCIAL?”

Te podré dar todas las dudas, pero no todas las respuestas
@BarbaraCabrera

560  reformas después, contenidas en 214 Decretos y henos aquí celebrando un aniversario más de la Constitución de 1917, aquella que nos dio el Congreso Constituyente de Querétaro.
97 años después de promulgado el texto constitucional que hoy da vida al Estado democrático de Derecho, estamos ante una sociedad muy distinta a la que creó las normas e instituciones heredadas por el México posrevolucionario.
Hoy los retos, avances y retrocesos jamás podrán equipararse a los de aquellos ayeres.
Conservadores y positivistas dirán, nos debemos a aquellos ilustres personajes, ni siquiera se piense en la posibilidad de un nuevo constituyente, así estamos bien. Del otro lado, están los convencidos de la necesidad de un nuevo pacto social que implica una ineludible reconfiguración del binomio sociedad-gobierno. Y un tercer grupo que guarda silencio por motivos varios. (Esta columnista se ubica en el segundo grupo)
Es momento de reflexionar, veamos como aquél texto se ha modificado a través de los sexenios:
Álvaro Obregón (1 de diciembre de 1920 al 30 de noviembre de 1924)  = 8 reformas.
Plutarco Elías Calles (1 de diciembre de 1924 al 30 de noviembre de 1928)  = 18 reformas.
Emilio Portes Gil (1 de diciembre de 1928 al 5 de febrero de 1930)  = 2 reformas.
Pascual Ortíz Rubio (5 de febrero de 1930 al 4 de septiembre de 1932) = 4 reformas.
Abelardo L. Rodríguez (4 de septiembre de 1932 al 30 de noviembre de 1934)  = 22 reformas.
Lázaro Cárdenas del Río (1 de diciembre de 1934 al 30 de noviembre de 1940)  = 15 reformas.
Manuel Ávila Camacho (1 de diciembre de 1940 al 30 de noviembre de 1946) = 18 reformas.
Miguel Alemán Valdés (1 de diciembre de 1946 al 30 de noviembre de 1952)  = 20 reformas.
Adolfo Ruiz Cortines (1 de diciembre de 1952 al 30 de noviembre de 1958)  = 2 reformas.
Adolfo López Mateos (1 de diciembre de 1958 al 30 de noviembre de 1964) = 11 reformas.
Gustavo Díaz Ordaz (1 de diciembre de 1964 al 30 de noviembre de 1970) = 19 reformas.
Luis Echeverría Álvarez (1 de diciembre de 1970 al 30 de noviembre de 1976) = 40 reformas.
José López Portillo (1 de diciembre de 1976 al 30 de noviembre de 1982)  = 34 reformas.
Miguel de la Madrid Hurtado (1 de diciembre de 1982 al 30 de noviembre de 1988)  = 66 reformas.
Carlos Salinas de Gortari (1 de diciembre de 1988 al 30 de noviembre de 1994) = 55 reformas.
Ernesto Zedillo Ponce de León (1 de diciembre de 1994 al 30 de noviembre de 2000)  = 77 reformas.
Vicente Fox Quesada (1 de diciembre de 2000 al 30 de noviembre de 2006) = 31 reformas.
Felipe de Jesús Calderón Hinojosa (1 de diciembre de 2006 al 30 de noviembre de 2012)  = 110 reformas.
Enrique Peña Nieto (1 de diciembre de 2012 al 27 de diciembre de 2013) = 21 artículos reformados al 27 de diciembre de 2013.
Así tenemos que, durante los seis últimos sexenios es cuando más se ha adecuado el texto constitucional, algunas reformas de las cuales han sido estructurales. Unas más controvertidas que otras, tendientes a separar este ordenamiento fundamental de su esencia original.
Las estadísticas están ahí, el debate sobre la pertenencia de una nueva Constitución no es nuevo; políticos y académicos ya lo han planteado: se ha escrito al respecto, presentado iniciativas para establecer mecanismos, así como convocado a foros públicos para su discusión. Nada ha ocurrido, mientras el país avanza.
Lo cierto es que estamos ante desafíos importantes, dilucidar si debemos darle o no a este país un nuevo esquema constitucional dependerá de diversos factores, entre los que destacan la necesidad social y la voluntad política.
¿Cambiar la Constitución implicaría un retroceso o un avance democrático? ¿El actual texto es aceptado por la mayoría de la sociedad? ¿Sus disposiciones e instituciones son las necesarias y suficientes ante la realidad imperante? ¿Será cierto que la actual Constitución ha sabido evolucionar y cambiar a través de las diversas reformas? ¿En este fenómeno de desafección en que estamos, será oportuna una nueva carta magna? ¿Estamos preparados para un nuevo constituyente? Estás son las preguntas que dejo sobre la mesa de debate, no les daré las respuestas.
Mientras ello ocurre otras tantas interrogantes surgirán. Sigamos celebrando los 97 años de un texto parchado, reconstruido y reformado últimamente de manera estructural.

¿Ustedes que opinan? ¿Cómo viven la Constitución?

Es todo por hoy.
Nos leemos la próxima Nornilandia.